Capítulo 20

14.6K 624 73
                                    

Entro en casa, y lo primero que veo es a Brad sentado en el sofá con un montón de folios cubiertos de lo que imagino serán apuntes, con los codos en las rodillas y frotándose la cara notablemente agobiado.

-Volví -le digo dándole un beso en la mejilla

-¿Qué tal la presentación?

-Bff, fatal... Al profesor no le ha gustado nada y me ha suspendido

-¿Qué? ¡Pero si era de 10! Mañana iré a hablar con él y que me explique porque te ha puesto un puto suspenso -yo río y él frunce el ceño- ¿Porqué te ríes?

-He sacado un nueve y medio, idiota

-Joder, Emma... Ya había pensando en mil maneras de torturar a ese maldito profesor... -algo en su voz me hace pensar que no bromea y eso me asusta en cierto modo

-¿Te pasa algo? -le pregunto

-Estoy harto de esta mierda... -se frota los ojos y después se masajea las sienes- me dan ganas de mandarlo todo a tomar por...

-...Shhh -me acerco hasta él con una botella de champagne metida en una cubitera que apoyo en la mesa del salón junto a dos copas de cristal y lo mando callar- necesitas relajarte

-Descubriste América

-Deja de ser tan cascarrabias, ¿quieres? -él ríe- ¿de qué te ríes?

-Has dicho cascarrabias, eres una antigua

-Una antigua, ¿eh? -le ayudo a quitarse la camiseta y le doy un beso en los labios, me giro sobre mis talones y me inclino un poco hacia delante para coger un cubito de hielo. Siento como aprieta mi trasero con su mano y se la aparto rápidamente dejándolo con el ceño fruncido- hoy lo vamos a hacer a mi manera

Me pongo de rodillas entre sus piernas y me meto el cubito de hielo en la boca. Me estiro un poco hacia él, y empiezo a pasar el hielo por su tonificado pecho. Su piel se eriza a la vez que su respiración se agita y sus ojos se vuelven negros, muy negros.

-No esperes que te deje hacerlo todo tú sola... No voy a poder aguantar mis impulsos mucho más tiempo

-Dejame a mí, por un día

-Eres demasiado apetecible para mí, Emma

-No me distraigas. ¡Y deja de hacerme reir, por tu culpa se me ha deshecho el hielo en la boca! -él sonríe

-Emma...

-Voy a dejar de acostarme contigo si no me dejas terminar, ¿entendido? -se inclina hacia mí y tira de mi corbata

-¿Con quién te vas a acostar si no es conmigo? -pregunta

-Te impresionaría saber cuantos pretendientes tengo... -le respondo desafiante

No sé como lo ha hecho, pero de un momento a otro me encuentro tumbada en el sofá con él encima de mí inmovilizándome con su cuerpo y mirándome con esos ojos terroríficamente negros. Me hace sentir que no puedo escapar de él; Es como si fuera un depredador y yo su presa.

-¿Recuerdas cuando fuimos a ver 50 Sombras de Grey? -suelto una carcajada sin poder evitarlo

-Como para no... -le respondo mientras veo como llena por la mitad una de las copas con champagne

Saca la corbata de mi cuello, junta mis manos y las ata fuerte

-¿Te hace daño? -pregunta refiriéndose al nudo que ata mis manos y yo niego

Sube mis manos por encima de mi cabeza, se pone ahora a horcajadas sobre mí y hace estallar mi camisa. Veo los pequeños botones saltar por el aire en diferentes direcciones y abro los ojos como platos. Saca mis pechos de la copa del sujetador, coge la copa con champagne y se mete un cubito de hielo en la boca. Empieza a pasarlo por mis labios primero, después lo baja por mi cuello y finalmente traza un pequeño y sensual rastro por el medio de mi pecho hasta llegar al ombligo y vuelve a subir, esta vez pasando el hielo por mis pezones. Mi respiración se acelera bastante debido al frío que el hielo me hace sentir y veo como él sonríe triunfante en cuanto mis pezones se endurecen -lo que no se hizo tardar más de dos segundos - y se ponen morados. Pega un trago a su copa y mirándome a los ojos se acerca hasta mi boca pasandome la burbujeante bebida. Es realmente delicioso, me resulta asombrosamente delicioso. No sé si es así por el hecho de que Brad me la haya pasado de su boca... O por la bebida en sí... (Me quedaré con la primera opción). Me quita la falda y abre mis piernas -se quita su pantalón- y se abre paso entre ellas. Bajo mis manos para abrazarlo y pegarlo más a mí, pero él me las vuelve a subir y me las mantiene ahí con la suya apretándolas contra el sofá. Cualquier intento por moverlas sería en vano. Su mano es dos veces una mía... Así que paso si quiera de intentar liberarlas. Se acerca a mi rostro, acaricia mi nariz con la suya y de repente pasa de ser tierno, a besarme salvajemente los labios. Es como si quisiera calmar en ellos su sed. Muerde mi labio inferior haciéndome abrir los ojos sorprendida y después se aparta. Pone sus manos en mi cintura y me hace girar, después doblar las rodillas y por último separar las piernas dejándome -vulgarmente dicho- a cuatro patas. Quita mis bragas y se introduce de golpe en mí, haciéndome casi caer hacia delante a causa de su fuerte embestida. Siento su pene más caliente cada vez que me penetra. De repente enrosca su mano en mi coleta y tira hacia atrás justo en el momento en que me penetra aún más fuerte haciéndome gritar. Se oyen sus gruñidos cada vez que entra en mí, pero no tanto como mis gritos y gemidos

-¡OH SÍ, BRAD! -grito al llegar al éxtasis y explotar alrededor de él. Caemos en el sofá uno al lado del otro y pone su mano en mi mejilla rozándome suavemente el cuello- el papel de Jamie Dornan para 50 Sombras de Grey... Lo clavas -él ríe en voz baja

-En cuanto a lo de antes; Sé que no soy el único que está loco por ti, joder, lo sé de sobra. Pero... -se queda unos segundos sin decir nada

-Así que... ¿Estás loco por mí? -pregunto sonriente y él agachando la cabeza también sonríe

-Eres MÍA. Sólo MÍA. ¿Entendido?

Ayer me quería apartar de él, y hoy me dice esto. Alguien sufre bipolaridad...

-Tú eres mío -le digo señalando su pecho con mi dedo índice- Pero yo no soy de nadie

-Entonces yo seré de quien yo quiera -me responde y sé que lo hace para enfadarme

-Oh Brad, no tengo ningún problema en ir y partirles la cara a esa panda de putas con las que antes follabas y aún te siguen zorreando, lo que sí tengo y no me faltan son ganas, muchas ganas de machacarles la cara y sacarles los ojos para que no te miren y deboren con ellos. Sé por donde vas, así que no hagas que me cabree de verdad por que sabes que no les tengo ningún miedo -sonrie con un brillo extraño en los ojos y eso me confunde- ¿Ahora porqué sonríes? Parece que disfrutas enfandandome

-Disfruto viéndote celosa -me responde y yo alzo las cejas, me incorporo para levantarme del sofá pero él me agarra el brazo y me tumba a su lado- Mi amor, Emma, por supuesto soy tuyo, todo tuyo-yo sonrío ya más calmada y él entrelaza nuestras manos- Pero tú serás mía hasta el día que me muera. Y lo sabes, pequeña

En cierta manera, me ha llenado de ilusión el que me diga que soy suya, pero aceptemoslo; que un chico te diga soy tuyo hace perder la cabeza a cualquier mujer...

Sentir lo que estoy sintiendo últimamente, me ayuda a ser feliz, pero si me pongo a analizar la situación -es mi hermano, pronto se irá a la universidad y demás...- me da miedo. Sí, es miedo. A acabar enganchada a él y tener que soportar después el ver como se va de casa y no tener ningún contacto -salvo el telefónico- y lo peor; tener que estar guardándome el dolor para mí sola. Porque esto no se lo puedo contar a mis amigos, menos a mi madre. A nadie, debo callarme y, ¿hacer qué? Llorar cada noche lamentándome por haberme dejado llevar hasta acabar en una tan lamentable situación ¿? Joder a veces odio este afán que tengo de pensar las cosas y darles miles de vueltas, porque siempre acabo quedándome con más contras que pros... Y duele.

No Me Olvides [1] +18 ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora