Capítulo 23.

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Hoy nos iríamos de día de playa con todos los chicos. Mi padre y Claudia salieron de la ciudad hacia Miami unos días para su luna de miel y como habíamos quedado, nos escapamos para pasar un día entre amigos. El padre de Cameron tiene una casa en la playa la cual nos la facilitó para pasar el día y la noche, y es fantástico, teníamos mucho que no salíamos a disfrutar entre todos. Cameron abusó un poco de la confianza de su padre y además de pedirle prestada la casa de la playa, también le tomó prestada una Minivan Nissan de las de su empresa para el trayecto. Lo bueno es que Bruce Lewis es muy buena persona y le da todos los gustos a su pequeño hijo. Justin venía conduciendo y yo de copiloto. Los demás venían detrás cantando a todo volumen las canciones que ponían en la radio.

—Tengo en mente varios juegos que quiero que hagamos. ¡Va a ser divertido!—Celebró Litzie emocionada.

Todos reímos ante su actitud.

—Conozco tus juegos Liss, vienen llenos de perversión.—Dijo Kourtney.

—Bueno, todos aquí somos adultos, podemos hacer lo que queramos.—Se defendió.

—Todo lo que quieras Liss, solo no se te ocurra hacer juegos tipo Proyecto x.—Reí.

—Si en todos tengo que besar o toquetear a mi esposa, por mí no hay problema.—Dijo Justin con una sonrisa picara con la mirada en el camino.

—¡Awww!—Gritaron todos llenos de ternura.

—Eres un mantenido McBroom, no puedes estar si no es toqueteando a Debby.—Expresó Nolan muerto de risa.

—Si, Nol tiene razón.—Expresó Dylan.—¿Qué tal si Debby no quiere hacerlo esta noche y tu con toda tu testosterona no te puedes aguantar?—Dijo aguantándose una carcajada.

Justin se detuvo en un semáforo y me miró alarmado.

—¿Es eso cierto Debs?

Reí por su alarmante mirada.

—¡No les hagas caso!—Dije estallando en una carcajada.—Yo siempre quiero contigo mi amor.—Dije toda picarona.

Justin sonrió y me acerqué a depositar un pequeño beso en sus labios.

—¡Debby no le alimentes el ego!—Gritó Litzie a lo que todos reímos.

Justin se adentró al tráfico de la ciudad una vez más.

—¡Sube esa canción, me encanta!—Chillaron las mujeres al unísono.

Reí y le subí al volumen mientras las escuchaba cantar a todo pulmón. Justin estacionó frente a una casa de campo preciosa. Los chicos comenzaron a bajar del carro todos emocionados y sacando todas sus pertenencias. Justin bajó del auto y lo rodeó para abrirme la puerta y ayudarme a bajar. Desde que se enteró que estoy embarazada de mellizos es más el cuidado.

—Justin, mira a quien te traje.—Señaló Dylan una preciosa guitarra.

Fruncí el ceño.

—¿Tocas?

—Lo hacía si, pero desde que murió Jaxon no volví a usarla.—Se encogió de hombros.

—Pues hoy la volverás a usar, es muy bueno Debby.—Me dijo Dylan mientras entraba el equipaje dentro.

Me volteé para quedar frente a mi esposo.

—¿Cómo no me enteré antes?

—Nunca hablaba de eso, simplemente tocaba en la oscuridad de mi departamento, pocas personas lo sabían.

Mordí mi labio inferior y una sonrisa dulce se formó en mis labios.

—¿Así que me cantarás esta noche?—Dije de forma sensual.

Ámame Hoy y Siempre #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora