Capítulo 4

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No sabía si debía aceptar la invitación de Axel. El era prácticamente un extraño para mi. Obviamente sabía que el no era un psicópata que quería violarme. Y cómo estaba yo tan segura de aquello. El sábado vi como el entraba al cuarto de mi hermana con mi hermana guiándole, ellos creían que estaban solos, pero lo cierto era que obviamente yo estaba ahí. Mi hermana intentó con él, pero el se negó ya que mi hermana tiene novio y es uno de los amigos de Axel. De lo que no estoy segura es de irme y hablar con el de mis asuntos personales. Y si Gloria había hecho un trato con el para fuera mi amigo o al menos hablara conmigo? O peor, y si lo hubiera amenazado?! Sé que Gloria está dispuesta a hacer todo lo posible para que tenga amigos. Antes, cuando los chicos van a la oficina de administración para cambiar una clase o algo, ella solía hablarle a los chicos de mi. De que era una gran violinista y blah blah blah. Pero yo se lo prohibí tan rápido me enteré. Me da bochorno que alguien presuma sobre mi. Aunque daría o haría lo que fuera para que mis padres presuman sobre mi como lo hacen con mis hermanos.

Bueno, el punto es que acabé aceptando la invitación de Axel. Cualquier cosa mejor que estar en casa pudriéndome de aburrimiento.

-Bueno, me vas a contar por que no quieres estar en tu casa?-Pregunta Axel rompiendo el silencio incómodo que abunda entre nosotros.

Al fin y al cabo me encontraba en un parque. Que a la verdad me encanta ya que ver los colores del otoño en este pequeño parque me encanta. Era pequeño pero habían muchos árboles en el.

-No estoy muy segura de si debería hacerlo.-Contesto sincera.

-No confías en mi?-Pregunta Axel.

-No, bueno sí, no, sí. El punto es que son problemas de los cuales solo una persona sabe, y esa persona me entiende y me apoya, pero no estoy segura de que cuando empiece a hablar tu te duermas o simplemente salgas corriendo.-Contesté sinceramente mirando mis manos cabizbaja y moviendo mis dedos nerviosamente.

-Hey, confía en mi.-Dice Axel poniendo una mano sobre mis manos para que yo supiera que podía confiar en el y para que no me sintiera tan nerviosa. Pero que crees? Eso solo hizo que mi nerviosismo aumentara y mi cuerpo de calentara. Pero al mismo tiempo me hizo sentir en que podía confiar en el.

Ladeé la cabeza dudosamente pero al final accedí en contarle a Axel sobre lo que me pasaba. Estuvimos un largo rato charlando. Aunque la verdad yo solo hablaba y el escuchaba, llegué a pensar si Axel se había dormido con los ojo abiertos. Pero aveces el hacía circulitos en el muslo de mi pantalón cada vez que yo me quedaba mirándole para comprobar si se había dormido, o solo me sonreía y yo le sonreía devuelta.

-Tu vida sí que es deprimente.-Dice Axel unos minutos después de yo haberme desahogado con Axel, ya que se había formado n silencio.

-Gracias genio, no me había dado cuenta.-Le sonrío a Axel y bajo la cabeza.

Se forma un silencio pero no uno incómodo en los cuales mueves tus pies o tus dedos incómoda, sino uno lindo.

-Alexia.-Me llama Axel

-Mhm?-Digo y levanto la cabeza para mirarle, pero antes de que pueda mirarle Axel ha atrapado mis labios con los suyos.

El beso era uno largo de esos en los cuales se transmitía mucha baba pero era lento y tierno. Y además de que el beso no fue más allá con esos que la lengua del otro se mete en la tuya para saborearla. Ewwwwwwww. Ewwwwwwww. Vomito, vomito, vomito. Pero obviamente no le iba a hacer eso a Axel.

Lentamente nos fuimos despegando el uno del otro y nos quedamos con los rostros unidos y los cuerpos unidos y mirándonos a los ojos. Axel me sonrió y yo le sonreí de vuelta.

*Dos días después*

Habían pasado dos días desde que Axel me había llevado a aquel parque. Donde nos besamos. No había visto a Axel desde aquel día. Sé que fue un beso de compasión ya que el sabía lo mal que la estaba pasando. Pero pensé que el querría hablarme o yo a él después del beso.

Oh! A quién engaño? Yo lo estoy evitando a el. No quiero verlo. No es por que esté molesta con el, sino, porque me resulta bochornoso hablar sobre eso. Pero tampoco Axel que digamos se toma la molestia de venir a buscarme. Ya ha empezado con sus prácticas de soccer y yo con las mías de violín. Devuelta a nuestro mundo.

Ahh. El beso. Hablemos del beso. No hay nada de que hablar. Solo fue un beso comprensivo y para darme a entender de que yo podía confiar en él. Pero que manera más rara para darme a entender que podía confiar en el. Así que no tenía que hablar nada con Axel acerca del beso. Aunque sí, había una cosa que me preocupaba. Y era nada más y nada menos que el se lo contara a alguien como a mi hermano. Eso sí me preocupaba. Así que la próxima vez que le viera iba a hablar con el.

Ya eran las 4 de la tarde, lo que significan que tenía que volver a casa ya que mi instructora de violín aún estaba de viaje. Salgo de la biblioteca antes de ser echada por la vieja bibliotecaria que siempre anda con un bastón regañando a los estudiantes que vienen a la biblioteca a hablar o a coger aire o a besarse incluso. Camino hacia mi coche e introduzco la llave en el también puedo usar el botón que hace que se quite el seguro del coche pero no sé porque pero me gusta más introducir la llave (si suena mal no es mi culpa, aunque para mi no suena mal). Dispuesta a abrir la puerta del coche para irme una voz me detiene.

-Alexia, tenemos que hablar.-Dice una voz ronca con firmeza.

Era Axel.

Tanto evitarlo que el consiguió conseguirme a mi.

AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora