Después de una semana salí del hospital.
Ahora llevaba tres meses con una criatura en mi vientre.
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—¡Sorpresa! —gritaron todos los que conocía al verme entrar al patio de la casa de Natalie.
—Cameron me ha ayudado a organizarla. Debo admitirlo... realmente está cambiando —Natalie me abrazó—. Pero ni creas que sigo aceptando su relación, eh.
—¡Andrea! —exclamó Cameron al verme—. ¿Ya estás bien?
—Eso creo —le sonreí y él me besó.
Fueron unos diez minutos de abrazos, felicitaciones, saludos y besos por parte de todos.
Varios de los que estaban aqui eran amigos míos que conocí en la secundaria, algunos otros, pero muy pocos, eran amigos de la preparatoria y otros eran familiares de Natalie que también eran mis amigos. Y por supuesto, no podían faltar Yenia, Cameron y Natalie.—¡Hey! —me abrazó Yenia—. ¿Cómo has estado?
—Supongo que bien —le sonreí.
—¿Y el bebé? ¿cómo está? —preguntó y tragué saliva muy sorprendida.
—¿Cómo es qué sabes que tengo un bebé? —le pregunté un poco confundida—. Sólo Cameron y Natalie lo saben, ¿acaso te dijeron algo?
—¡Eh, venga Andrea, hay que festejar tu regreso y a festejar que te han aceptado en la universidad de el centro de la ciudad para tu posgrado! —gritó emocionada Natalie, me tomó del brazo y me arrastró hasta el centro de el patio.
—¡Quiero hacer un brindis por esta hermosa mujer! —vociferó mi mejor amiga tomando una copa de una mesa que estaba en el centro del patio... ¿Cómo es que Yenia sabe sobre él bebé?—. Que ha sabido afrontar y superar sus problemas —Jamás le dije algo sobre esto, ¿acaso Natalie o Cameron se lo dijeron?—. Y ha sido muy valiente y fuerte estos años —O... ¿acaso ella fue la que robó los resultados cuando vomité en los baños del instituto? —. Y que todo su esfuerzo esta bien recompensado por una de las mejores universidades ¡Brindemos!
—¿Estás bien, mi niña? —preguntó Cameron sacándome de todos mis pensamientos.
—Parece que te has ido, como si estuvieses en otro mundo, ¿todo bien? —cuestionó Natalie.
—Eh, si —sonreí.
—Bueno, ojalá le hayas prestado atención a mi más emotivo brindis —dijo Natalie y se fue.
—Felicidades, Andy —sonrió Yenia, me dio un abrazo y entró a la casa de Natalie.
—¿Qué pasa Andrea? ¿estás segura de que estás bien? —interrogó nuevamente Cameron.
—¿Le mencionaste algo sobre el bebé a Yenia?
—No, ¿por qué?
—¿Alguien de aquí sabe que estoy embarazada?—Sólo Natalie, tu madre, Frank y yo, ¿por qué? ¿qué es lo que pasa?
—Ah, no nada —le sonreí.
¿Realmente fue Yenia la que provocó todo esto? No, no podía ser posible, ella era mi amiga, jamás me haría algo así...
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—Bebé —Cameron me tomó de la mano y me jaló hacia él alejándome del grupo de amigos con los que estaba.
—¿Qué pasa?
—Ven, quiero enseñarte algo —me tapó los ojos, subimos unas escaleras y poco a poco el sonido de la música de la fiesta se hacía cada vez menos intensa.
—¿A dónde me llevas? —pregunté extrañada.
—Ya verás —murmuró y sentí un ligero viento chocar contra mi—. Mira —me quitó las manos de los ojos y vi un hermoso atardecer, era realmente bello.
El cielo estaba completamente rojo y el Sol se veía inmensamente grande. Las nubes, eran magníficas, los rayos del sol chocaban contra ellas lo que hacía lucir que las nubes estuvieran rodeadas por un borde rojizo.
Estábamos en la azotea de la casa de Natalie, estábamos como a diez metros de altura.—¡Se ve hermoso! —me di la media vuelta para ver a Cameron y él me rodeó la cintura con sus brazos.
—Pero no tan hermoso como tú —sonrió y me besó suavemente los labios—. Gracias por hacerme tan feliz —depositó un beso en mi cuello.Nos separamos, me tomó de las manos y se quedó viendo fijamente mis ojos.
Se veía realmente guapo, los rayos del Sol chocaban en su rostro y el viento alborotaba su cabellera haciéndolo lucir lo más guapo y sexy que de costumbre.
Se acercó lentamente hacia mi y acarició mi vientre.—Prometo cuidarlos —murmuró y me dio otro beso, pero esta vez, apasionado.
—Ejem... —llegó Yenia con 3 copas de alcohol en las manos.
—¿Podrías dejarnos solos? —Cameron se dirigió a Yenia.—Sólo quería brindar por ustedes dos, a solas —ella sonrió y nos dio una copa a cada quien—. ¡Brindémos! ¡por la nueva familia! —los tres copeamos y en seguida Cameron me retiró la copa de las manos.
—Recuerda que tú no puedes beber —mencionó y tiró el alcohol de las dos copas al suelo—. Y yo no quiero volver a beber más, no quiero ser un mal padre.
—¡Ay!, pero que romántico eres Cam —Yenia sonrió y lo abrazó, pero él la apartó.
—Debemos irnos, pronto se hará tarde —Cameron me tomó de la mano y bajamos dejando atrás a Yenia.
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—Gracias por la pequeña fiesta, Natalie —le sonreí y la abracé.
—¿Ya te vas? —preguntó entristecida.
—Si, ya sabes —le dije y le señalé mi vientre.
—¡Ah! Vale, ¡te amo Andrea! —dijo y me abrazó.
Me despedí de todos y luego Cameron y yo salimos de ahí.
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—Prometo cuidarlos siempre, hermosa —me besó y luego besó mi vientre—. Si te pasa algo no dudes en llamarme, vendré inmediatamente —dijo al dejarme en la esquina de la calle de mi casa para que Frank no nos viera. Me volvió a besar y se fue.
El Cameron de antes por fin regresó... ahora más que nunca lo amaba con todas mis fuerzas.
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¿Esto es amor?
Teen FictionAndrea creía que lo que Cameron sentía por ella era amor verdadero. Sí, su amor era especial, pero especial no es sinónimo de correcto. Entre golpes, insultos y humillaciones, Andrea, debe afrontar las situaciones que se le presentan para así sa...