III

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YOONGI

Existían días en los que mi atención total y absoluta estaba puesta en una cosa, mismos días en los que nada más me importaba. Y últimamente estas horas se veían interrumpidos por una constante pregunta, una interrogante que no me he podido contestar y que me distrae de mi vocación e incluso de mi dirección de cansancio, volviéndose sumamente irritante y molesta de solo saber que puedo solucionarme la vida de sencillamente preguntar a las personas adecuadas. Habían pasado al menos dos semanas desde que el comportamiento extraño de uno de los tres más grandes dolores de cabeza, y aparte, más pequeños del grupo comenzara a tener una forma de verse más raro de lo normal, no una rareza infantil, la usual, sino una rareza extraña de solo presenciarse, incluso para ser él. Esta misma cosa, fue la que generó una gran y general cuestión <y me atrevo a decir que preocupación> en los de mente <supuestamente> más madura de este grupo. Seokjin, Namjoon, y yo, no hay más, el resto son puras apariencias de falsa madurez <todos lo somos>. Aunque admitirlo no esté en mi lista de cosas por hacer ni ahora ni en un futuro distante y absurdo, saber que uno de los tres maknaes, uno de los tres consentidos y ruidosos alegres no se encontraba bien, nos hacía cuestionar al mismo entendimiento que teníamos de él. Es poco lo que nos permite comprender de su vida, es poco lo que preguntamos, y es mucho lo que ignoramos de él y su vida privada y secreta. Eso lleva a comprender que entonces existe un algo, un alguien, una razón, o una cuestión que le incomoda con los demás miembros del grupo, o con uno solo, o tal vez con ninguno y es una razón desconocida la que no se puede arreglar. Cosa que no era buena si tenias que verlos los siete días de la semana durante veinticuatro horas, a los chicos, mintiendo cada hora de cada día, cada segundo de cada minuto mirándolos y hablando con ellos. Cada palabra amarga contestando preguntas que deseas solo dejen de formularse. <Conociendo bien esa pesada sensación>

No había mencionado a Seokjin el asunto del armario y sollozos que sé que escuche de parte de Taehyung un día antes de que comenzara a portarse así, tampoco mencione una palabra las veces anteriores, ni siquiera con Taehyung. Con un comportamiento extraño para ser él, en realidad y pensándolo detenidamente no hay mucha diferencia, pero hay notorias disconformidades. Su vista perdida, la de siempre, estas ocasiones suelen ser más repetidas, más prolongadas; reprime y piensa demasiado todo lo que dice, lo piensa y lo calcula con quien y en que tono decirlo, mide palabras que antes solo soltaba a lo bobo; le incomoda la presencia de alguien, le incomoda al grado de resultar en un gesto grosero su salida del lugar; no come a horas adecuadas, ni siquiera en cantidad o calidad, y puedo jurar que duerme menos que yo; la peor parte, es que simula estar en perfecto estado con el dolor colgando de cada parte de su ser. Comenzó a causar revuelo en la mente de Seokjin hace unos días, y la misma cantidad de días llevaba animándonos a Nam y a mí de tener una "amena charla de intervención". Él no estaba bien y lo sabíamos. Él estaba mal desde hace dos semanas y lo sabíamos. Él ha estado mal desde hace tanto y lo sabía, incapaz de hacer o decir algo. Por ello, estamos en esta situación.

Kim Namjoon, nuestro legítimo líder había ya planeado algo para que Taehyung se quedara a solas con él y la jefa suprema del grupo <todo mundo, army y su propia madre sabe que hablamos de Seokjin, la madre gallina> así que, como parte de este tan "maravilloso bien elaborado e infalible plan de dos minutos de preparación" recalco, "sin fallas", mandó a Hoseok con Jimin al estudio, para que ambos adelantaran parte de las siguientes pistas o se ayudaran en proyectos individuales (de tenerlos), Jungkook, elemento clave en esta operación de salvación <según Seokjin, aka el chico de las frases maravillosas>, nos había hecho el gran favor de salir con uno de sus amigos. Gracias a él, <a su gran pasión y motivación por el chisme... no, no, perdón, por la información recaudada para la salvación de su mejor amigo>, las sospechas de Seokjin, Namjoon y mías se confirmaron hace días, y no solo eso, hubo un convencimiento colectivo, pero en silencio personal, de que esto tenía un periodo más extenso que solo dos semanas. Todos lo callamos, lo sabíamos, pero preferimos callar, por miedo, o por vergüenza de no habernos dado cuenta, o en mi caso, de no haber hecho nada antes. Por mi parte decidí contribuir al plan de Namjoon quedándome en casa, a dormir. Ambos chicos, uno de ellos mi hyung tan enfadado y frustrado, trataron de convencerme para que estuviese presente, pues cuando se trata de hablar conmigo de algún tema serio no hay escapatoria con burlas ni excusas o torpes respuestas, Taehyung sabe que yo no juego, pero como hay cierta preferencia por sus otros dos hyungs sabemos que tratara de convencerlos sobre que nada malo le sucede. Lo intentará y lo lograra. Siempre lo hace, y casi siempre opto por creer en él. Mas no esta vez.

Así que sin tomar mucha importancia al asunto me quedé en mi habitación a dormir, con el peso de días tan agotadores que resultan una burla para mi estado consciente; pero tras unos minutos, la misma conciencia agotada comenzó a molestarme. Privándome del hermoso momento para dormir, del profundo silencio, de la oscuridad. Era cierto que el escandaloso <número uno en mi lista> me había confiado algo hace ya unos años, algo que incluso no quiso o no pudo compartir ni con Jungkook. Tome en ese momento la decisión de alejarme un poco de él, se que cuando ve el apoyo de alguien más jamás dejara de molestar, no se detiene hasta que su vida esta resuelta  y la de su apoyo es una miseria; y yo en esos casos no soy paciente, no resistiría su mierda de sentir, no si la mía esta igual, o al menos por aquel tiempo lo estuvo. Desde ese momento se ha portado algo más distante a todos, pero sin hacerlo notar. Y es algo sorprendente de él. Alejarse sin provocar tantos daños. Pero yo me dí cuenta, lo hice porque si de todos se alejo al menos un poco, conmigo que casi no charlaba, el contacto fue reducido al grado de apenas unas palabras a la semana. No miento, me dolió <acabo con lo bueno de mi día a día> pero de cierta manera lo entendía, o traté. Pero me canse de su silencio, de su mala dirigida autocompasión. Y abandoné mi preocupación.

Taehyung a esta hora seguía dormido, así que supuse Jin y Nam estarían planeando como hablar con él. Yo quería darme un golpe tan fuerte para obligarme a dormir, y seguro no funcionaría. Algo en mi cabeza se había encendido ya, y no encontraba como apagarlo. Me sentía en los primeros meses de conocerlo, preocupándome de su integración en una vida de Seúl, de la capital y no más Daegu, adiós dialecto, adiós costumbres; un horror por la integración y aceptación. Perdido, luchando contra todo, tan valiente, tan torpe, tan victorioso. Esta ocasión luchando contra algo que yo no conocía, algo que me daba tal curiosidad que robaba el sueño, todas las fases del sueño.

Cansado de no poder conciliar el sueño, y cansado en general, me levanté algo molesto a la habitación de mi amigo que compartía con el chico problema del día. En el pasillo, cerca de la cocina, estaba el líder y Jin. Sin pensarlo entre a la habitación del mayor de los Kim haciendo oídos sordos a sus preguntas, a sus gritos y a mi propio juicio. Abrí las cortinas casi arrancándolas de su lugar y destape el delgado cuerpo de Taehyung, quien se levantó algo alarmado y molesto, despeinado con confusión mirando a todas direcciones hasta enfocarse en mí. Sus ojos estaban rojos, y bajo ellos había un pequeño rastro de ojeras futuras, tan grandes y oscuras que el maquillaje sería cargado. Se sentó al borde de la cama y tallo sus ojos con los puños de su camiseta, soltando un bostezo en el acto. Todos movimientos tan cansados que me regresaron las inmensas y deseosas ganas de dormir, incluso ahí en su cama, caliente y cómoda, como bien podría estar yo descansando. Suspiro después tan aburrido que pude incluso olvidar el porque mi repentino arranque de energía a mi descubrimiento de su actuar actual.

Pero la tristeza emanando de todo él me repitió las preguntas sin respuesta y me grito el motivo de preocupación.

-¿Qué es lo que a causado que tú, Kim Taehyung, se porte de una manera más extraña de lo normal?- lo mire a los ojos vidriosos que tenía.

Seokjin desde la puerta me veía molesto <conmigo jodiendo aquel maravilloso bien elaborado e infalible plan de dos minutos de preparación> listo para arrancarme la lengua de un golpe limpio en la cara. Supongo que mi manera de afrontar las cosas no se parecen a las de él. Sin embargo, nada dijo ni nada espero que Namjoon dijera. Puedo ser grosero <efectivamente y a toda conciencia lo soy>, pero los ataques de mis preguntas a nadie tienen descontento en esta charla mañanera de intervención. Grosero y violencia son mi segundo y tercer nombre <me pregunto cómo es que sigo con vida, y cómo es que he logrado vivir tantos años, mal, pero vividos después de todo. Seokjin seguro ya me ha linchado más veces de las que me ha agradecido>.

The Way I Love You | myg.kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora