Esta semana ha sido intensa.
Me la he pasado decorando y organizando mi galería de artes. He comprado muebles, estantes, he pintado las paredes, he colocado plantas por uno que otro lado, he hecho mi propia oficina y he contratado a trabajadores, todo esto es un sueño. En unos meses será la inauguración y estoy de un lado para el otro encargándome de todo. Estoy pintando una variedad de cuadros que me están quedando a la perfección y todos están muy orgullosos de mi trabajo.
Justin ha estado ahí a cada momento, ayudándome y apoyándome en todo lo que he necesitado, y se lo agradezco, porque con su trabajo y mi organización para la inauguración de la galería de artes, no hemos tenido tiempo para pasarlo a solas. Mi embarazo va muy bien. A pesar de que sé que a la hora del parto algo puede salir mal, estoy muy positiva y contenta, todo va a salir bien, yo lo sé.
Camino hacia el mostrador de mi galería y me pongo a firmar unos papeles que Liam, mi asistente me había traído. Si, tengo asistente y todo. ¿A qué es increíble?
—Listo.—Dije cuando terminé y le pasé los papeles a Liam.
—Perfecto.—Los recoge y me sonríe.—Debby, Hannah ha estado en la floristería que le has dicho y las flores que quieres van a estar listas para el día de la inauguración.
Fruncí el ceño.
—¿Y por qué no vino Hannah a contármelo ella?
—Me pidió el favor y me dijo que por favor la disculparas. Su madre tenía una emergencia y no podía quedarse con su hijo que esta enfermo.
Asentí sin ningún problema. Conocí a Hannah el día que vino a buscar trabajo donde mi. Ella es madre soltera de un pequeño niño muy hermoso, ella había tenido el sueño de ser una pintora profesional pero haber quedado embarazada le impidió cumplirlos y ir a la universidad era un desafío, por los gastos. Así que cuando vi su hoja de vida resultaba que había trabajado en varias galerías de artes muy reconocidas, pero que terminaban despidiéndola por que siempre tenía que cuidar de su hijo y no le daban el chance.
—Está bien, no hay problema. Le dices que me llame si necesita algo y que espero que Arturito se mejore.
—Eres muy considerada Debby, gracias.—Me sonrió devuelta.—Iré al salón a buscar los folletos para hacer las fotografías y me voy a casa.
—Nos vemos mañana Liam, maneja con cuidado.
Liam me sonrió por última vez y salió del salón. Terminé de ordenar en el mostrador y antes de tomar mi bolsa para salir, recibí un mensaje de mi esposo.
"Ven al salón principal de la galería, estoy aquí esperándote".
Sonreí como una adolescente enamorada y con mi bolso en mano, caminé hacia el salón principal. Velas adornaban la oscuridad del salón, una rica cena se encontraba en la pequeña mesa de centro y el ventanal estaba con las cortinas abiertas dejando ver a todo Nueva York iluminado por sus luces nocturnas.
—¿Y esto?—Pregunté con una tímida sonrisa.
Justin se detuvo a mitad de camino con ambas manos metidas en sus bolsillos delanteros y con esa mirada de "Sé que te vuelvo loca" en su rostro.
—Tenemos mucho que no pasamos un momento a solas, por todo tu trabajo y el mío y pues, pensé que sería buena idea prepararte una cena en tu galería y estrenarla como es debido.
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Ámame Hoy y Siempre #3
RomantizmTERCER LIBRO DE LA TRILOGÍA ÁMAME. Todo empieza a encajar a la perfección, solo la graduación y listos para la boda, cuando aparece una sorpresa totalmente inesperada. En esta etapa, Debby y Justin tendrán que enfrentarse a la última prueba que les...