Sintiendo Cosas Que Nunca Pensé.

Capitulo 34

Narrado por Sierra

Eran celos. Lo sé, Auténticos y hermosos celos por parte de Treux. Sonreí dentro de mí, ¿eso debería significar algo, o no? Así que por ello fue su cambio brusco de humor. Treux estaba celoso de David, y yo podía sacar provecho de esto. Él me debía miles.
Ja.
Entonces el lunes por la ma;ana cuando David me encontró guardando mis libros en mi casillero, se disculpó por ser tan idiota; obviamente le pregunté si no tenía miedo de las consecuencias de hablarme, me aseguró que no.Así que se sentó con nosotros en nuestra mesa habitual. Al menos todo volvía ser como antes. Claro, no todo; porque misteriosamente el prostituto parecía que se había levantando con un humor de perros. Sí, y me atrevía a imaginar que realmente estaba celoso de que David esté conmigo. Yo actué de  la manera más natural posible ya que algo dentro de mí quería saltar de felicidad por eso.
-¿Y por qué no me dijiste?-Decía Kelly-.Yo podía ir...
- Oye, no estaba tan lejos -respondí-. Puedo cuidarme sola.
-Yo podía llevarte- esta vez fue David-. Solo tenías que decírmelo.
Le dediqué una mirada tranquilizadora..
-Solo estaba a pocos metros- expliqué-. Además, yo le dije que me deje allí, ¿esta bien? Quería estar por mi cuenta un rato.
Con eso se detuvieron. No es que no valorara su preocupación con respecto a mí, sino que ¡mirenme! Estoy viva. Dejémoslo pasar.
-Así que ¿por qué no vino John?- pregunté a nadie en particular.
-Dijo que realmente no se sentía bien- explicó Kelly con un encogimiento de hombros-. Algo como fiebre.
-Oh
Kelly se levantó.
-Los veo luego, necesito entregar un trabajo al Sr. Philips.
Yo y David asentimos. La seguí con la mirada hasta que desapareció por la puerta.
-¿Está actuando rara, verdad? dije.
-Creo que sí.
¿Era por John? No tenía idea.
-Oye, ummm, gracias-dijo de repente.
Lo miré confundida.
-Por entender-continuó-. Realmente siento haber sido un idiota con todo eso de, ya sabes.
Se refería a lo de esta tomada, le incomodaba tanto como a mi.
-Sé que tenías que seguir las reglas-dije-. Al principio me molesté, pero entendí lo mucho que podías arriesgar si incumplías. David: eres mi mejor amigo, no podría durar enojada tanto tiempo.
Me sonrió.
-Ahora no me importa lo que arriesgue- dijo-. Vales la pena.
Recordé que David estaba desobedeciendo las reglas de los chicos.
-Espero que no te cause muchos problemas- Hice una mueca-. Quizás deberías seguir en eso... Yo entendería.
-No te preocupes.
Realmente no podía pedir otro mejor amigo.
David era sensacional.
Y bien, al finalizar la jordana escolar me crucé con Treux en el pasillo y m estupendo día ya no puse ser considerado tan estupendo.
Tengo que recordarles que estaba molesta con él de todos modos, él me reclamó como un estúpido objeto y sobre todo se negó a arreglarlo. Estúpido.
-Hola- saludó, lo cual ignoré completamente, Además ¿desde cuándo Treux me saludaba de esa manera? Casi siempre nuestros diálogos comenzaban a raíz de una discusión previa.
Seguí mi camino cuando casi cruzaba el umbral de la salida lo escuché otra vez:
-Así que vas a irte sin escuchar buenas noticias- dijo. Paré en seco, ¿buenas noticias para él o para mi?- te conviene.
Rodé sobre mis talones. Bien, ahora tenía toda mi atención. Le miré seria y crucé los brazos, si esto era una broma mi rostro anunciaba que no lo soportaría.
-Habla.
Treux sonrió. Ugh.
-Quita esa cara.
Rodé los ojos.
-Deja mi cara en paz.
-No puedo- dijo encogiéndose de hombros-. Me resulta demasiado atractiva.
Sorprendida y de inmediato, sin darme cuenta, mi cara había cambiado. Mis ojos se encontraban abiertos como platos. ¿Acaso estaba insinuando que...? ¿Estaba llamándome bonita? ¿Era esto un sueño?
Se acercó más, ahora estaba a unos metros y el leve aroma de su perfume lo probaba.
-¿Ves? Así está mejor.
Me recuperé rápidamente.
-Solo di lo que tenías que decir.
Él suspiró exagerado.
-¿Nunca podemos tener una conversación normal?
-Estamos teniendo una conversación- repliqué.
-No una normal, en donde las personas No discuten.
-oh, genial- dije exagerada-¿se supone que ahora eres Agente de la paz?
Fruncío el ceño disgustado.
-podrías poner de tu parte, al menos.
-Tú jamas lo has hecho.
-Lo estoy haciendo ahora.
-Entonces... ¿debería aplaudirte?
Y esa fue la gota que colmó el caso.
Caminó rápidamente hasta la salida para alejarse, pero a unos metros se detuvo y miró sobre su hombro y dijo:
-Ya no estas tomada.
Entonces se alejó.
Y me quedé pensando que había arruinado todo actuando como una total perra. Maldición, ¿realmente Treux había renunciado a su orgullo por que se lo pedí?