¿Esto es amor?

Prólogo

¿Cómo puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo más parecido a un ángel cuando te sonríe?

Las apariencias engañan y eso lo tengo más que claro.

Todos los días, a la misma hora, lo veía sentado en la misma mesa leyendo un libro.
Se veía tan inocente, tan inofensivo, tan sencillo, tan lindo.
Las chicas lo amaban, él era el platónico de muchas, ¿por qué? no lo sé. Él no era el típico chico popular de la escuela, no era el líder del equipo de fútbol o de bascketball, no tenía una banda, no tenía una novia porrista, no era nada de eso.

Quizá lo amaban por que era un tanto misterioso, o quizá por su físico, porque realmente era guapo. 

Muchos lo envidiaban, era obvio, él siempre tenía la atención de las chicas, hasta de los profesores. Era como si él tuviese una especie de encanto que hechizaba a los demás.

A mi no me llamaba la atención aquel chico, ni me derretía cuando me miraba. No sentía nada por él. De hecho, se rumoreaba por la preparatoria de que él estaba enamorado de mi, tal vez eso explicaba las flores en el pupitre de mi banca, o las cartas en mi casillero. Pero nunca creí en ello, era algo tonto pues jamás me dirigió la palabra.

Un día me senté frente a él en la biblioteca, lo miré de reojo y me di cuenta de que me estaba mirando... cuando lo vi su mirada me penetró. En ese momento, mi piel se erizó, su mirada causo un ligero cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo.
Él me sonrió y continuó su lectura. 

Después de un buen rato cogí mi mochila, me levanté y justo al pasar a su lado para marcharme de ahí él me detuvo agarrando mi brazo con su mano.
Lo miré y el se levantó enseguida para susurrarme al oído "Espera, quédate más tiempo... ¿si?". Yo simplemente me quedé quieta, su voz era gruesa y tenía algo especial... su voz era como una especie de encanto que lograba hechizarte con tan sólo un susurro. Al cabo de unos segundos reaccioné y asentí. 

Hice lo que me pidió y maldita sea, no debí quedarme, debí haberme ido.

Me arrepiento de haberme sentado frente a él, me arrepiento de haberme quedado, pero... ¿realmente estoy arrepentida?