Capítulo 6. La charla.

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El sol golpea mi cara, no quiero despertar, no quiero verlo, no después de lo de anoche. Pero no puedo huir esta vez, tenemos que aclarar esto.

Miro mi celular. 5 llamadas perdidas de Joseph.

6:57 pm

6:58 pm

7:00 pm

7:05 pm

7:30 pm

Es obvio que ya no lo puedo ignorar. Decidí apagar mi teléfono anoche y pensar con una buena copa de vino ; después de tantos rodeos en mi cabeza acabé dormida en el mueble con la ropa del trabajo puesta.

7:20 am

Llego a la oficina pero noto que el no ha llegado. Raro, el siempre llega temprano. Comienzo a trabajar para distraerme, este asunto me tiene mareada. Unos golpes en mi puerta hacen que pierda la atención en los papeles.

- Becca, ¿te puedo ver en mi oficina por favor?

Volteo mi vista a esos hermosos ojos. Me ruborizo un poco recordando lo de anoche, mi corazón comienza a latir con fuerza y en lo que me levanto mis piernas tiemblan.

Seguimos a su oficina, después de entrar cerró la puerta detrás de él.

- Toma asiento por favor.- su tono serio me está matando, si me va a despedir que lo haga de una vez.

- ¿Quieres algo de agua?

Niego con la cabeza.

-¿Jugo?

Vuelvo a negar.

-¿Te sientes bien?

- ¡Oh por Dios! ¡Termina de hablar!

Me mira sorprendido. Pero después ríe negando con la cabeza.

No tengo vergüenza, no fueron los nervios está vez lo que me hicieron decirle eso, de verdad quiero que hable de una vez.

- Alguien amaneció con el pie izquierdo.

- Mira, Joseph, Joe, Sr Carter, como sea, toma asiento por favor.- me levanto.- tengo que decirte algo.- le digo mientras señalo la silla del frente.

No dice nada. Sólo se sienta y me mira expectante.

- Ok... Primero: quiero que sepas algo, yo soy una persona profesional, tengo moral y dignidad. Nunca he sacado provecho de nada que no merezca. Esa nunca fue, es o será mi intención ni en esta o en otra empresa.

- De eso no tengo duda Becca.- me dice serio. Le creo.

- Ok... Segundo: no tengo planeado tener una aventurilla con usted. Lo que pasó anoche fue un error que no debemos volver a cometer. Le exijo que por favor me respete y yo también lo respetaré, la relación entre nosotros debe ser netamente laboral. De verdad me gusta mi trabajo y no me gustaría perderlo. Dado que usted es el único que se ha dignado a contratarme— espero que por mi currículum— no me puedo dar el lujo de renunciar porque soy una persona que también tiene deudas y una hipoteca. Además-

- Becca... Respira. Ven, siéntate.- se levanta y se acerca a mi. Tomándome de los hombros hace que me siente en la silla.

- Respira...- respiro.- eso es. Ahora, ¿ya terminaste tu discurso?

Asiento con la cabeza.

- Ok, es mi turno. Yo no preparé un discurso como el tuyo, pero bueno, es lo que es. Becca, sólo para que lo sepas, te contraté porque fuiste la más capacitada de todos, no quiero que pienses que habían otros motivos detrás. Aunque no voy a negar la conexión que sentí la primera vez que te vi. No te voy a despedir y tampoco voy a dejar que renuncies. Lo de la "aventurilla" tampoco está dentro de mis planes, de hecho nada de lo que ha pasado ha estado dentro mis planes.

Se queda pensando, debe estar eligiendo con mucho cuidado lo que va a decir. O sólo quiere algo de suspenso en el momento. ¡Agh! ¡Me desespera que no vaya al punto de una vez!. Se vuelve y se sienta a mi lado en el escritorio, como el primer día en el trabajo, y me mira a los ojos.

- Becca, no me arrepiento de haberte besado. - me dice casi en un susurro y mi corazón comienza a palpitar más fuerte que antes, estoy hecha un manojo de nervios.

- Había querido hacerlo desde el primer momento que te vi. No planeo tener una aventura contigo. Me interesa salir contigo, conocerte, que me conozcas, y si algún día decides que soy lo suficientemente bueno para ti, entonces haré todo lo que este a mi alcance para hacerte feliz.

Morí. Mi boca está casi tocando el suelo. Estoy sorprendida, de verdad que no esperaba esto. Pensé que me iba a decir que tuviera una aventura con el o me echaría del trabajo o en el mejor de los casos, que lo de anoche nunca pasó y lo olvidara. Pero esto, esto no lo esperaba. ¿De verdad quiere salir conmigo? Y ¿me quiso besar desde la primera vez que me vió?

-Yo... Ehm... No se que decir...

Se levanta y camina unos pasos lejos de mi.

- No tienes que decir nada, se que es algo muy difícil de asimilar. Disculpa si te hice sentir incómoda, por supuesto que no tienes por que salir conmigo, no te voy a obligar a nada, si quieres olvidamos todo esto y- lo interrumpo con mi mano y el hace silencio enseguida.

Lo pienso, y no es como si no quisiera salir con el. De verdad me gusta, sobre todo el Joseph del primer día. El que ríe por cualquier estupidez, y cuenta muchos chistes malos. Pero lo que más me gusta de él es que me hace sentir segura, importante y hermosa. Además de las mariposas.

- Nunca dije que no quería salir con usted Sr Carter. - Comienzo a decir y veo una chispa en sus ojos, como de esperanza.

- Eso quiere decir que... - Me incita a seguir hablando.

- Eso significa que si saldré contigo. Pero, con una condición.

- ¿Cuál?. - Pregunta.

- Si vamos a hacer esto, tiene que ser en secreto. Ninguno de los que trabajan acá deben saber ni sospechar nada. - Le miro mientras lo toma a consideración.

- Muy bien Becca. - me dice asintiendo con la cabeza. - Está bien, todo será en secreto hasta que tu decidas quién soy. Si tu jefe el Sr. Carter, .- da un paso más cerca de mi.- tú amigo Joseph.- otro paso.- o ¿tu novio?.-da otro paso quedando muy cerca de mi.

Sonrío y se me ocurre algo.

- Bueno, ya veremos que título te ganas....- le digo con voz seductora. Lo miro a los ojos mientras muerdo mi labio inferior intencionalmente, veo en sus ojos el deseo, las ganas que tiene de besarme, en el momento en que se inclina para chocar sus labios contra los mios, me doy la vuelta y camino hacia la puerta.

- Buena charla Sr. Carter. Recuerde que estamos en el trabajo. - Le guiño un ojo antes de abrir la puerta y dirigirme a mi oficina.

En todo lo que pude pensar todo el día fue en la cara de Joseph antes de salir de su oficina. No podía dejar de reír, quedó en shock, pero más le vale acostumbrarse a esto mientras estamos en el trabajo.

Mr. Carter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora