Capítulo 26

1.1K 66 2
                                    

—Así, que estás embarazada.-Habla mi madre, aunque fue más bien una aclaración que una pregunta. Asiento con la cabeza levantando una ceja, esperando su siguente comentario.-¿Cuánto tiempo llevas?-Pregunta reclinándose en el lugar que se encontraba sentada.

Sabía lo que hacía. Me estaba retando y preparándose para soltar un comentario que me hiriese.

—Dos semanas.—Contesté con simpleza. Ella solo se limitó a asentir y a hacer una mueca con su boca.

—¿Y qué piensan hacer cuando nazca el bebé?—Esta vez pregunta mi padre. En su voz hay odio y asco, al igual que en su rostro.

—Cuidarlo...

—Eso lo sabremos más adelante, ahora nuestra prioridad es la salud de Alexia y de el bebé.—Dice Axel interrumpiéndome. El me conocía lo bastante bien como para saber que iba a terminar diciendo algo impropio.

—¿Y tienen en mente mudarse juntos? ¿Casarse? ¿O vivirán separados?—Dice mi madre. Axel y yo nos miramos, no habíamos pensado en nada de eso, como él dijo, nuestra prioridad era la salud del bebé.—¿Aún no lo han pensado?

—Más adelante lo haremos.—Contesta Axel.

—¿Y qué harán para la escuela? ¿Quién cuidará el bebé?—Pregunta mi madre. Axel y yo nos quedamos en silencio. No habíamos pensado en eso. Todo esto era difícil.

—Yo. Yo lo cuidaré.—Habla mi abuela. Mi heroína.

—¿Y qué harán para la universidad?

—Estudiar...

—Nos mudaremos juntos y encontraremos trabajos para mantener las cuentas en lo que terminamos la universidad.—Axel me interrumpe nuevamente.

—Mmm, parece que tienen todo planeado.

—Así es...

—¿Qué te parece esta?—Pregunta Axel lleno de emoción y felicidad.

—Axel, solo tengo un mes, faltan como 2 para saber exactamente el sexo del bebé.—Digo sonriendo por la cara que Axel ponía de emoción cada vez que veía una cuna o ropa de bebé. Estaba sumamente fascinado con este bebé y podía ver que, a pesar de todo, el quería que ya naciese. Yo no estaba tan segura...

—¿Y? Tengo un presentimiento de que es barón.

—Todos los papás dicen eso,¿sabes? Puede ser niña.

—Será barón.

—¿Y si no? ¿Y si compramos todo azul y verde y luego el doctor dice que es niña?—Pregunto intentado convencerlo de que no es buena idea comprar ahora.

—Vale no compramos nada... ¿Nos vamos para casa?—Pregunta un tanto triste y decepcionado de no haber podido comprar algo.

—Oh no, ya que estamos en el centro comercial, vamos a aprovechar algo para mi.—Digo con una sonrisa maliciosa y de victoria.

—Oh no...

—Oh sí papá.—Lo tomo de la mano y lo arrastro fuera de la tienda de bebés.—Iremos de compra para mí. Ya que estoy embarazada mi ropa comenzará a quedarme pequeña.

—No me hagas esto si realmente me amas.—Suplica, casi a punto de llorar. Exagerado.

—Harás tú esto si realmente me amas.—Digo volteándome para mirarle a la cara. Coloco mi mano en su mejilla y le planto un corto beso en los labios.—Será rápido, lo prometo.

3 horas después estábamos Frozen Yogürt gracias a mis antojos. Estar embarazada tiene sus ventajas.

—Me duelen los pies.—Me quejo.

—¡Pues claro! ¡Estuviste andando por aquí tres horas!—Dice en voz alta. Su expresión de cansancio y asombro eran graciosas, lo cual me hizo reír.—Sabes, de quedarte un poco más, te comprabas el centro comercial entero de viaje, así no pasas tanto trabajo.—Comienzo a reír por la gran imaginación de Axel. Se ve como un niño pequeño inocente que es obligado por su madre a ir de compras.

—La próxima vez.—Bromeo con él.

—Eso no es saludable para Henry.—Dice acusándome. Alzo las cejas de asombro y duda.

—¿Henry? ¿Es enserio?—Pregunto achinando los ojos por la falta de imaginación para escoger nombres de Axel.—¿Así llamarás a nuestro hijo?

—¿Qué tiene de malo?

—Que no me gusta.—Axel bufa y come de su yogurt.

—Es lindo.—Se defiende el.

—Sí, al igual que Josefina. ¿Si es niña, quieres que se llame así?—Pregunto retándolo.

—No soy tan cruel, Henry no es feo.—Sigue insistiendo.

—No, pero quiero un nombre, no sé, fuerte.—Explico.—Ósea, uno que no sea Jack, Kevin, Bryan, Josh, Joshua, William.

—Me leíste la mente. ¡Brujería!—Grita haciendo que algunas personas nos miren como bichos raros. Qué niño es. A pesar de que tenemos 17 y vamos a ser padres, el sigue siendo un niño pequeño lo que causa que sonría.—Yo no quiero de nombres de niña ni Gabriela, Andrea, Adriana, Sofía, Juliana ni Ariana.

—Pero son nombres lindos.—Digo apenada de que no me dejará llamar a mi hija así.

—Sí, pero quiero uno único.

—¿Como cuál? ¿Una combinación de nuestros nombres? ¿Axelia?—Digo disgustada con la idea.

—¡No! Julieta, Laura no sé algo así.

—Me agrada la idea...—Sonrío.— Casi lo olvido, mi cita con el doctor es mañana, ¿vienes conmigo?

—No me la perdería por nada del mundo.—Sonríe y toma mi mano.—Alexia, sé que no es un buen tiempo pero...—Oh por Dios, oh por Dios. ¡Me va a pedir matrimonio!—creo que es hora que sepas la verdad de tus padres...—Oh... No era matrimonio.

AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora