Hoy es el cumpleaños número veinticinco de nuestra altanera Liss, y quiero que este día sea especial para ella. El día de ayer me fui de compras con las chicas y cada una le compró un regalo a Liss, y estoy segura que le va a encantar lo que cada una le ha comprado.
Camino hacia el baño de mi habitación para recoger el desorden que dejó mi bello esposo, últimamente se ha puesto más desordenado que nunca. Buscó una toalla para limpiar el espejo, que por el vapor del agua caliente se ha empañado y cuando veo mi imagen, veo que de mi nariz está cayendo una gota de sangre.
Me detengo en mi jornada y me quedo paralizada al ver la gota bajar. ¿Qué significa esto?
Tocan la puerta del baño.
—¿Debs?—Me llama Justin.—¿Estás ahí?
Rápidamente tomo un poco de papel y limpio mi nariz.
—¿Debs?—Vuelve a llamar y esta vez forcejea la manilla de la puerta.
—Voy, ya voy.—Dije mientras me veía en el espejo y me limpiaba bien.
Tiré el papel por el inodoro halando la palanca para que baje. Abro la puerta y Justin estaba con el ceño fruncido.
—¿Qué hacías?
—Estaba ordenando un poco.
Me siguió mirando confundido.
—¿ Y por qué cierras la puerta?
—No la cerré, debió cerrarse sin darme cuenta.—Dije nerviosa.
Caminé al espejo de la habitación y tomé el cepillo para peinarme el cabello. Justin se detuvo detrás de mi y vi su figura por el espejo.
—Maggie nos ha hecho el desayuno. Tu madre y Bryan están abajo con la pequeña Becky.—Me sonrió.—¿Vamos?
¿Qué me está pasando? ¿Por qué sangró mi nariz? Eso nunca me había pasado.
—¿Debs?—Dijo Justin sacándome de mi trance.—¿Estás bien?
Asentí.
—Si, vamos.
Me sonrió depositando un beso en mi mejilla, luego salió de la habitación. Me miré al espejo una última vez. ¿Qué me está sucediendo? Bajé las escaleras y me acerqué al comedor, donde mi madre y su esposo estaban.
—Buenos días.—Canturreé.
—Buenos días princesa.—Me saludó mi madre muy sonriente.
—Buenos días Debby.—Dijo Bryan con una sonrisa.
—Hola Bryan.—Me acerqué a la pequeña que se encontraba en el coche.—Hola princesa. ¿Cómo amaneciste?—Dije con voz de bebé.
La bebé sonrió como si me entendiera y movió sus manitas al aire, sonreí y me senté al lado de Justin para desayunar.
—¿Qué tal el Hotel mamá?—Le pregunté mientras cortaba algo de fruta.
—Muy bien, es muy bueno pero muy caro, le he dicho a Bryan que nos podemos ir a uno más económico durante nuestra estadía en Nueva York, pero no quiere.
—Rebecca, te he dicho que no te preocupes, el dinero no es problema preciosa.—Replicó Bryan.
—Bueno, en mi opinión, deberían de quedarse aquí, con Debs y conmigo, la casa es bastante grande y por el pequeño tiempo que estarán en la ciudad, no es ningún problema.—Ofreció Justin.
Mi madre miró a Bryan y luego a mí.
—No lo sé, de verdad no queremos ser una molestia.
—Mamá por favor, que molestia ni que nada, si eres mi madre por Dios.—Sonreí.—Se quedan, no hay excusas.
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Ámame Hoy y Siempre #3
RomanceTERCER LIBRO DE LA TRILOGÍA ÁMAME. Todo empieza a encajar a la perfección, solo la graduación y listos para la boda, cuando aparece una sorpresa totalmente inesperada. En esta etapa, Debby y Justin tendrán que enfrentarse a la última prueba que les...