XXXV

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HOSEOK

No se por que pensé que podría cambiar aquella parte compleja de él. Tampoco supe cómo fue que conociendo la verdad y los posibles desenlaces termine por enamorarme absurdamente hasta el fondo de él, perdonar errores sin necesidad de escuchar una disculpa suya.

Me senté en la banca fuera de la cabaña que compartía con Jimin y Namjoon. Hacia frío y el paisaje del bosque medio encendido con antorchas o lámparas que las emulaban era solo un poco más iluminado por la luz que reflejaba de la luna al techo de las cabañas y pasajes del lugar. Era un ambiente pacífico, terrorífico si me adentrba, pero pacífico donde me encontraba, con la espalda contra el frío respaldo. Producía cierta sensación de que nada podría estar mal. Pero no era así. Estaba todo mal, y quizás así había iniciado todo.

Mi corazón llevaba quebrándose y cayéndose a pedazos desde hacía algunas semanas, por no decir meses. Si bien había tratado de reponerlo, nada estaba funcionando. Y seguramente nada lo iba a restaurar a su antiguo estado, hace más de un año, antes de Jimin. Sentí frío ante una brisa que soplo en mi rostro, las mejillas empapadas por mis lágrimas saladas que no tenían la intención de parar llegaban a mi barbilla formando una gota enorme que terminaba por caer en mi regazo. Suspiré entrecortadamente conteniendo todo lastimero sollozo que planeaba salir de mis labios. No me pretendía opacar el silencio de esta noche fresca con lágrimas malgastadas.

Había sido un romántico empedernido al creer que si enamoraba a Jimin y le consentia hasta la más mínima de sus acciones aliviaría su alma perdida en la inmensidad de no ser suficientemente bueno para nadie, ni para sí mismo; mi error fue enamorarme primero. Mi segundo y magno error fue llevar esto al conocimiento de nuestros compañeros. Mi tercer y último error fue perder el poco amor que había ganado de su parte. Qué peor fue al saber que el chico no estaba enamorado de nadie más que de su idea de perfeccionar para ser amado, y lo entendía. Apenas podía mantener un buen concepto de su persona, creyendo que si mejoraba lo suficiente, un considerable número de fans si no es que todas finalmente le aceptarían como un miembro merecedor de estar en Bangtan.

No se daba cuenta de que él era malditamente perfecto para estar en donde quisiera sin tener el permiso de nadie. Debía empezar por creer eso que el resto de nosotros ya sabía.

Me encogí en mi lugar al sentir una brisa más fuerte y más helada a la anterior abrazándome en un débil intento por mantener mi calor corporal a una temperatura normal. Enterré mi cabeza entre mis rodillas sintiendo como aún con los ojos cerrados las lágrimas escapaban de estos y caían directo en mi pantalón de pijama. Era en situaciones como está que me sentía el idiota más grande de todo Corea del Sur, de todo el continente asiático, de todo el hemisferio oriental.

Sabía los riesgos, conocía la situación, me dije que si algo salía mal terminaría yo mal... ¿por qué decidí ignorar esa obvia advertencia?

Resople sintiendo como las últimas lágrimas formaban su camino a través de mis mejillas para juntarse de nuevo en mi barbilla y caer en mi ropa. Extendí las mangas de mi camiseta y las pase por mi rostro secando todo rastro de agua salada. Mire al cielo en el que la luna tenía el papel protagónico robando escenario. Moqueé un par de veces antes de ponerme de pie y caminar de vuelta a la cabaña. Saque las llaves de mi pantalón y con cuidado de no despertar a nadie entre cerrando la puerta y dejando atras la vista de la noche pacífica más triste de mi semana.

Mire la cama que compartía con Jimin. Recordaba a detalle cada palabra que compartimos hacia unas semanas, que se sentían como horas. Mi intención era hacerle ver que estaba mal actuar como lo hacía solo para agradarle a otros. Estaba dañando a V con lo que hacía, y aunque me doliera admitirlo, que le coqueteara a YoonGi frente a mi causaba molestia. Una molestia que no era precisamente causada por la "infidelidad" de este chico, sino por que no era a mi al único que causaba malestar; JungKook y TaeHyung llevaban una mala relación ahora. Sabía de sobra que JiMin había dado pie a eso. Sabía que Tae y Suga tenían algo, algo que JiMin tenía la intención de extinguir. Por eso fue que al hablar estando sólos, quise hacer que reaccionara.

No que toda la buena mágia entre nosotros diera inicio al fin no anunciado a nadie más que a mi corazón aturdido.

[...]

—  Hyung... no está bien. Lo que hago, no estoy haciendo nada bien. — suspiro frente a mi mientras tomaba entre sus dos manos las mías para acariciarlas.

— No Jimin, pero que te estes dando cuenta es un gran avance. Debes hablar con Tae, con Suga y con Kookie. Intenta por descubrir primero com- —

— Creo que no es racional que sigamos juntos si no paro de lastimarte, Hobi hyung. — levantó la mirada directo a mis ojos. Los suyos brillaban por las lágrimas que querían salir de estos. — Tienes razón al decir que como me he comportado hasta ahora ha sido muy infantil por no decir como un patán pretencioso. Y de lo descarado e hipócrita que me veo al coquetear con Suga estando justo frente a tus ojos... por eso considero que es mejor... terminar con esto, y sanar cada quien lo que debe sanar. —

[...]

Aquello, en mis cortos años de vida, había dolido más de lo que me hubiese gustado admitir

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Aquello, en mis cortos años de vida, había dolido más de lo que me hubiese gustado admitir.

Y no todo había sido su culpa. Yo fui el idiota que decidió enamorarse de un chiquillo que antes no podía quererse como tal por palabras ajenas que lo único que hacían era juzgarlo. Me enamoré tan perdidamente de Jimin que quería ignorar todo el dolor que me causaba el quererle. Estaba tan cegado por lograr que Jimin me quisiera con la misma intensidad que yo hacía... que acabe con las esperanzas rotas y el alma enamorada por los suelos.

Amar era riesgoso, es una aventura que puedes vivir compartiendo con alguien más siempre y cuando esté dispuesto a hacerlo a tu lado. Me lance a una fosa sin fin por Jimin, sigo cayendo, y no creo que nadie logré sacarme una vez de aquí.

Me cubrí el rostro con las manos pasando las mangas de mi camiseta por las mejillas y ojos para llevarme todo rastro salado y tratar de calmarme. Eran las tres de la mañana y tenía que descansar un poco si no quería que los demás se pasarán su tiempo preocupándose por mi. Gire sobre la cama para darle la espalda a Jimin y tome mi teléfono para releer el mensaje que esta tarde me había enviado, luego de aquel incómodo momento de discusión entre él y Taehuyng, quien a jusgar por su forma de hablarme, lo sabía. Ese niño sabía que su mejor amigo habí terminado con lo nuestro y solo esperaba anunciarlo a todos como una bandeja de agua fría proclamando un cambio suyo y en su forma de vivir.

"Hyung... no me gustaría seguir el resto del viaje con los miembros pensando que tú y yo seguimos saliendo. ¿No crees que es hora de hablar con ellos?"

Park Jimin, me destrozaste el corazón pero me prometiste mejorar por todos, así que no me queda de otra que hacerlo mismo por mí, por tí, y por los demás.

Volví a bloquear el teléfono y solloce una última vez antes de sacar del cajón un estuche con dos frascos distintos de medicamento. Si quería descansar, las pastillas para dormir debían hacer su trabajo esta noche, una última antes de continuar adelante.





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Holi, holi, para que sepan, por si les interesa, este capítulo está casi por completo igual a como lo redacte la primera vez, me gusto incluso desde entonces.

Espero disfruten. Hemos llegado al fin de este corto periodo de actualización, al menos hasta empezar a editar el resto de la historia. 35/61

Me despido, por ahora, y espero por corto tiempo. 26062024

The Way I Love You | myg.kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora