—Brad...
—¿Uhm? ¿Qué pasa? —Pregunta él agitado y yo sonrío.
—¿Estás nervioso? Que yo sepa es mi primera vez, no la tuya... —él rueda los ojos con una media sonrisa.
—Tengo miedo —las palabras salen de mi boca más honestamente que nunca, mientras miro el techo para no ver cómo se pone el condón.
—Todavía estás a...
—Llevo mucho tiempo esperando esto, sólo estoy... nerviosa —digo interrumpiéndolo y él sonríe dándome un tierno beso en los labios.
Se coloca mejor entre mis piernas y se tumba sobre mí sin echarme su peso mientras me quita las bragas despacio. Para ayudarlo levanto un momento mi cabeza y caigo en la cuenta de que nunca había mirado su miembro hasta ahora, y al hacerlo, siento que mis ojos por poco se salen de las órbitas. Levanto mi mirada hacia los ojos de Brad y él sonríe —Tú también te dilatas, Emma —me dice y yo trago fuerte. —Tranquila —me susurra acariciándome la cara con sus pulgares mientras me besa dulcemente el cuello. —¿Lista? —Yo asiento nerviosa mientras clavo las yemas de mis dedos en sus brazos y él se remueve un poco entre mis piernas.
Tiende su cuerpo sobre mí, apoyando su peso en sus dos brazos que tiene a mis lados y mirándome a los ojos, va entrando lentamente en mí.
Es difícil de explicar la sensación, pero diré que en mi caso, siento un leve dolor, es un dolor incómodo, y cuando sale de mí ese dolor aumenta por un momento y al mismo tiempo arde, así que me quejo en voz baja.—Shhh... Tranquila, pequeña —me dice, y empuja una segunda vez, pero ahoga mi gemido de dolor en un beso—. Lo siento, ya va a pasar, te lo prometo —me susurra. Los ojos se me humedecen, no porque tenga ganas de llorar, sino por apretarlos por el dolor—. ¿Quieres que pare? —Niego con la cabeza y le doy un apretón en los brazos cuando deja de moverse, para que empiece a volver a hacerlo. Sale, y entra en mí una tercera vez, y sigue ardiendo, y sigo sintiendo ese dolor incómodo que aumenta cuando me dice: —Un poco más fuerte, ¿vale? —Yo asiento apretando los ojos.
—Duele... —susurro apretando la mandíbula.
—Pues mírame, mírame a los ojos, céntrate en ellos.
Dicho esto, lo miro y me penetra un poco más fuerte. Lento, pero más fuerte y un gemido sale de mi boca.
—¿Mejor? —Me pregunta, y yo asiento.
Sigue penetrándome con ese ritmo durante unos segundos, pero luego empieza a hacer movimientos circulares que me dan un placer que nunca había experimentado, y que en nada se parece a lo que me hacía sentir con sus manos, que aunque me gustaba y mucho, no tiene ni punto de comparación.
—Mhmm...
—¿Ya te va gustando, no?
Siento que me pongo un poco colorada pero al mismo tiempo lo ignoro y dejo de sentir vergüenza para empezar a centrarme en la extraña pero que de ahora en adelante será mi favorita sensación en todo el mundo, y es la de tenerlo a él dentro de mí.
—Más rápido... —le digo entre jadeos—. Más rápido, Brad.
Obedece, y se mueve bastante más rápido, entra y sale de mi con más fuerza, haciéndome sentir mejor que en toda mi vida... Besa y lame mis pechos inclinando su cabeza hacia mí mientras que con su mano derecha toca y aprieta mi trasero y muslo excitándome más. Paso mis manos por su ancha espalda y lo aprieto más junto a mí. No quiero que deje de hacer esto jamás.
—No pares... —le suplico—. Dios... Esto es... —besa mi labio inferior y después me tira de él con sus dientes, mirándome a los ojos.
—...Como tocar el Cielo —concluye él, apoyando su frente en la mía cuando empieza a moverse de otra forma.
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No Me Olvides [1] +18 ✔︎
Romance📣 Primera parte de la trilogía. 📣 Contiene palabras mal sonantes, violencia y escenas de sexo explícito. 📣 Micromachismos, posesividad y celos como consecuencia de los problemas de confianza y abandono entre personajes. 📍 Portada hecha por: @...