XII

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03:07 a.m.

En un apartamento, pequeño y abarrotado de regalos, ahí donde habitan siete chicos se supone reinaba el silencio <los rugidos de un dragón serían menos estruendosos que los ronquidos de uno> En la habitación que estaba ocupada por el mayor entre ellos se encontraba su compañero de cuarto, el segundo menor de la agrupación , incapaz de conciliar el sueño. Sus pensamientos e ilusiones no le dejaban la conciencia tranquila, le llevaban de regreso a una sola cosa. A una sola persona. Ese ser viviente que justamente se encontraba en la habitación al final del pasillo en aquel taciturno apartamento.

Ese hombre llevaba horas escribiendo la misma canción, pero el resultado era nada parecido a lo que él esperaba.

Todo por culpa de un individuo menor que él.

Esa persona que llevaba varias semanas rondando por su cabeza, generando rimas con su nombre, sueños con su presencia, sonrisas espontáneas por su recuerdo efímero pero poderoso, mejorando su día. Sin tenerlo planeado en ocasiones su nombre acompañado de su elegante y enérgica presencia se hacían participes de alguna escena indecorosa que siempre terminaban plasmadas a la mitad de las letras de sus canciones. Cosa que le gustaba, le gustaba escribirlas, pensarlas. Le agradaba demasiado quién era el protagonista de sus fantasías. Fantasías que pensó jamás tener con él. Enrojeciendo su rostro y calentando su corazón, llevando a su alma a un plano existencial que resultaba casi irreal.

YOONGI

Arrugue la hoja que por tercera ocasión tenía, muy descriptivamente, las palabras <evidencia de mi frustración sexual> que pensé jamás relacionar con alguna persona. No una persona como lo es él. Pero aún así, no tenía la intención de negar que pensar eso me gustaba, y mucho, me mantenía activo y mi mente estaba tan acelerada que incluso los dolores de cabeza se los debía a él <y que dolores tan placenteros...>. Imaginarlo haciendo tales gestos que son de intimidad, escuchar aquellos sonidos de confidencialidad, simplemente soñarlo a él debajo de mi ambos en un estado de excitación tan abrumador que me aturde de mi realidad. Era la maldita gloria.

Me recargue en el respaldo de la silla con la mirada perdida al techo mal iluminado, con los brazos colgando a mis costados y sintiendo las gotas de sudor resbalar por la piel de mi espalda. Por esta noche <y muchas otras atrás> me rendía a tratar de escribir la canción que lleva un tiempo en mi cabeza, las ideas no estaban claras, eran difusas y siempre terminaban siendo suplantadas por otras imágenes y sensaciones más embriagadoras. Apagué la computadora, me quite los pantalones de mezclilla y la camiseta que traía sintiendo parte del sudor ser arrastrado al resto de mi cuerpo <no me gusta bañarme, pero me hace falta en este momento. Quizá mañana, con calma y ganas que no tengo ahora>, me detuve cuando escuche a través del silencio casi sepulcral de la noche una puerta cerrarse. Salí de mi habitación buscando a quien había reventado la burbuja de ausencia auditiva <y de vida prácticamente, nadie estaba despierto a esta hora. No tenían porque estar despiertos>, llegué a la cocina en donde una tenue luz blanca se extendía por el piso como una franja divisoria con el resto del pasillo, siendo todo  lo que se podía ver en este  momento. Empujé la superficie fría de madera y pude ver la espalda de alguien, cubierta por una camiseta gris mientras parecía estar haciendo alguna travesura matutina.

-¿Qué haces despierto? - pregunte sin saber exactamente a quién. Sintiendo el frío comenzar a apoderarse de mi cuerpo entero cubierto de nada más que ropa interior.

Al individuo que aún no era capaz de reconocer se le cayó un paquete de galletas que llevaba en la mano. Se dio la vuelta con prisa y pego su espalda a la alacena de ahí. Por poco escupe lo que tenia en la boca, sus mejillas previamente pálidas comenzaron a colorearse de un carmesí tan poco común, con tal encanto a las malas sensaciones que resultaba cómodo de ver; bajo la mirada al suelo, en el lugar donde aquellas galletas descansaban.

The Way I Love You | myg.kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora