Pasaron casi seis semanas desde aquella fiesta y no iba al instituto, podía que quizá reprobara el año. Pero ¿qué caso tenía seguir estudiando?, mi vida era un desastre.
Cameron me llamó, tocó la ventana de mi habitación, pero simplemente lo evité; y no sólo a él, también ignoré a Natalie, a Yenia, a Carrie, a todos...
Estuve encerrada en mi habitación, llorando cada día desde esa maldita noche.
Mi madre no se preocupaba demasiado por mi, estaba tan concentrada en su trabajo y en Frank que no se percató mucho de mi animo.No me sentí nada bien esos días, ni psicológicamente, ni físicamente. Me dieron muchas náuseas y no me llegó la regla.
Me preocupé pues podía que estuviera embarazada. Tan sólo pensarlo me dio terror; no quería tener un bebé, no en ese momento y mucho menos de él.Ya no soporté más la idea, me aterró eso, necesité ayuda así que llamé a Natalie, sólo podía confiar en ella.
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—¡Andrea! —gritó emocionada Natalie al entrar por la puerta de mi habitación y me dio un fuerte abrazó.
—Oye, me lastimas —susurré.
—Hija, estaré abajo —dijo mi mamá y cerró la puerta.
—¿Pero qué te ha pasado? ¡estás muy pálida! —exclamó preocupada y se sentó sobre mi cama en frente de mi—. Oh si, si no vas a la universidad mañana y no presentas los exámenes, estarás reprobada. Me he tenido que inventar excusas y justificaciones falsas para que no te den de baja. ¿Por qué no te has presentado? Ni siquiera tu madre fue a dar algún aviso. ¿Qué te pasó?
—Natalie... —murmuré—. Necesito de tu ayuda.—¿Qué te pasó, Andrea?
—Necesito que vayas a la farmacia por una prueba de embarazo.
—¿Prueba de embarazo? ¡Andrea!, ¿ya no eres virgen?
—Sin preguntas, después te lo explico, me urge eso y asegúrate de que no se de cuenta mi familia o Frank.
Al cabo de cinco minutos llegó Natalie agitada con la prueba de embarazo.
—Corrí lo más rapido que pude, toma —me la dio y fui directamente al baño.
Hice lo que decían las instrucciones y esperé.
Regresé a mi habitación y me senté en la cama para ver que marcaba la prueba.
Después de esperar un poco, la miré y las dos líneas aparecieron... mi corazón sintió un vuelco.
—No puede ser, ¡no, no, no!—Oye, tranquila, déjame ver eso... —tomó la prueba e inmediatamente su rostro se llenó de asombro —¡Oh, Andrea!... dio positivo.
—¡Eso esta mal, yo no puedo estar embarazada! —grité, pero no tan fuerte para que mi madre, Frank o mi hermana escucharan.
—¡Tranquilizate, Andrea! Puede que esté mal, así que toma, compré dos por si algo salía mal. Vuélvetela a hacer.—Gracias —la tomé he hice exactamente lo mismo.
—Y, ¿qué da? —interrogó inmediatamente Natalie cuando entré a mi habitación.
—Positivo... —susurré y la abracé entristecida—. No puedo tener un bebé, no estoy lista, mi madre se decepcionaría de mi y Frank me mataría.
—¿Desde cuando tuviste relaciones?
—Hace 6 semanas —le contesté y ella se quedó sorprendida.
—Mira, yo te apoyaré en todo lo que pueda, ¿vale?, y no estés mal, ¡un bebé es una bendición!
—¡Pero no para mi Natalie! ¡tengo sólo 19 y casi 20 años —me acosté sobre la cama—No quiero tener a este bebé y mucho menos sabiendo que el padre es un maldito hombre de mierda...
—¿Quién es el padre?... ¿¡No habías dejado a Cameron desde hace tiempo!?
—¡No fue él! —grité y comencé a llorar al recordar el sufrimiento que Leonardo me hizo pasar.—¿Entonces... quién fue?
¿Debía o no debía decirle a Natalie lo que sucedió? ¿debía mentirle o debía decirle la verdad? No sabía que hacer en ese momento.
Mi vida se fue abajo.
Muchas preguntas invadieron mi mente y la pregunta más importante... ¿debía o no debía tener al bebé?
—Andy —mi hermana pequeña, Carrie, entró a mi habitación con un plato de sopa caliente dando pequeños y cuidadosos pasitos para que no se le derramara el plato—. Le pedí a mamá que te hiciera sopa, creo que te vendría bien ya que estas enfermita.
Natalie inmediatamente guardó las pruebas en su bolso, tomó el plato y lo dejó en mi buró.
—¿Por qué lloras? —preguntó Carrie al verme y corrió hacia mi para abrazarme.
—No es nada, vete a tu cuarto, estoy bien —le dije mientras me limpiaba las lágrimas.
—Hija —llegó mi madre y se recargó en la puerta de mi habitación —.Has estado encerrada mucho tiempo aquí, me preocupas Andrea y no has querido decirme lo que tienes. Al menos deberías salir un rato al parque.
—Ni si quiera te preocupa... —susurré —. No estoy de humor para salir.
—Lleva a tu hermana al parque. Hace un buen día. Natalie debería acompañarlas también.
—Ándale hermanita, quiero jugar contigo —Carrie me mostro sus dientes, algunos le faltaban pero eso la hacía lucir tierna e inocente.
—Está bien, vamos Andrea —Natalie me tomó del brazo y me llevó hasta el parque.
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¿Esto es amor?
Teen FictionAndrea creía que lo que Cameron sentía por ella era amor verdadero. Sí, su amor era especial, pero especial no es sinónimo de correcto. Entre golpes, insultos y humillaciones, Andrea, debe afrontar las situaciones que se le presentan para así sa...