No hubo otra pelea desde aquel día en mi habitación.
Los días a su lado eran increíblemente perfectos. No habían discusiones, insultos, celos, etc, no, eso se había acabado... o eso fue lo que yo creía.
Todo marchaba perfectamente bien con Cameron, hasta este maldito día...
—¡No me digas lo que tengo que hacer!, ¡si yo quiero beber pues voy a beber! ¡TÚ NO ME MANDAS! —Cameron apestaba a alcohol.
Él me llamó a las 4 de la madrugada para que lo recogiera; cuando lo encontré estaba tirado en la calle con una botella de alcohol en la mano, tenía moretones en su rostro y sus brazos.
—Cameron, tranquilízate por favor...
—TÚ NO ME DICES LO QUE TENGO QUE HACER —arrojó uno de los vasos de cristal que tenía sobre la mesita de noche de mi habitación.
—¡Cameron, para! —rogué para que dejara de seguir aventando cosas—. ¡Puedes despertar a los vecinos!
—¡CÁLLATE! ¿¡NO VES QUE ME TIENES HARTO!? —me tomó del brazo con fuerza y me envolvió en él.
—Hueles a alcohol —hice un gesto de estar asqueada y traté de separarme de él.
—¿Tienes algún problema con eso? —Cameron apretó más fuerte mi brazo.
—Cameron, suéltame, ¡Me estás lastimando!
—¡CÁLLATE! —trató de besarme pero yo me moví para que no lo hiciera.
—¡NO ME BESES! —lo aventé y el dio un traspié haciendo que se cayera al suelo.
—Eres una maldita... —susurró.
—¡Y tú un sucio bastardo! —grité y me moví rápidamente para salir de ahí pero el me tomó de la muñeca y me aventó hacia mi cama.
—¿A dónde crees que vas? —se acostó sobre mi y comenzó a desabrocharse el cierre de su pantalón.
—¡Déjame Cameron, suéltame!
—¡QUÉDATE QUIETA! —Cameron alzó mi blusa y comenzó a toquetearme.
—¡Te he dicho que pares! ¡Cameron! —él bajó mis jeans y comencé a llorar. No quería perder mi virginidad de esta forma. No quería ser violada por la persona que más amo... —¡CAMERON BASTA! —grité muy desesperada y le di una cachetada con todas mis fuerzas.
Él llevó sus manos inmediatamente a su mejilla, se levantó y se abrochó su pantalón.
Me miró a los ojos... él como yo tenía lágrimas recorriendo sus mejillas.
Se levantó sin decir ni una palabra, tomó su chaqueta y se fue de mi habitación tambaleándose.
Me acomodé bien mi blusa y mis lagrimas se hacían cada vez más abundantes.
No lo podía creer, Cameron estuvo apunto de violarme.
Recordarlo hacía que me sintiera sucia, y era peor recordar cada palabra que salía de su boca.
Lo que me dijo me dolía más que un golpe suyo.Ya no me importaba si él llegaría sano y salvo a su casa. No me importaba si le pasaría algo en el camino.
Me hizo sentir mal, otra vez...
N/A:¡Gracias a todas las que siguen leyendo! ♥ De verdad, ustedes me dan ánimos de seguir subiendo capítulos.Gracias a los que votan y comentan. ♥
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¿Esto es amor?
Teen FictionAndrea creía que lo que Cameron sentía por ella era amor verdadero. Sí, su amor era especial, pero especial no es sinónimo de correcto. Entre golpes, insultos y humillaciones, Andrea, debe afrontar las situaciones que se le presentan para así sa...