Mr. Carter

Capítulo 38. Borrón y cuenta nueva.

El sonido del arma mueve mi mundo, siento una punzada en mi estómago, mi corazón y en mi cabeza cuando veo la sangre. Trato de correr hacia Joseph pero no me dejan, el ardor en mis ojos es más intenso, las lágrimas salen sin darme cuenta, y el dolor en mi pecho se intensifica cuando pienso que sería de mi vida sin Joseph.

- ¿Está herido? ¿Está herido?.- veo que Caleb pregunta —desesperado— a todo el mundo.

La madre de Joseph está llorando en el hombro de su esposo que luce como nunca lo había visto, asustado. Eso sólo me pone más nerviosa, Emma está llorando en mis brazos, no entiende que está pasando.

- ¡Llamen a una ambulancia!.- dice un hombre al lado de Joseph.

Al parecer los dos salieron heridos. Tapo mi boca con una mano tratando de no llorar tanto, tengo que ser fuerte por mi hija.

(...)

Hemos estado aquí por tres horas, Joseph está en cirugía, y Alice...pues no lo sé, y la verdad no me importa, todo en lo que puedo pensar es que Joseph esté bien.

- Mami tengo hambre.- me dice Emma.

Dios, han pasado tantas cosas que hasta se me olvidó alimentar a mi hija.

- Claro bebé, vamos a comprar comida.- le digo dándole un beso en la frente.- ya vuelvo.- les digo a todos en la sala de espera.

Bajamos a la cafetería y le compro un sándwich a Emma con un jugo, y yo me tomo un café.

- ¿Estás bien bebé?.- le pregunto.

- Si.- me dice mordiendo su sándwich.

Es tan tierna, no entiendo cómo alguien quisiera hacerle daño. Joseph actuó como un héroe hoy, eso es lo que es para mi, mi héroe. Puede que alguna vez sus acciones hayan intentado romper esta familia, pero ahora se ha redimido por creces. Es el mejor padre del mundo, ama a Emma con locura, y ella lo ama también. Voy a tener que decirle que Joseph es su padre, pero no ahora.

Subo con Emma en mis brazos, la pobre está tan cansada que se durmió antes de llegar a la sala. Voy a sentarme pero no veo a nadie, ni un alma, ¿adónde fueron? Voy al mostrador a preguntarle a la enfermera si ha habido alguna novedad con Joseph y es por eso que no están aqui; veo a Caleb a lo lejos en el pasillo, viene serio, y con una palidez notable. De inmediato pienso lo peor, Joseph no lo logró, no sobrevivió. Las lágrimas vienen a mi en un segundo cuando Caleb llega hasta a mi y nos abraza.

- Todo está bien. Él está bien.- me dice.

- ¿Qué? ¿Está bien?.- pregunto aún con lágrimas en el rostro.

- Si, estará en observación por unos días.

- Dios, Caleb, me asustaste.- le digo soltando un respiro que no sabía que estaba reteniendo.- ¿puedo verlo?

- Está dormido. Pero dejan pasar uno a la vez. ¿Has sabido algo de Alice?

- No.- le digo haciendo una mueca.- no me importa lo que le haya pasado, se lo merece.- le digo mirándolo a los ojos.

- Voy a ir a ver que pasó con ella. Está en la habitación 215.

- Gracias Caleb.

213...214...215. Llego y toco la puerta. Carol abre y sorprendentemente no está llorando, eso es buena señal, incluso me sonríe y me invita a pasar.

- Pasa cariño. Sigue dormido.

Entro a la habitación y veo a Joseph en cama, se ve igual.

- ¿Dónde fue el disparo?.- le pregunto a Carol.