The Way I Love You | myg.kth

VI

YOONGI

Semanas transcurrieron desde que Jimin y Hoseok nos hicieron participes en mantener secreta su relación. No hubo objeciones reales a la situación. Ni una sola. Pero el ambiente en el apartamento desde ese momento se notaba de una extraña manera algo tenso, y el no saber la razón estaba reemplazando a mi humor irritable por una preocupación que me resultaba igual de molesta a cualquier cosa que sucediera. Dos de los motivos para tomar al anuncio de la relación secreta como el detonante de mi nueva perspectiva sobre la vida en el apartamento eran Jungkook y Taehyung, han estado pasando más tiempo juntos <como si antes no pasaran lo suficiente juntos>, ambos parecen pisoteados por la vida, obvio sabiendo cuando demostrarlo y con quienes es mejor pretender estar de maravilla. Pareciera que se apoyan, pero solo lo veo como si estuvieran enfocados en hundirse más el uno al otro. Hay molestia sin razón en su comportamiento, hay suspiros de decepción, y esta naciendo en ellos una cosa que se distingue como dolor carnal... dolor por enamoramiento.

Por mi parte el estar de repente tan ocupado rehaciendo <a propósito> la letra de una canción <que se había finalizado y halagado hace semanas> , la pareja recién dada a la luz me importaba lo mismo que me interesa saber los meses de gestación de una cebra <12 meses para los curiosos>. En parte lo hago porque no quiero verlos las horas que sea compartiendo aire, saliva, sonrisas. Porque hay una parte lo suficientemente madura de mi que admite que le molesta. Sí, me molesta que vivan sobre la felicidad de otras personas; y peor resulta que no se dan cuenta.

Podría ponerme como un vago ejemplo a la situación.

Y a pesar de lo que sea que haya sentido por Hoseok ya es teóricamente un océano lleno de una memorable <e invaluable, aunque quede en la friendzone para toda la existencia> amistad... igual sigue costando trabajo el asimilar verlo feliz con alguien que no es conmigo. Me siento estúpido y distanciado de la verdad al tratar de evadir esta realidad, la brutal <y tal vez destinada a suceder> realidad en la que Jung Hoseok nunca me ha pertenecido, al menos no de la manera en la que mi corazón deseaba hace un par de años <21 meses si somos precisos; no es que los contara>. Ni lo hará en el futuro de nuestras vidas juntos como compañeros y <mejores> amigos. Y aunque mi conciencia egoísta me ruegue que luche por él, no podría. Porque otra parte lo suficientemente más madura que la otra, también quiero que sea feliz con quien él decida, no puedo obligar que sienta algo más que amistad hacia mi de un día a otro,que pretenda una cosa irreal a mi. No es mi estilo el mentirme <no tan frecuente>.

-Basta Jungkook, no me gusta que digas ese tipo de cosas. No importa de lo que se trate. Preferiría que me lo expresaras de otra forma menos... dolorosa, en lugar de hacer esto de lastimarte, y también a mi en el proceso.- su voz era un susurro-grito ronco, frustrado.

Pasaba de la media noche, y de la media de mi hora común de dormir. No pensé <ni me interesé> que alguien estuviese despierto, mucho menos siendo aquellos dos con alma ruidosa. Me sobresalté cuando escuché un pequeño portazo <así todo furioso con la vida, sin saber que la puerta no tiene la culpa de las complicaciones sociales y emocionales> y segundos más tarde, el más pequeño del grupo apareció en el marco de mi puerta. Como muerto recién sacado del ataúd, con ese aspecto de putrefacción. Tenía los ojos llorosos, y se veía abatido <con esas sensaciones triturando divertidas en su interior> .

-¿Jungkook?- susurre tratando de no despertar su instinto asesino de muerto viviente.

- Creo que lo arruine todo hyung... - su voz se cortaba, y casi salte de felicidad al saber que podría vivir otro día más <el fideo se mantiene con vida, componiendo sobre las hazañas de su vida bebés> - metí la pata con Taehyung - sollozo y bajó la cabeza, no sabiendo si el chico sabía en dónde y con quién se encontraba - no debí decirle lo que dije, pero estaba molesto y no sabía con quién desquitarme exactamente, él sólo estaba ahí. Sentado frente a la ventana y se me hizo fácil gritarle de forma en que le doliera como a mi, e incluso más. Aunque se que el tampoco la esta pasando bien. Pero no se que hacer Namjoon hyung. No quiero perder tampoco a Tae- se arrodillo y tapo su rostro con ambas manos tratando de calmarse un poco. Mi rostro pasmado <y con calambres ya> en la expresión que me salía natural ahora.

El baboso pensaba que estaba en la habitación de Namjoon, error común siendo que su habitación <la que si es del monstruo ese> esta justo frente a la mía, junto a la de Seokjin, que está frente a la de Jimin y suya... Por una parte me sentí agradecido de que no buscara consejos de mi <no son gratis, y tampoco son derrama miel amor y comprensión>, otra parte de mi lo estaba golpeando <mentalmente, obvio, porque me canso> por asustarme con su cara y por interrumpirme; nació también una parte de mi, estúpida, que comenzó a molestarme con su pelotita de la preocupación rebotando por mi cabeza.

Las lágrimas ahogaban sus balbuceos así que lo lleve a su habitación y lo recosté en su cama <es una forma amable de decir que lo arrastre hasta su cuarto y a base de empujones y golpes suaves en su cabeza, conseguí que se metiera entre las cobijas de su cama>. No sé que pasaba con esta gente en los últimos días, generándose dramas de una situación que es común, es normal. Es real el enamoramiento de dos personas que se tratan y han aprendido cosas buenas el uno del otro. No entiendo aun como es que de esta felicidad se generen problemas, que vengan y me los cuenten, es obvio que no puedo aconsejarlos correctamente, yo de hecho ni siquiera puedo con los míos.

Salí después de que se calmó lo suficiente como para poder fugarme a gusto de ahí. De lo único que podría quejarme ahora, es de la furiosa curiosidad abrumadora y generadora de mi ansiedad nocturna, ¿qué hizo Jungkook que molestó tanto a Taehyung como para abandonar el apartamento a altas horas de la noche? 

<Deberías buscarlo> fue lo primero que mi conciencia lanzo contra mi rostro mental, era mi responsabilidad como hyung ser cuidadoso con ellos, sin importar edades. <Debería de estar dormido desde hace horas, y aquí sigo, de pie a medio pasillo, hablando mentalmente conmigo mismo>, pero ya lo había dicho, hablar consigo mismo hasta cierto punto es sano <la "esquizofrenia"  y la noche en vela siempre se llevan como mejores amigas>.

Me rasque la cabeza con cansancio, alborotando mi cabello, regresé a mi habitación, busque en mi armario un pantalón de franela negro y tome de encima de la silla del escritorio una sudadera gris. De paso a la puerta de entrada me asomé un poco en el cuarto de Jungkook, asegurándome que su locura de madrugada se haya finalizado con éxito, reprendiendo a mi propia estupidez por hacer caso a sus balbuceos por buscar al fugitivo del apartamento. Alcance a ver la hora en su despertador, en números rojos.

02:47 a.m.

Alguien será mi sacrificio esta noche.

<Viviré los años que le queden a Taehyung cuando lo encuentre, consumiré su vitalidad así como el consume la mía en estos momentos>

Salí del apartamento, preguntándome por que carajos me importaba tanto en donde estuviera y lo que hubiese hablado con Jeon <y no me importaba, solo era la inexplicable sensación de responsabilidad que hace mucho no aparecía en mi>. Me preguntaba si a caso estaba molesto conmigo. <Claro que lo está idiota> Suspire con frustración y miré el número de piso en el elevador, como si eso me fuese a dar una señal. Y supongo que nadie más que un bebé inmaduro como Taehyung usaría el elevador a esta jodida hora <El insomnio ataca a muchos, no hay que subestimar la estupidez de los veladores> Ahora sabía que no había salido del edificio, sino que había ido a la parte más alta de este. Me relajé al pensar que seguía cerca, pero ese inquietante sentimiento por solucionar rápido las cosas seguía más presente en este momento de la noche <aun tengo que llegar a dormir, maldita sea la juventud de ahora>.

<¿Qué sucede contigo Yoongi? Es sólo el mocoso con el que compartes muchas cosas, como tu ex-amor platónico. Y que probablemente te odia. Y del que ya estas adoptando comportamientos raros, como el hablar solo> 

Probablemente, seguro <apostaría mi cordura> que me odia. Eso no esta en duda, ni por un segundo. Presione varias veces el botón del elevador, pero parecía que en ese momento no quería funcionar para mi <el muy maldito burlándose de mis dolores y peleas con la condición física>, tuve que subir por las escaleras <mis enemigas eternas> . Me detuve en el descanso del piso 15 y tomé aire. Volví a reconsiderar el regresar al apartamento a dormir. Pero de verdad tenía mucha curiosidad acerca de lo que hablaron los dos nenes del grupo <Y también quería llevar a cabo mi sacrificio>. Para el descanso del piso 18 estaba casi arrastrándome, tomé asiento en los escalones un par de minutos haciendo respiraciones largas tratando de recuperar el aliento.

Recién me daba cuenta que las madrugadas desataban a mi voz interior, esa estúpida que solo me hacía compañía en esta clase de soledad.