Capítulo XVIII

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Amanecí en el suelo manchada de sangre por todo lados.
Todo mi cuerpo me dolía. Sentía como si 50 elefantes me hubieran pisoteado.
Traté de incorporarme pero fue inútil. Me arrastré por el suelo para abrir a la puerta cuando un dolor muy potente me invadío desde mi vientre.

"¡El bebé!", pensé inmediatamente 

Vi mi celular en el buro de la mesita de noche y con las pocas fuerzas que me quedaban lo tomé y marqué a Natalie.

—Por favor; ven a ayudarme y llévame al hospital —dije luego luego de que ella contestara mi llamada.



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—¡Andrea! —exclamó Natalie al verme tirada en el suelo—. ¿¡Pero qué te ha pasado!? y ¿¡dónde está tú mamá, o tu hermana!? Tuve que forzar la chapa de la puerta para poder entrar.
Tomó su celular y marcó a emergencias.
—Tranquila, ya vienen.
—Gracias... —susurré.
—Pero ¿quién diablos te hizo esto? ¿¡Acaso fue Cameron!?.
—No culpes a Cameron de todo, él no lo hizo.



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—Puedes pasar, pero sólo diez minutos —dijo una enfermera y dejó pasar a Cameron a la habitación donde yo me encontraba.
Nos quedamos en silencio un rato.
Yo estaba acostada en la camilla conectada a una máquina.
Él camino lentamente hacia a mi y me dió un abrazo.
—Gracias a Dios que estas bien... —susurró en mi oído—. Creí que iba a perderte; creí que iba a perderlos —y rompió en llanto. 
—¿Él bebé? ¿cómo está? —pregunté inmediatamente.
—El doctor dijo que estaría bien, pero estuviste apunto de abortarlo... Sólo debes cuidarte, un golpe más y es posible que... pase lo peor.
Podía sentir las lágrimas de Cameron caer en mi hombro. 
—Todo esto es mi culpa, si tan solo te hubiera cuidado, si tan solo hubiera estado contigo no te hubiera pasado nada de esto y...
Lo callé con un beso y él me lo correspondió.
—No es tu culpa —le acaricié la mejilla.
—Cuando los encuentre van a pagar por lo que te hicieron.

—Todo estará bien Cameron, tú estas aquí, no necesito que ellos paguen, sólo quiero que tú estés aquí.

Cuando Natalie me llevó al hospital le había mentido a todo el mundo. Les dije que unos asaltantes entraron en mi casa y me dieron una golpiza al tratar de oponerme. Todos lo creyeron, estuvieron buscando a los responsables, aunque el único responsable era Frank. No dije la verdad porque sabía que se lo llevarían y mi madre me hubiése odiado para toda la vida.

—Lo siento joven, la señorita tiene otra visita —informó la enfermera acompañada de mi madre.
—Cuídate, princesa —murmuró, me besó y se fue.

—Sólo cinco minutos señora —le advirtió a mi madre y la enfermera se fue.

—¡Hija! —gritó ella al verme.

—¿Qué haces aquí? —pregunté mal humorada.
—¡Hermanita! Me preocupe tanto por ti —Carrie entró sorpresivamente con lágrimas en los ojos—¿Poqué' te pegaron?

—Porque son malas personas —la abracé con fuerza.

—¡Hey! pequeña, tú no puedes estar aquí —la enfermera entró un poco agitada.
—Lo siento, pero quería ver a mi hermanita —dijo entristecida.
—Vete con Cameron, ve a la sala de espera, Carrie —ordenó mi madre.

—Vamos —la enfermera la tomó de la mano y se la llevó.
—¿Estás bien?—preguntó mi madre después de que salieran la enfermera y Carrie.

—¿Ahora si te preocupo, no?

—Perdóname hija.
—¡Me golpeó en frente de ti! y ¿tú?, ¡tú no hiciste nada, absolutamente nada para detenerlo!

—Lo siento, de verdad, lo siento hija.

—¿Acaso lo amas más que a mi?

—No digas eso Andrea...

—¿¡Entonces como permites que él me haga esto!?

—Es la primera y última vez que pasará esto.
—¿La primera? ¿crees tú que es la primera vez que me ha golpeado? ¿estás ciega?... Dime, ¿qué clase de madre le permitiría a un extraño entrar así a la vida de su hija? ¿qué clase de madre permite dejar ser golpeada a su hija por un extraño?

—¡No es un extraño! ¡él es tu padre! y te lo tenías bien merecido hija, ¿por qué no me dijiste que estabas embarazada?

—Porque sabría que te decepcionarías de mi, y ¿cómo puedes darle la razón a todo a Frank?... Él no es y nunca será mi padre, ni siquiera puedo llamarlo padrastro.

—¡Debes aprender a respetarlo!, deberías darle las gracias por mantenernos.
—Él ni siquiera puede mantenerse solo: se gasta todo el dinero que le da la madre de Carrie en alcohol. No sé cómo es que ganó la jurisdicción de Carrie. ¡Eres tú la que lo mantiene!, es un aprovechado y ¿tú? tú estas ciega... ¿acaso no te has dado cuenta de todas las mujersuelas que lleva a la casa, A NUESTRA PROPIA CASA?, él es igual y un poco peor que mi verdadero pad...—No terminé de hablar pues sentí el golpe de la mano de mi madre sobre mi mejilla. .

—No digas barbaridades, Andrea—se levantó y se fue de ahí.


¿Cómo es posible que mi propia madre lo defienda más a él que a mi?
Me sentía destrozada, una vez más.


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