Capítulo 15

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Estaba en la cocina buscando un paquete aspirinas como loca. Ayer la he pasado bien, puesto que fue la primera vez que he probado alcohol en mi vida. Había escuchado sobre la resaca, que era horrible. Pero no hacía caso a lo que decían o cuando mis hermanos se quejaban. Pero ahora, estoy teniendo la experiencia y es horrible. No sé cómo me he permitido beber. Gracias a Dios que hoy es sábado y no domingo o lunes. Cerré la gaveta de medicamentos de un portazo que sonó muy fuerte. Pero creo que no le hará daño a nadie ya que Madison se quedó despierta hasta tarde y mi hermano, pues, quién sabe dónde está. Posiblemente en una cama de una chica que no sea su novia.

-¡¿Dónde hay una maldita aspirina en esta casa?!-Grité prácticamente.

-¿Qué son esas palabras Alexia?-Habló una voz a mis espaldas, lo cual hizo que me girara en un instante.

Eran mis padres. ¿Cuándo habían llegado?

Sé que a ella no le importaba si me sentía mal o bien. Era como si yo le decía me siento mal y siento que mi corazón está a punto de estallar, para ella significaba que me sentía excelente.

-No, se han acabado, si tanto te duele, ve a la farmacia y cómprate un paquete de aspirinas.-Contesta secamente sin importarle mi salud.

Asentí con la cabeza y luego salí de la cocina molesta. Tomé mis llaves de la encimera y mi móvil, lista para salir de ese infierno. Ya fuera de casa, me sentía feliz pero a la vez amargada.

-Dios, ¿qué esto nunca se acaba?-Grité tan fuerte como para que todo el vecindario lo hubiese escuchado.

Mi cabeza estaba a punto de estallar. Sentía punzadas en mi cabeza y tenía unas náuseas terribles. Eso era nuevo. Tenía ganas de vomitar. Miré a mi alrededor, era muy tarde para ir al baño, corrí hasta la verja de arbustos que había en la casa del vecino y vomité ahí.

-Qué asqueroso.-Miré el vómito y me levanté de ahí.

-Muy asqueroso.-Dijo una voz seria y tensa a mi lado.

Me giro y me encuentro con Axel. Él estaba tenso y tenía su puños cerrados. Su mandíbula estaba cerrada y se podía ver que estaba apretándola con mucha fuerza. Puse una cara curiosa y el lo notó ya que intentó bajar la tensión en su cuerpo pero solo un poco.

-Vuelvo ahora, voy a enjuagarme la boca.-Entré en mi casa prácticamente corriendo.

-Bien. Ya estoy aquí.

Axel se ríe y baja su cabeza.

-Te he escuchado gritar desde hace 4 bloques. Veo que la resaca te está tratando bien.-Se burla de mi.

- Sí muy bien. ¿Vas a hacer algo ahora?-Pregunto.

-No, ¿por qué?

-¿Me puedes llevar a una farmacia a por aspirinas?-Pregunto.

-Hecho. Ya he comprado.

-¿Qué?

-Bueno, siempre llevo un paquete de aspirina porque cuando bebo los domingos los lunes son terribles y es bueno tener aspirinas de emergencia.-Río y Axel también.

30 minutos después, Axel y yo estábamos sentados en una mesa de Starbucks. Yo estaba tomándome un moca late y él un simple café.

Axel parecía distante. Él se reía de mis chistes pero nunca me miró a los ojos. Siempre estaba cabizbajo o mirando a su alrededor. Parecía que él quería evitar mi mirada. Nunca le había visto así. Hablaba muy poco y me daba respuestas cortas. Un silencio se se hizo presente entre nosotros. Era un silencio incómodo ya que Axel no me hablaría y yo sabía qué decir o hacer.

-¿Qué hay sobre la fiesta del viernes?-Pregunto para solamente crear una conversación. Pero luego me di cuenta porque él podría decirme que se había cancelado o que no íbamos a ir.

-Sobre eso...-Parece buscar una excusa.-¿Por qué mejor no hacemos una noche de películas, solo tú y yo? Esa fiesta es de Jack y va a ser una mierda, dentro de dos viernes hay una en casa de Lucas Bass, su casa es una mansión, va a estar mejor.-Por un momento pensé que me iba a dejar tirada.

Sonrío ante su idea. Total, no tenía muchas ganas de ir a la fiesta. No me gustan mucho.

-Y, antes de que digas algo, yo escojo la película.-Se apresura a decir mirándome a los ojos por primera vez y pude notar diversión en sus ojos.

20 minutos después estábamos frente a la puerta de mi casa.

-Te veo el viernes.-Me despido y estaba lista para entrar a mi casa pero Axel me detiene.

Me giro y me quedo frente a él muy pero muy cerca. El mira todo mi rostro y luego mis labios. Aparta un mechón de mi rostro y coloca su mano en mi mejilla. Me besa suavemente durante un minuto aproximadamente. El beso fue suave y tierno. Fue un beso que se sintió real. Ninguno de los dos estábamos tristes. No fue por necesidad.

-Después de una cita siempre hay un beso.-Dice luego que se apartó de mi. Él sonríe y yo sonrío como una tonta.

***

Ambos capítulos cortos pero he subido dos en un mismo día así que no hay por qué quejarse.

Lean, voten y comenten. Thank you☺️.

Ivana💕

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