XIX

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YOONGI

No había cosa o persona que odiara más que a él. Cada centímetro de su estúpido y ridículo ser. Cada acción, palabra, pensamiento o sentimiento en relación a él lo odiaba con tal fuerza que me comenzaba a enfermar.

El cambio y asignación de compañeros para quienes teníamos habitación propia había sido <por completo y "justificadamente"> con la intención de que durmiera en la misma habitación que yo, de poder compartir por primera vez un espacio con él. Que nadie se interpusiera a que yo disfrutara verlo dormir, o escuchar aquellos extraños sonidos que hace, de cuidar su salud emocional mientras más cerca de mi estuviera. No era porque no soportara ni un minuto <porque estaba de más tocar, reír y charlar> que estuviese cerca de Jungkook en mi presencia, que lo eligiera siempre <porque su mejor amigo era requerido por mi mejor amigo>. Pero tal parecía que el resto de los chicos estuviesen en mi contra, porque únicamente yo le pedía a Seokjin hacer el cambio a como se había establecido en un principio; siendo el mayor no era capaz de mantener su palabra, a mi.

Cuando llegamos al apartamento tomamos turnos para pasar al baño y prepararnos para descansar. En todo el apartamento había solo dos baños, el del pasillo y en la habitación que ahora sería únicamente de Seokjin. Estos casos donde quien entra primero se baña primero me brindaban un buen tiempo para dormir antes de asearme, entonces los primeros torbellinos en busca de higiene fueron Jimin y Jungkook. En la cocina, el primer lugar al que Seokjin entro, comenzaba a escucharse ruido casero preparando emparedados simples y aburridos, Hoseok estaba allí a su lado "ayudándole" a que los ingredientes no se escaparan, encerrándolo a antes en su boca y deglutirlos. Namjoon se había quedado con el manager en la agencia hablando de un tema que a nadie nos llamó la atención suficiente como para esperarlo. Yo me tiré en el sofá de la sala y encendí el televisor sin encontrar nada realmente interesante que ver, solo adormeciendo mi cerebro aún más.

Taehyung apareció en mi campo visual sentándose en uno de los dos sillones individuales pasando delante de mí con pasos arrastrados en la alfombra, llenando la sala con el ruido de un golpe seco generado por dejarse caer. Se veía agotado, más de lo normal y mi instinto natural de rapero <y de hyung pocas veces responsable y cauteloso con sus dongsaengs>, me decía que ignorar lo que veía era mejor, yo me decía que lo único que era capaz de ignorar era la estúpida televisión. Me sentía culpable de solapar todo en cuanto a su persona respecta, las cosas importantes para él. No era justo y tampoco era sano; necesitaba y quería ayudarlo. Solo que no sabía cómo conseguirlo sin sentir que cometía los mismos errores previos a dejarlo atrapado en el techo del edificio. Cuando no me permití en ningún momento hablar con él, apoyarlo en lo que fuera que le causará daño.

Suspiró un par de veces antes de recostarse mirando al respaldo del sillón. Sin pensarlo mucho, ni considerarlo un comportamiento extraño, tomé la cobija sobre la que estaba recostado y en un movimiento rápido la puse sobre él, no supe si se percató de aquello, pero a mí me hizo sentir menos basura de ser humano. Namjoon se presentó justo cuando estaba haciendo esa magia y malabarismo con la cobija de Totoro... me miro raro pero luego suspiró con cansancio y se dirigió al baño recientemente libre, Jimin apareció por el pasillo vistiendo unos calzoncillos y una camiseta blanca lo suficientemente larga para no mostrar aún más. Nos saludo a ambos y continuó secando su cabello con algo de fuerza y demasiado ruido para mi gusto.

Bajé el volumen de la televisión y escuché a Jin llamarme desde la cocina, al entrar un plato con cinco sándwiches estaba ya sobre mis manos. "Entrégalo a los chicos" me dijo antes de empujarme de regreso al pasillo. Caminé a paso lento y pesado, una vez de regreso en la sala deje el plato sobre la mesa y volví a sentarme. Jimin le había cambiado de canal y le había subido el volumen pero ni siquiera estaba en el lugar, solo causando ruido innecesario. Apagué el televisor y me senté en la esquina del sofá que estaba más cerca de donde se encontraba Taehyung, procedí a mirarle fijamente, esa respiración lenta, pausada, espesa siendo lo único audible en el espacio en que estábamos los dos. Y así como sería nuestra forma de compartir habitación, de haberse hecho el cambio como había yo querido que fuera.

The Way I Love You | myg.kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora