Ámame Hoy y Siempre #3

Capítulo 33. "Final"

Tres meses después.

El clima estaba como realmente me gustaba, cálido y una brisa fresca hacia que mi cabello se ondeara y golpeara mi rostro suavemente. Caminaba por el Huerto de flores, absorbiendo la paz que me transmitía este lugar. Hoy he estado muy pensativa, y me siento perdida, como si necesitara ayuda para todo.

Hoy cumplo ocho meses de embarazo y por lo que me comentó Miranda en mi última visita al médico, estoy a ley de semanas para entrar en labor y estoy aterrada.
Aterrada porque no sé lo que el destino me tiene preparado, estoy verdaderamente consciente de mis probabilidades de vivir, y eso es lo que más impaciente y nerviosa me tiene, son muy pocas. Yo solo quiero aprender a ser mamá, ver a mis niños crecer, ser parte de sus vidas, pero no sé si eso vaya a ser posible y me cuesta mucho aceptarlo.

Justin ha estado al pendiente de mi a cada instante, es el mejor esposo que una mujer pueda pedir y como me gustaría velar por él de la misma manera en que el lo hace conmigo, es maravilloso. Me siento bajo el árbol de manzanas y me llegaron varios recuerdos a la cabeza, recuerdos que atesoro en mi memoria con mucho amor. Escucho el cantar de los pájaros en los arboles y sonrío, amo este lugar y nunca me cansaré de decirlo.

Litzie y Nolan están a punto de casarse, pero según ellos, están esperando que los mellizos nazcan para celebrar la ceremonia. Le he dicho muchas veces que se casen antes de que yo entre a labor, pero ellos se rehusan, están tan esperanzados en que todo saldrá bien. Jessica y Dylan siguen siendo los mismos locos enamorados, y cada día puedo ver que se llevan mucho mejor y que su relación tiene muchos planes para el futuro. Al igual que Kourtney y Cameron, están todo el día pegados, de un lado para el otro, son tan felices y yo lo soy por ellos.

El tío Jesse, como lo llaman todos ahora, se ha enamorado perdidamente de Lauren, y cuando digo perdidamente, es porque de verdad es algo serio. Jesse no deja de hablar de Lauren, de mencionarla a cada hora del día, pues parece que Lau esta vez se está haciendo esperar un poquito y tiene al tío Jesse desesperado por sus encantos. Escucho unos ladridos y veo a Charming correr hacia mi. Sonrío y frunzo el ceño al verlo aquí. ¿Cómo ha llegado?

—Hey cachorro.—Acaricié su cabecita.—¿Cómo has llegado aquí?

—Ha venido conmigo.

Levanté la mirada y mi hombre estaba con el rostro pálido y parecía como si hubiera corrido un maratón.

—¿Por qué estás tan agitado?

—Porque llevo horas buscándote porque no me dijiste a donde ibas y me he preocupado.

Suspiré con una sonrisa.

Todos estos meses han sido así. Desde que más se acercaba el tiempo para entrar en labor, Justin se ponía más sobre protector que nunca y no me dejaba sola ni un segundo, era frustrante aveces, pero muy tierno al fin y al cabo, él es lo mejor que me ha pasado.

—Ven, siéntate conmigo.

Soltando un suspiro y relajándose un poco, hizo caso a mi petición y tomó asiento a mi lado. Me acurruqué entre sus brazos y él envolvió sus brazos a mi alrededor.

—Debs, no salgas así sin avisar, me va a dar un infarto a los veinticinco y será toda tu culpa.

Reí y besé su barbilla para luego mirarlo a los ojos.

—Estoy bien, no sé porqué te preocupas tanto.

—Pues me preocupo porque será que ya tienes ocho meses y faltan días para que entres en labor y Miranda me ha dicho que no te descuide, y tu no ayudas mi amor.—Soltó exasperado.

Reí una vez más, es la cosa más tierna y dulce del mundo.

—Faltan semanas, no días, y no le pongas mucho caso a Miranda, ese es su plan, volvernos locos.—Reí.