Capítulo 7. La cita.

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Han pasado 3 días desde la conversación con Joseph. No hemos salido formalmente. Pero me ha estado buscando y llevando a casa en estos tres días.

He conocido un poco de su vida, por ejemplo, que la empresa la heredó de su padre, no es que el haya muerto. Sólo que ya no quiso seguir trabajando para poder viajar con su esposa. En particular eso me pareció muy romántico. También me enteré que tiene una hermana mayor y un hermano menor. Su hermana es una modelo de alta costura que vive en París, por supuesto. Al ser él el único graduado, que sabe del negocio, y vive en Los Estados Unidos, pues fue el afortunado. También se que su hermano está estudiando abogacía y tiene 20 años. No se más de él. Al parecer Joseph ha tenido problemas con su hermano en el pasado. Le pregunté si tenía algún hobby, algo que hiciera para divertirse y me respondió que antes si tenía muchos, por ejemplo, los fines de semana jugaba fútbol soccer con sus amigos de la Universidad, pero que cuando comenzó a trabajar tuvo que dejar a un lado los hobbys. Se nota que es duro para el todo eso de ser jefe de una empresa tan grande y encargarse de todo solo. Bueno, como decía, ya son 3 días desde que decidimos salir, hoy es sábado y como es mi día libre, me mandó un mensaje de whatsapp diciendo " buenos días hermosa, espero que estés lista a las 8 para ir a cenar hoy, no puedo esperar a verte " . Parecía una colegiala saltando de aquí para allá nada más por un mensaje. La conversación siguió y siguió, me mandó varias fotos con el trabajo que tenía, y vaya que si era trabajo, hacia parecer lo mío una estupidez. Luego me mandó una foto de el haciendo una cara graciosa, los "jajaja" no faltaban en una conversación con Joseph. Hasta que le dije que trabajara, ya era suficiente, seguro que no había ni empezado. Así que a las 2 pm, después del almuerzo, decidí salir a ver las tiendas para comprarme algo para la cita. Me arreglé lo más sencilla que pude, unos jeans oscuros, camisa blanca holgada, unas flats, accesorios que nunca le faltan a una mujer, maquillaje y listo, salí preparada con mis lentes y mi bolso.

Paseo por las tiendas, ya he entrado a cuatro y no encuentro nada que me guste, ya son las 6. Debería estar arreglandome, decido irme, voy a tener que ponerme el vestido negro que tengo en casa. Comienzo a caminar y saco la mano llamando a un taxi, cuando se detiene, mi mirada sube como un reflejo, y lo veo, el atuendo perfecto, llamándome, a través de un vidrio, le digo al taxi que siga y murmura algo entre dientes y se va.

7:48 pm

Estoy nerviosa. Las palmas de mis manos sudan. Espero que esté lo suficientemente arreglada, o no tan arreglada. Oh Dios oh Dios, debí preguntarle si me vestía formal o informal. Suena el teléfono.

- ¡Hola!.- digo al contestar.

- Hola hermosa, ¿estás lista?

- Si ya estoy lista, ¿ya llegaste?

- Estoy abajo.

- Bien, ya voy. - digo, luego cuelgo.

Me veo por última vez en el espejo. Me compre un conjunto, es una falda tuvo, muy pegada, que muestra mi figura de una manera espectacular, es hasta la rodilla y desde la cintura, tiene una abertura en la pierna derecha hasta el muslo, esto junto con un crop top ceñido al cuerpo, por delante es sencillo, apenas tiene unas pequeñas mangas de encaje, de cuello redondo, pero en la espalda es descubierto, totalmente, tengo que usarlo sin brasier para poder lucirlo, todo en un mismo color: vinotinto. Lo combine con unas sandalias color dorado, collar y aretes del mismo tono. Es el look que me define, me encanta, es sencillo pero a la vez elegante, y como siempre he dicho no hay nada que un buen maquillaje y peinado no puedan arreglar, esta vez en vez de lacio, mi cabello está ligeramente ondulado. Más segura de mi misma, me aplico mi perfume Guess Gold que amo, y comienzo a bajar.

Mi boca cae y se vuelve agua cuando veo a Joseph. En este momento agradezco no haberme puesto el vestido negro. Oh. Mi. Dios. Esta completamente hermoso, con esos pantalones oscuros, camisa blanca abotonada hasta el cuello, chaqueta de cuero negro, y zapatos de vestir. Y si a todo eso le sumas esa cara y buen cuerpo ¿qué obtienes? , pues al hombre perfecto.

- Wow .- me mira sorprendido.

- Tu tampoco estás tan mal.- le digo con una sonrisa.

- Becca, estás hermosa, como siempre. - me dice besando el dorso de mi mano.

- Wow, eso fue super cliché.

Se ríe.

- Si lo sé, pero es cierto.- me guiña un ojo.

Abre la puerta de su auto y me deja pasar.

- Entonces, ¿a dónde vamos?

- Es una sorpresa.- me dice mirándome a los ojos.

- Me encantan las sorpresas. Las buenas por supuesto.

- Entonces creo que te gustará esta.

Joseph comenzó a manejar mientras hablábamos un rato de cómo había ido nuestro dia, hasta que giró en una calle.

- Cierra los ojos.

- ¿Qué?

- Cierra los ojos.- detiene el auto.

- ¿Por qué?

- No quiero que veas la sorpresa antes de tiempo.

- ¿La sorpresa es que tomarás un desvío y me llevarás a un bosque donde podrás asesinarme con tu sierra?

- ¡Que buena imaginación Becca! Si esa es exactamente la sorpresa, lo has arruinado todo.

- Ok Joseph, sólo por esta vez dejaré que me lleves al bosque.

- Estás loca, ¿lo sabías?.- Me dice entre risas y luego se acerca y me da un pequeño beso, pero lleno de emociones.

- Ok... Sólo... Déjame... Buscar algo... ¡Aquí está! .-Dice sacando la mano de la parte de atrás del asiento.

- ¿Qué? ¿No te basta con que cierre los ojos?

- No no, tienes que estar vendada.

- No se por que razón, pero confío en ti. Ok tapa mis ojos antes de que me arrepienta.

Me tapó los ojos con una corbata. No entiendo que hace una corbata en su carro pero no le presté mucha atención.

Escucho el sonido de la palanca. Avanzamos, siento cuando va en una que otra curva, otros 5 minutos más en esto y seguro que vomito. Se detiene y apaga el auto.

- ¿Ya me puedo quitar la venda?

- No, espera un momento.

Escucho que abre y cierra la puerta. Pego un salto cuando la puerta de mi lado se abre.

- ¡Me asustaste!

Nada.

-Joseph deja de jugar.

Nada.

- ¿Joseph?

Cuando estoy a punto de quitarme la venda siento unas manos en las mías.

- Discúlpame hermosa.- me dice soltando carcajadas .- es que es muy gracioso cuando te pones nerviosa. Ya llegamos, te voy a ayudar a bajar.

- No es gracioso. Me siento ridícula con esto puesto.

- Pues para mi no te ves ridícula. Para mi te ves sexy .- me dice al oído con voz ronca.

Siento que me ruborizo.

- Hueles delicioso, Becca. - Me dice con la cabeza en mi cuello, tan cerca que siento su respiración. Mi corazón comienza a latir a toda prisa. Todo esto es muy excitante. Siento sus labios en mi cuello, me encanta como se sienten, suaves, húmedos, luego se separa y quedo hipnotizada. Toma mi mano y mi cintura cuando comenzamos a caminar.

- Ok, hermosa, te quitaré la venda ahora.

- Ok- digo nerviosa.

Abro los ojos y parpadeo un poco porque veo todo borroso. De repente todo se aclara.

Oh mi Dios.

Mr. Carter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora