Capítulo XXIX

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Después de dos semanas me dieron por fin de alta.
Afortunadamente él bebé estaba bien. La operación que me habían hecho había salido con éxito.
Cuando mi madre, Frank y Carrie se enteraron de lo suscedido tomaron un avión de regreso.

Los doctores le dijeron todo lo que había sucedido a mi madre y ella le ocultó la verdad sobre el embarazo a Frank para que no me hiciera algo y le agradezco eso.



Yenia y Leonardo se sometieron a un juicio y terminaron sentenciados a la cárcel.
Leonardo por veinticuatro años, por abuso sexual e intento de homicidio.
Y a Yenia la sentenciaron por diesciocho años, pero decidieron dejarla en un hospital psiquiátrico ya que tenía problemas mentales.




Todo iba muy bien, Yenia y Leonardo jamás me volverían a hacer daño, el bebé se desarrollaba con normalidad y yo me iba recuperando de todo lo sucedido con visitas al psicólogo.
Pero Cameron, él, él seguía inconsiente desde que me defendió de ellos dos; aparentemente Leonardo le había dado un golpe en la cabeza y el cuchillo que le había enterrado Yenia pudo haberle causado la muerte. Sólo 3 centímetros de haberlo matado...




Después de que me dieron de alta, Cameron quería despertar, pero los doctores prefirieron dejarlo en un coma inducido, o séa, sedarlo constantemente para que su cerebro descansara, por así decirlo, ya que si se despertaba en vez de traer beneficios lo perjudicaría.  
Yo tenía la esperanza de que él despertaría en unos días, aunque cabía la posibilidad de que no lo hiciera, tan sólo de pensar en la última cosa me ponía la piel de ganilla y me invadían unas ganas de llorar.



No quería perder a la persona con la que tenía los mejores recuerdos de mi vida, auque debía aceptar que también me dio los peores recuerdos, aún así, no quería perder a la persona que más amaba, que más deseaba y que más necesitaba, a la persona que me demostró que lo que promete lo cumple, a la persona que hacía miles de cosas con tal de hacerme sonreír, a la persona que con tan sólo decir mi nombre hacía que me volviera loca, a la persona que con una sonrisa volvía mi día más feliz, a la persona que en un futuro mi hijo llamaría "padre"...



¿Esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora