-Necesito contarte algo. -Kelly susurró en mi oído al instante en que llegué al colegio.
-Buenos días, Kelly.
-Deja la formalidad para otro día, esto es sobre Treux. -Mi cuerpo se tensó.
- ¿Treux? ¿Qué tiene él? -Nos dirigíamos a biología.-Me acabo de enterar de esto. Debes tener cuidado con él.
-Kelly te estás poniendo pesada. ¡Escúpelo de una vez!
-Tranquila nena. Sucede que él... -La Sra. Kuntz, una amante de la naturaleza interrumpió nuestra conversación.
-Buenos días, niños y niñas. -Dijo mientras arreglaba sus lentes de montura redonda, siempre nos llamaba niños, aunque estábamos a un año de irnos a la universidad, ya era costumbre. -Hoy hablaremos de los ecosistemas y la sucesión de comunidades...
***
Luego de la clase de biología, pasamos a matemáticas; no acostumbraba odiar esta materia, solo que la duda me carcomía por dentro, necesitaba saber qué era lo que Kelly quería contarme.
Luego de acabar un tremendo ejercicio de ecuaciones de una parábola, al fin sonó la campana que anunciaba la merienda. Me dirigí junto con Kelly al comedor. Mientras caminábamos le pregunté a Kelly sobre lo que me tenía que contar. En el momento cuando ella abría su perezosa boca para hablar, se nos acercó David, sí, David Cabanaught. Había olvidado por completo lo de la cita, y tenía que darle una respuesta.
-Hola. -Nos saludó a ambas con beso en la mejilla. Y se ubicó a mi lado. Ahora los tres nos dirigíamos al comedor.
-Hola David. -Saludó Kelly. - ¿A qué se debe tu cortés presencia? -Kelly usaba ese vocabulario a propósito.
-De hecho vine a hablar con Sierra. -Puso sus ojos en mí. - ¿Tienes una respuesta?
- ¿Respuesta a qué? -Kelly estaba confundida. Había olvidado por completo la cita y por ello no se lo había mencionado a ella.
- ¿Está bien el sábado a las cinco? -Evité la pregunta de Kelly.
-Perfecto, entonces el sábado a las cinco. -Se alejó, mientras nos enviaba una perfecta sonrisa.
- ¿Qué tienen ustedes dos? -Preguntó Kelly, cuando nos acercábamos al Snack, para pedir nuestra merienda.
-Nada, Kelly, nada. -Respondí. -Solo que me invitó a salir y lo olvidé por eso no te dije nada. Realmente ando algo perdida últimamente.
- ¡Tienes una cita! -Se sobresaltó. - ¡Tienes una cita!
-Sí, pero no es necesario que todos se enteren. -Repliqué en voz baja. -Ahora dime qué sucede con Treux.
-Si está bien, vamos. -Kelly se tornó seria, mientras recogía su sándwich de atún y su gaseosa light. Mientras que yo, me pedí un panqueque y un jugo de naranja.
-Treux tiene un problema de enojo-agresividad. -Dijo al momento en que nos sentamos en nuestra mesa.
- ¿A qué te refieres?
-Que cuando se enoja, se pone agresivo, es incontrolable. -Tomó una pausa. -No lo hagas enojar.
Eso explicaba el incidente de la cocina en aquel elegante restaurant, cuando él tiró las cosas al suelo. - ¿Cómo lo sabes?
-Tengo mis contactos. - Me guiñó un ojo. Mientras habría su lata de soda.
-Supongo que eso está en su expediente médico, o en esas cosas. -Le di un mordisco a mi panqueque, era de vainilla. -Así, que tu 'contacto' es la secretaria del director. ¿Cierto?
-Eso no es lo que importa. Solo no pelees con él, se puede poner muy agresivo, Sierra. Estoy hablando en serio. -Podía notar su preocupación en su rostro.
-Todo está bien, no te preocupes. Además, ni siquiera hablo con él.
-Pero te gusta. -Le dio un mordisco a su sándwich.
-Eso no tiene nada que ver. -Rodé mis ojos.
-Claro que sí. Te gusta, le hablas, pelean, se enoja, se pone agresivo, te lastima física y a la vez emocionalmente y...
-Kelly tranquila. -La interrumpí. Ella se estaba haciendo una película en la cabeza. -Eso nunca pasará.
-Está bien, supongo que debo calmarme. Es que realmente te quiero y no quiero que nadie te lastime.
-Yo igual te quiero Kelly. Eres la mejor, mejor amiga.
-Lo sé. -Sonrió. La preocupación en su rostro ya se había desvanecido. -Acompáñame, tengo que dejar estos libros en la biblioteca. El examen de física está realmente horrible. -Gruñó.
Física no era una materia que me daba bien, de hecho, era la materia donde siempre fallaba. El primer mes de clases y el Profesor Philips ya molestaba con un examen. -Bien, vamos.
Nos dirigíamos hacia la biblioteca, sentí un agarre en mi muñeca justo cuando pasaba por la mesa de los 'populares'. Me volví, Treux me tenía agarrada.
-Hola, mejor amiga. -Esbozó una sonrisa. Estaba rodeado de tres porristas, que llevaban una falda demasiado corta, entre ellas estaba la famosa Deborah.
-Hola. -Le devolví el saludo.
Tina y Rachel gruñeron, estaban cada una a su costado. Mientras Deborah coqueteaba con Michael.
-Ayer, no terminamos nuestra conversación, acerca de tu cita.
Me solté de su agarre. -Te dije que no era de tu incumbencia.
-Ahora sí. Ya que soy tu mejor amigo. Ven siéntate.
Recordé las recomendaciones de Kelly sobre no hacerle enojar. Miré hacia ella que me esperaba pacientemente unos metros más adelante, asintió con la cabeza y se alejó.
-Bueno preciosas. -Treux se dirigía a las dos esbeltas porristas de sus costados. -Es hora de que se larguen, mi mejor amiga ya está aquí.
Ambas porristas se levantaron, sin antes pasarle sus manos por su brillante cabello. Sentí la necesidad de hacer lo mismo, pero me detuve. Una de ellas le susurró algo en el oído, él levantó la esquina de su labio sonriendo. Mientras que yo ardía de celos.
-Siéntate. -Dijo al momento en que las porristas se alejaron. Dio unas palmaditas a su costado, donde hace unos segundos Tina estaba sentada. No hice caso. Me senté en el banco que estaba en frente de él. La mesa nos separaba.
-David Cabanaught... Mmmmm. No creo que sea de tu tipo.
-Supongo que las porristas, son lo tuyo.
-Naaa. -Dijo con total naturalidad. -Solo me divierto con ellas.
- ¿Sabes que eso está mal? -Dije mientras me inclinaba sobre mi codo.
-Ellas lo saben. Saben que solo las quiero por una noche.
La rabia brotó al momento en que escuché sus palabras, él solo quería a las chicas por diversión de una noche. Era un completo patán. -Debo irme a estudiar. -Me levanté inmediatamente del banco.
-No quiero eso contigo, Sierra. -Dijo mirándome a los ojos. -Eres mi mejor amiga. ¿Lo recuerdas?
-Lo sé. De todas maneras me voy a estudiar.
-Voy contigo.
-No es necesario. Puedo hacer esto sola.
Me dirigí a la biblioteca, donde Kelly tomaba apuntes de algo.
-Necesito que me enseñes. No quiero sacar mala nota. -Dije susurrando, tal y como decía el letrero que estaba colgado en la puerta de entrada de la biblioteca.
-Bien, siéntate. Esto está del asco.
Kelly me ayudó a estudiar, solo entendí un 40%, realmente este examen iba a ser el peor.
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Sintiendo Cosas Que Nunca Pensé.
Romance¿Enamorarse o no enamorarse? ¿Qué es mejor? La respuesta es fácil: no enamorarse. Todas las personas tenemos la certeza de que la vida es más sencilla cuando no nos gusta nadie. Lamentablemente no podemos elegir enamorarnos o no. Solo sucede. Sin qu...