Capítulo 30.

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Después de lo ocurrido el viernes, Justin y yo no hemos vuelto a hablar del tema. Acordamos no comentar de lo sucedido con nadie, pero es muy difícil ocultarlo cuando Justin tiene un vendaje en su brazo derecho. La mudanza fue ayer y hoy estamos haciendo la parillada en familia, y todos sin excepción, están aquí. Mi madre y Bryan llegaron de Seattle a noche y me han traído a la pequeña Becky para que conozca a su hermana mayor. Becky es una princesa. Tiene los ojos de Bryan y la nariz de mi madre, pero como dice Justin, tiene mucho parecido a mí. Mi padre se encuentra con Jeremy en el asador con la carne, y todos se encuentran metidos en conversaciones, las risas y los chistes nunca faltan.

—Es una casa preciosa Justin, tu y Debby van a ser muy felices aquí.—Le dice mi madre con una sonrisa.

Justin me miró y me sonrió.

—Es lo que más deseo, hacer feliz a Debby.

Yo tenía a Becky en mis brazos mientras le hacia cariñitos.

—Ya me haces feliz mi amor.

—¡Aww! Son tan pegajosos.—Exclamó Litzie.—Son mi pareja favorita.

Todos rieron.

—¿Y tú Nolan? ¿Cuando le pedirás matrimonio a Liss? Mira que ya llevan unos cuantos años encima.—Dice mi madre poniendo colorado a Nolan.

—¡Por fin alguien que me entiende!—Exclama Liss.

—Yo...voy por una salchicha.—Dice Nolan poniéndose de pie y desapareciendo.

Los chicos y yo reímos como locos ante la reacción de Nolan.

—Sigue así Nolan Hunter, terminaré dejándote y casándome con el primero que cruce la calle.—Dijo Litzie cruzándose de brazos.

Reí.

—Calma Liss, sabes que Nolan siempre se asusta cuando le mencionan la palabra matrimonio, pero no quiere decir que no te lo va a proponer algún día, ese chico te ama.—Le dije.

Suspiró.

—Como sea, todos se casarán menos yo, seré una vieja soltera dueña de siete gatos.

Negué divertida.

—Tómate una cerveza Liss, tal vez dejas de decir tonterías.—Le dijo Justin muerto de risa.

—¡Cállate Justin!—Golpeó a Justin juguetonamente en el hombro y Justin se quejó.

—Perdón, se me fue la mano.—Dijo Litzie disculpándose.

Justin negó con una mueca de dolor.

—No, no es nada Liss, es que me golpeé con la puerta esta mañana y aún me duele.

Me miró como pidiendo ayuda.

—Mamá, sostén a la nena un momento.—Mi madre tomó a Becky en sus brazos.—Vamos dentro mi amor.

Justin asintió y caminó hacia la casa. Entramos al baño y se quitó la camisa para revisarle la herida.

—Dios, está infectada Justin.

—¡Ah!—Se quejó del dolor.—Duele.

—Voy a buscar a Jade, ella es enfermera y puede curarte.

Justin negó.

—Después tenemos que darle explicaciones Debby.

Suspiré.

—Pues se la daremos, pero tienen que verte y curarte esa herida.

Cuando iba a salir del baño, mi papá venía entrando y se fijó inmediatamente en el brazo de Justin.

—¿Pero que te pasó ahí Justin?—Reaccionó inmediatamente.

Ámame Hoy y Siempre #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora