Capítulo 41. Capítulo final.

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1 AÑO DESPUÉS.

- Joseph, ¿tomas a esta mujer, Becca Smith, como tu esposa, para estar con ella en la riqueza o en la pobreza, en la salud o en la enfermedad, y prometes amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?.- pregunta el padre a Joseph.

Me está mirando a los ojos y tomando mis manos. Se ve muy guapo con ese traje blanco.

- Si, acepto.- una sonrisa se forma en mi rostro.

- Y tu, Becca, ¿aceptas a este hombre, Joseph Carter, como tu esposo, para estar con el en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza, y prometes amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?

- Si, acepto.

- Ahora los declaro, marido y mujer. Puedes besar a la novia.- le dice el padre a Joseph con una sonrisa pícara en su rostro que me hace reír.

El me toma delicadamente del cuello y me da un beso en los labios, luego todos en la Iglesia comienzan a aplaudir.

Llegamos a la recepción en un carro antiguo, también blanco, somos los primeros en bajarnos y entrar al lugar. Todo es hermoso, ya lo había imaginado pero verlo es otra cosa, me siento como Cenicienta. Me recuerda a la primera cita que tuve con Joseph, todas las mesas y sillas son transparentes, parecen de cristal, los centros de mesa están hecho de rosas blancas y rosas, al igual que mi ramo, del techo cuelgan telas de color blanco que se extienden a lo largo de todo el lugar, al igual que los candelabros de cristal que alumbran todo con una tenue luz blanca. Puedes ver en una esquina el Buffett con los mesoneros listos para atender, hay una mesa entera con una montaña de todo tipo de dulces, una barra con varios bartenders haciendo cócteles y tragos.

Está la sección de fotografías, puedes tomarte fotos con el fotógrafo o puedes entrar en la cabina y tomar todo tipo de fotos tontas. Hay una tarima donde está la banda que escogí para bailar por primera vez con mi esposo, también está el DJ para después. Miro a mi esposo y lo beso.

- ¿Te gustó como quedó todo?.- me pregunta tomándome de la cintura.

- Me encanta.- le digo con una sonrisa.
En ese momento comienza a entrar la gente y veo una pequeñita con un vestidito rosa corriendo hacia mi. La cargo en mis brazos, la abrazo y la beso, la voy a extrañar. En menos de un minuto quiere ir a jugar con los otros niños, así que la dejo ir.

- Hija...

Giro para ver a mi madre, se ve hermosa. Hace algunos meses apareció en la puerta de mi casa pidiéndome perdón por todo lo que había hecho. Le dije que no había nada que perdonar, la amo, eso es todo, luego comenzamos a llorar, conoció a Emma, lloramos más, le conté todo lo que había pasado, lloramos aún más, y así siguió hasta que ya no lloramos. Mi padrastro, finalmente me perdonó, no es como si me importara mucho, pero voy a darle una oportunidad.

- Mamá.- la abrazo.

- Felicidades. Te ves hermosa.- me dice en el borde de las lágrimas.

- Por favor mamá no llores, el maquillaje.- le digo bromeando y logro sacarle una sonrisa.

- Yo sólo quería decir felicidades, y... Sé que Stella estaría muy orgullosa de ti hija, desearía que estuviera aquí.- me dice con ojos humedecidos.

- Lo sé...- que se joda el maquillaje, mi hermana merece unas lágrimas.- pero mamá, ella siempre está conmigo y contigo, todos los días, protegiéndonos. No lo olvides.

- Lo sé cariño. Y Joseph.- lo mira a él ahora, se acerca y toma sus manos.- promete que cuidarás de mis niñas siempre. Se que eres un buen hombre, no hay nadie mejor que tu para mi bebé.

Mr. Carter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora