No Me Olvides [1] +18 ✔︎

Capítulo 15

—Hey, ¡Emma, espérame! —Exclama Lauren, al salir de clase.

—Tranquila, mujer... no pensaba irme sin despedirme de ti.

—Oooh... se me caen las bragas cada vez que te pones cariñosa —me responde, haciéndome reír junto a ella—. Ahora en serio, necesito hablar contigo.

—Tú dirás.

Entrelaza su brazo con el mío y caminamos por el pasillo esquivando a algunas personas.

—¿Porqué no me dices qué te pasa últimamente? Estás extraña...

—Estoy normal. Es sólo que...

—¿Normal? ¿Te parece normal llamarme para ir a dar una vuelta y distraemos, y de repente salir prácticamente corriendo del parque, dándome una cero creíble explicación?

—De cero creíble nada. Te dije que mi madre iba a llamarnos, mi hermano no estaba en casa y...

—...Y alguien tenía que atender el teléfono... bla, bla, bla...

—Es verdad, Lauren.

—Bueno, mira... no te creo. Te conozco demasiado y no te creo. Algo me dice que me ocultas algo —yo miro hacia el suelo. ¿Serán ciertas mis sospechas de que es un poco bruja?—. Esperaré a que te veas preparada para contármelo si es que lo llegas a hacer...

—Qué considerada —bromeo.

—Y otra cosa.

—¿Qué pasa ahora?

—El nuevo.

—¿Qué pasa con él?

—Le gustas. Pero él a mí no.

Yo entrecierro los ojos y frunzo el ceño cuando salimos y nos quedamos en la entrada antes de irse ella hacia el coche de su madre y yo hacia Brad, para hablar a solas.

—Me da mala espina, es... no sé, rarito.

—¿Sabes quién debería darte mala espina? Rachel, que quiere quitarte el novio —le digo, señalando a la susodicha junto a Kevin.

—Ah, ya, no pasa nada, no somos novios. Hemos quedado como... bueno, emm... —ríe y yo entorno los ojos.

—Follaamigos, entiendo —concluyo para no andar nos con rodeos, y ella ríe asintiendo.

—Algo así.

—Pues a mí me jodería de todas maneras que estuviera tonteando con otra. Me molesta cada vez que se le acercan a Brad y es mi hermano... así que imagínate.

—Vale, aunque lo que acabas de decir haya sido un poco raro creo que te entiendo. La cosa es que yo no soy tan celosa como tú, y menos si no estamos juntos. No puedo meterme en su vida.

—No, claro, ya se mete otra, pero en su calzoncillos.

—¿Intentas enfadarme o hacer que me vuelva loca y vaya ahí para arrancarle el pelo?

—No. Sólo digo que por muy follaamigo que sea... a mí me molestaría saber que está con unas y con otras y luego viene a mí... Yo lo querría en absoluta especialidad. No sé si me entiendes.

—Sí, el rollo del segundo plato —yo asiento—. Te entiendo, sí, pero es que así lo hemos decidido nosotros. No puedo decirle que no ande con otras porque yo lo hago con otros... ¿Entiendes?

—Supongo que sí. Bueno, es vuestra vida... vosotros sabréis, es que no quiero que jueguen contigo.

—Sé lo que hago, no te preocupes por mí —me da un abrazo y nos despedimos.