The Way I Love You | myg.kth

XXXI

RAMÓN (NAMJOONNIE)

En mi entendimiento, y en el de cualquier ser vivo, los eventos suceden de diferente forma, se interpretan de diferente manera, e incluso uno le pone mayor atención a unas cosas que a otras, y si, he de admitir que quizás sea algo distraído, despistado, incluso puedo aceptar el término de "ignorante" en algunas cuestiones. Pero esto es más obvio que el resultado de sumar 2+2 y restarle dos. Jin nunca tiene el objetivo de planear algo, al menos no si hay un segundo plan dentro del primero, y demasiado obvio al respecto. Tanto que sería ofensivo para él solo preguntarlo.

Había algo raro en su forma de mirar a los menores y a Hope, no lo hacía como usualmente al ser la bomba electrizante y activa que normalmente son. Era una atención penetrante de ellos a su teléfono y una hoja de papel medio doblada entre los dedos de su mano izquierda. Esa sonrisa tenebrosa, como aquella que tuvo la primera vez que le tocó a Jungkook usar la lavadora y se negó a ayudarle por un buen rato, y que incluso nos manipulo sabiamente para no prestarle ayuda a bambi en esa ocasion. Doloroso momento debo decirlo. Su silencio y esa concentración me hacían temer a veces de sus planes ocultos, porque no siempre salían bien, e incluso salían cosas que no tenía pensadas sacar a luz, como una caja de pandora. Me acerqué a él una vez estuve listo y me senté a su lado esperando a los demás que para una salida casual se tomaban demasiado tiempo arreglándose, tratando de ver lo que sus garabatos en tinta azul significaban para nosotros, no pudiendo ver más allá de un dibujo de paraguas.

< No sirve pensar tanto las cosas con este hyung, en este punto, con este grupo, no sirve de mucho pensar>

— Jin hyung, ¿hay algo que esperes con tantas ansias de la salida de hoy? — suspiré y tomé de la mesilla delante de nosotros uno de los cubrebocas negros ahí dispuestos para usarse.

— Nada especial, solo pasarla bien. ¿Por que preguntas NamJoon? — me regreso la interrogación en un tono algo a la defensiva, sin despegar esta vez la vista de su teléfono.

— Nada especial tampoco. Sólo.... no es por molestarte, ni ofenderte.... pero que sepas que tus planes no siempre salen bien. — de solo decir las últimas palabras me sentí culpable, quizás le había bajado los ánimos, pero prevenir es mejor mil veces que lamentar. Y estaba casi seguro que lamentaría tener tiempo libre.

— Sé que no son perfectos, pero algo bueno puede salir hasta de los peores errores. — lo dijo con tal sinceridad que incluso me causo escalofríos — y ¿Cómo sabes que estoy planeando algo? — me miro curioso, elevando una ceja con demasiada euforia, esta vez dejando la pantalla descansando sobre el brazo del sillón y girando levemente su cuerpo hacia mí..

— No estaba seguro, ahora sí. — me reí un poco de su cara ofendida — ¿Tiene que ver con el último incidente con Taehyung? — suspiró largamente y regresó su mirada al frente, y a esos ahora cinco hombresillos.

— Sí y no. Te contaría todo ahora, pero estoy seguro que esa última vez todo salió mal por tu culpa y la de Min Yoongi, el entrometido. — aquella vez no había salido todo tan mal. Sólo fue diferente a como lo esperábamos, revelando menos y dejando más dudas en su lugar.

— Eso duele, y me ofende. Pero espero poder decir al final del día que si algo sale mal será solo tú culpa Jin hyung. — me levanté cuando el resto de los pocos miembros del staff entraron por la puerta de la cabaña que ocupamos como cuarto de reuniones.

Jin hyung palmeo mi espalda con exagerada fuerza y el resto e los chicos solo rieron ante el sonido que se produjo por el golpe, sólo uno tuvo la delicadeza de palmear delicadamente la zona comprometida.

— Aún no es ni medio día, así que podemos aprovechar las horas que quedan hasta el anochecer. Primeras reglas, la más relevante, si digo que se queden juntos, juntos se quedan, Nada de que alguien se perdió por tomar una ruta distinta. — se aclaró la garganta, como exhibiendo desastres del pasado [1], sabiendo exactamente a quién se refería — si llevan documentación, teléfonos, audífonos o algo más asegúrense de no perderlos.... por favor. — su mirada me quemaba y la risa se expandió por toda la habitación.