¿Esto es amor?

Capítulo XXV

Llevaba cuatro meses y medio con este bebé que esperaba conocer al mundo.
Afortunadamente Natalie me había dado una especie de corset para embarazada que hacía que no se viera tanto mi embarazo.
El doctor me dijo que no lo usara mucho tiempo, así que sólo lo usaba cuando estaba cerca de mi casa para que Frank o mi madre, que habían aparecido después de semanas, no notarán que seguía embarazada.

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En la madrugada había recibido una llamada, de nuevo era Yenia.
—¿Por qué aún no lo has dejado? —preguntó inmediatamente al contestar.
—¿De nuevo con esto? Deja tus bromas de una vez Yenia —dije un poco molesta.
—¿Bromas? Esto no es una broma, hablo en serio; si no quieres que pase algo peor DEJA A CAMERON.
—¿Me estas amenzando?
—¿Acaso no escuchaste lo que dije?
—Yenia, entiéndelo de una buena vez, Cameron y yo jamás nos separaremos.
—¿Quién dice que no?
—Nos amamos mucho y...
—¡ÉL NO TE AMA! ÉL ME AMA A MI —gritó como una loca. Esto comenzaba a darme mucho miedo. ¿Yenia hablaba en serio?
—¡Él no te ama, Yenia! y jamás lo hará —ya era hora de que alguien se lo dijera.
—¿Qué dijiste?, estás muy equivocada, él me ama mucho más que a ti y siempre lo hara, pronto nos casaremos —al principio no lo creí, creí que era una broma, pero lo decía con tanta seriedad y seguridad que supe que esto ya iba en serio.
—¿"Casaremos"? ¡Estás loca Yenia! Deberías ir a un psicólogo, lo que sientes e imaginas ya no está bien. Cameron NO TE AMA.
—¡ME AMA Y MUCHO! —gritó—. Y ya déjalo de una puta vez o si no quieres que tú maldito bebé desaparezca del mundo, y de paso, desaparezcas tú también con él.
Mi corazón se agitó, Yenia estaba loca, sabía que era capaz de hacer muchas cosas pero, ¿sería capaz de asesinar a alguien?
—¿¡Cómo sabes del bebé!?
—Pero que ingenua eres, Andrea... aunque uses ese maldito corset no podrás ocultar que estás embarazada y tu padrastro volverá a golpearte si se entera que no lo abortaste —dijo y comenzó a reírse.
¿Volverme a golpear? Nadie sabe que Frank me golpeó al saber de que estaba embarazada, sólo Natalie...
—¿Cómo sabes todo esto?
—Idiota... ¡Fui yo la que le entregó los papeles! —declaró y volvió a reírse—¡Hubieras visto tu cara de sufrimiento cuando tu padrastro comenzaba a golpearte! ¡Fue tan hermoso!
—¿¡Estás loca!? ¿¡por qué me haces todo esto!? ¿¡por qué lo hiciste!?
—Todo fue por Cameron... así que ya sabes de lo que soy capaz ¿no?, entonces, escúchame bien maldita perra, o dejas a Cameron o mato a ese bebé.
—¡Estás enferma!—grité furiosa y colgé

¿A quién podía decirle todo esto? ¿a las autoridades, a Cameron, a Natalie?

No, a nadie debía decírselo.

Hace unos años Yenia había hecho lo mismo, pero fue porque estaba bajo los efectos de la marihuana. Yenia suele fumar algunas veces, pero vamos, que persona que está pasando por la universidad no lo ha hecho...

Así que lo volví a ignorar. Supuse que se le pasaría en días.