No Me Olvides [1] +18 ✔︎

Capítulo 39

Nos pasamos un perfecto rato en completo silencio -porque con él nunca son incómodos-, hasta que decidí levantarme, coger el ordenador para poner una película y volver a tumbarme a su lado. Bueno, él tumbado, yo incorporada con el portátil en la barriga.

-Oye, Emma...

-¿Mhmm?

-No es por revolver más, ni nada de eso...

-Tranquilo, di

-Te creo cuando me dices que entre Ian y tú no hay nada, te creo también cuando me dices que no sientes lo mínimo por él en ese sentido... Pero, hay algo que me lleva pareciendo tan extraño desde ayer...

-¿El qué? -pregunto ahora más interesada

-¿De dónde sacaste el valor para ser capaz de soltarme que lo habías besado... Tan tranquilamente? Yo, sinceramente, no hubiera podido decirte algo así de una forma tan... Fría.

-Tenía que enfadarte -le respondo encogiendome de hombros

-Desde luego sabes como hacerlo -Yo río

-Solo para que lo que tenía en mi mente saliese bien, tenía que enfadarte para que de esa manera ni quisieras seguir escuchándome

-Osea que, ¿preferiste que nos enfadásemos, con tal de averiguar si de verdad te estaba engañando?

-Algo así

-Yo no le veo el sentido, ¿qué quieres que te diga?

Suelto una carcajada mientras él confundido, niega con la cabeza.

-Si no te llegas a enfadar, me hubieras estado intentando sacar por todos los medios lo que me pasaba, y yo no podía contártelo porque quería averiguar la... Supuesta verdad.

-Y, ¿no se te ocurrió venir a preguntarmelo directamente?

-¿Para qué? ¿Para que aún así no te hubiera creído y mi desconfianza fuera mayor? Porque, te lo digo sinceramente, no te hubiera creído

-Eso... Duele. Porque yo a ti sí que te he creído aún habiendo sido tú la misma que ha confesado besar a otro. Y yo también soy celoso

-Lo sé, y siento haberme comportado como una estúpida inmadura, ¿vale? Sé que lo hice todo mal, no pensé con la cabeza fría y... Además, tú eres celoso, pero yo más. Y lo sabes.

-No es que seas más celosa, si no insegura. En cuanto sientes que algo te pertenece, quieres amarrarte a ello y no dejarlo escapar. Pero en cuanto pasa algo que sientes se te escapa de las manos... Te pones echa una furia, no por los celos; si no porque no puedes controlarlo. Y eso te provoca... miedo. ¿A qué? -se incorpora y se me acerca un poco más- Piensas que te lo van a quitar, y en realidad nadie lo va a hacer... Es todo producto de tu inseguridad, porque crees que...

-...porque creo que siempre va a haber otra mejor que yo. Y que te guste más, y te irás de mi lado. Me dejarás por ella. Eso es el único miedo que siento. Y vale, sé que es por mi inseguridad, ojalá pudiera echarla de mi vida... Pero no puedo. -le digo negando con la cabeza siendo totalmente sincera

-Di que no es fácil, pero no digas que no puedes. Yo sé que puedes. La inseguridad es una estupidez, y más viniendo de una chica tan increíble como tú. Tienes que tener un poco más de fe en ti. Confía en ti. Y confía en mí, cuando te digo que jamás te dejaría por ninguna otra mejor que tú. -sonríe débilmente y niega con la cabeza- Porque para mí tú eres la mejor de todas.

Siento como una lágrima resbala por mi mejilla. ¿En qué momento me he puesto a llorar?

-Te dije que no quería ser el causante de tus lágrimas