Las sábanas y la frisa están cubiertas de sangre. Todo está manchado. Había sangre corriendo por mis muslos, chorros de sangre. Estaba a punto de un ataque histérico, pero el grito fue lo único que pude emitir porque las palabras no salían de mi boca. Estaba muda, en shock. No sabía qué hacer o cómo actuar, pero no importa, estoy segura que con el grito que me he sacado, alguien ya estaría despertándose y corriendo para ver qué había pasado. El bebé... Espero que no haya sido nada grave ni que le haya pasado nada.
-¿Alexia, qué ha... ¿Qué diablos?-Su expresión está llena de horror al ver las sábanas manchadas de sangre. Inmediatamente camina hasta mi y me pregunta si estaba bien o si me dolía algo. Le dije que no y que me llevara al hospital.-¿Quieres que llame a Axel?-Pregunta antes de marcharse para hace todo lo que le dije.
-No.-David solo asintió y se fue dejándome sola. Sabía que tenía que decirle lo que había pasado, pero no podía. Estaba asustada, asustada de lo que estaba ocurriendo. Era posible que hubiese perdido mi bebé, y por la cantidad de sangre que había en las sábanas, lo más probable lo había perdido. No podía enfrentar eso sola, lo necesitaría a él. Pero por ahora era mantenerlo en secreto.
Recuerdo haber llegado al hospital, pero no como me había subido al auto ya que mi mente no procesaba lo que estaba pasando. Me hacía creer que esto no era real, pero al mismo tiempo que sí. Me hacía tener esperanza en que mi hijo seguía vivo y sano.
—Señorita Matthews, lamentamos decirle que ha perdido su hijo.—Mis cejas se elevaron de la impresión. Mis sueños de ser madre, el pensar que nunca sentí una patadita... Quería llorar, gritar, pero sola sin nadie a mi alrededor. Llorar en silencio sin preocuparme que alguien venga a preguntare si estoy bien o no.—Hay que esperar los resultados del aborto y si causó algo grave, tiene que esperar aproximadamente una o dos semanas.—Continúa diciendo el doctor. A pesar de que lo escucho, no le presto atención. Estaba molesta con el mundo y conmigo misma.
¿Cómo le diría a Axel que había perdido nuestro hijo? Estábamos tan emocionados de ser padre y toda esa alegría y emoción se fugó con un abrir y cerrar de ojos.
***
Al día siguiente me encontraba en Starbucks conversando con Violet. Estaba triste, sin embargo, hablar con Violet me despeja la mente y me da consejos. Aún no le he dicho a Axel lo ocurrido anoche, lo cual ha sido un grave error ya que él tiene derecho a saber que ya no estamos esperando un hijo.
—El lado positivo de todo esto es que puedo terminar este último año sin ningún obstáculo.—Hago el amago de una sonrisa pero una mueca de tristeza sale en vez de eso.—¿Cómo le diré a Axel? Se va a molestar conmigo.
—Solo dícelo hoy, no esperes más, solo se lo ocultaste, no es mentira pero si esperas más se convertirá en mentira—me aconseja Violet—además si él te ama verdaderamente se quedará contigo.—Su voz es dulce y tierna, y completamente sincera. No es algo tan difícil de hacer, es solo darle un mala noticia. Pero como no se lo dije en el momento en que pasó, todo se complica.
-Bien, se lo diré hoy, no puedo esperar más.-Saco mi celular para escribirle un mensaje a Axel diciéndole que necesitaba decirle algo importante.
"Bien"-Responde al instante. "Te quiero"
"Yo también te quiero"-Le contesto de vuelta.
***
El timbre de la puerta suena y voy rapidamente a abrirla. Ya sabía quién era.
-Hola.-Saluda Axel con una sonrisa tierna y dulce. No sabe lo que pasa y no quiero decírcelo por que no quiero que esa sonrisa se borre de su cara.-¿Alexia, por qué estás tan pálida? ¿Has estado comiendo bien? Sabes lo que dijo el doctor. Debes alimentarte bien por el bebé.-Sonrío tristemente y me hago a un lado para que él pase.
Miro mis manos nerviosa y pensando en cómo le diré que perdí nuestro hijo de una manera que no duela tanto. Me preocupa cuál será su reacción.
Subimos a mi habitación y cierro la puerta lentamente. El está sonriendo, sin preocupación alguna. Y esa sonrisa inocente me rompe el corazón. Decirle la verdad, solo rompería sus ilusiones, sus sueños. No quiero ser la que se los apague, pero debo hacerlo. ¿Qué he hecho mal para que me pase esto?
—Alexia, ¿por qué lloras?—Pregunta Axel acercándose a mí y secando la lágrima que había caído por mi mejilla.—Ah, ya me acordé. El embarazo te pone sentimental.—Me envuelve en un abrazo para confortarme. Pero eso solo hace que quiera llorar más.—Todo va a estar bien.—Pasa su mano por mi cabello mientras me abraza.
Lágrimas se deslizan por mis mejillas descontroladamente. Axel solo me consuela. Sin saber lo más mínimo lloraba.
—Axel...—El solo dice que no hable y que llore, pero debía decirle ya.—Axel el bebé... El bebé se...—Pero cuando ya se lo iba a decir, su teléfono suena y me interrumpe. Axel lo deja sonar hasta que se calla, pero luego continúa sonando sin cesar.
—Lo tengo que coger.—No me suelta ni cuando coge su teléfono para descolgarlo.—¿Papá?—Escucho lo que Axel habla con su papá. Parece ser algo importante porque Axel escucha muy atento y con las cejas fruncidas. Su expresión cambia de confundida a preocupado. Me mira con la mirada preocupada y triste y escucha las indicaciones de su padre.
—¿Qué pasa?—Pregunto sin llorar. Estaba preocupada por él.
—Mi mamá... Ha tenido un accidente.—El comienza a llorar por su madre y ahora yo soy quien lo abraza. No sabía si estaba muerta, pero juzgando a cómo lloraba Axel, parecía grave.—Esta en estado inestable. Es posible que no sobreviva o si no que quede en estado vegetal. Al menos tengo a mi pequeño...—Se agacha para besar mi estómago y hablarle a un vientre vacío...
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Alexia
Teen FictionAlexia, la chica rara del colegio sin amigos, la que es invisible para sus padres ya que es la hija del medio. La que supuestamente no tiene talentos para hacer deportes solo para tocar el violín. La chica que tiene una vida miserable. La chica que...