*Víctor*
El ruido del motor de los coches cubría casi por completo mis oídos. La bicicleta ya no daba más de sí y mis piernas empezaban a cansarse de pedalear.《Vamos Víc, demos un rodeo》 me dije a mi mismo.
Me colé por un callejón entre dos edificios y aceleré la marcha. Las sirenas de la policía empezaban a oírse unas calles más abajo. Perfecto, ya llegaban los refuerzos.El hombre en Scooter recorría las calles saltándose los semáforos y causando el pánico por donde iba.
-Policias idiotas, nunca podrán atrapar a Alexis, ladrón de bolsos profesional motorizado- Dijo mientras reía saltándose otro semáforo.
¤Víctor colega, no sé qué piensas hacer pero como no te des prisa se te va a escapar otra vez¤
-Lo sé, ¿crees que es fácil pedalear tan rápido?
¤Así nunca le vas a alcanzar¤
-Dejalo, atajaré por el paseo marítimo.Mi plan funcionó, entre el coche de la policía y yo logramos arrinconar al conductor del scooter en el paseo marítimo.
-En nombre de las autoridades oficiales de la guardia costera y de la buena gente de este pueblo, te ordeno que te entregues y devuelvas el bolso robado - le dije con mi voz más convincente.
-Ésto no acaba aquí, no me dejaré vencer por un friki con máscara-La scooter empezó a acelerar hacia mi.
-Bien, juguemos entonces.Aceleré y fuí directo contra él. Los dos íbamos muy rápido el uno contra el otro, como si de una justa se tratase. En el último momento salté de la bici y esta fue arrollada por la scooter, derribando así al hombre y tirándolo al suelo.
La policía se encargó de atrapar al hombre y yo salí corriendo de vuelta al instituto. La bicicleta pertenecía a la valenbici, así que supuse que nadie me dirá nada por ello, ni siquiera la habían dejado correctamente en su sitio.*Dilan*
Mi compañero entró casi a la hora del patio, con esta tontería los dos nos habíamos saltado las 2 primeras horas. Apagué el micro y me dirigí a las taquillas.-Y aquí tenemos al héroe del momento- le dije con una risilla.
-No tiene gracia, tío, ha sido una mañana muy dura.
-Gajes del oficio, supongo. De todas formas te la has jugado demasiado con ese salto de la bici.
-¿Qué podía hacer? ¿Dejarle escapar?
-¿Qué diría Maya si tu hubiera visto hacer algo así?
-Se preocupa demasiado, en mi opinión. Vale que quiera que me cuide, pero a veces no es para tanto.
-Te tiene mucho aprecio, ¿no?- Le dije cambiando el tono.
-Solo es mi amiga ¿vale? Nada más-Le contesté un poco enfadado.
-Ya...Pues hablando de "amigas", aquí viene otra de ellas.Víctor giró la cabeza y vio a lo lejos a Sonia, que bajaba las escaleras en dirección al patio delantero.
-¿Piensas decirle algo?
-Tío...Es complicado.
Solté un suspiro y agarré a mi amigo de los hombros.
-Si no lo haces ya, no vas a poder descansar nunca, no seas cobarde, échale un par y demuéstrale quién es Víctor Ruíz Leal, sé que puedes tio.
-Mira quién habla, ¿qué me dices de Evelyn?
Me cambió completamente la expresión.
-Ayer estuve a punto de decírselo, pero con todo el asunto del incidente en el mercado no pudimos ni vernos. Me mandó un mensaje de disculpas al rato.
-Bueno, al entrar me ha parecido verla en la sala de dibujo técnico, podrías esperarla y hablar con ella ahora en el patio.
-No sé...Es que me da que no le gusto...Siempre pone excusas y evita quedar...
Ahora fue él quien me agarró a mí de los hombros.
-Si no lo intentamos nunca lo sabremos. Enséñale de lo que es capaz el señor Dilan Collado Beltraz - Me sonrió y los dos soltamos una risa.
-Vale, los dos podemos - Nos miramos con decisión y nos separamos. Cada uno fue en una dirección.Mi pulso se iba acelerando a medida que me acercaba a ella. Su anaranjada melena ondeaba mientras salía por la puerta de la sala de dibujo. En cuanto me vio llegar vino corriendo a verme.
-Lo siento en serio, Dilan, ayer quería quedar contigo, pero la situación en las calles se complicó y...
-No hace falta que te disculpes- la corté- lo entiendo.
-Te prometo que te compensaré.
-No importa Eve, en serio, es solo...
-¿Qué pasa?- me miró con una expresión de duda en sus ojos- Ven, espera.
Me cogió del brazo y nos apartamos de la gente. Mientras todos bajaban por los pasillos camino al patio, nosotros nos apartamos al pasillo contiguo al nuestro.
-Aquí estaremos más tranquilos. Dime, ¿qué tenías que decirme?
-Pues...Yo....Esto es muy difícil, ¿vale?
-Dilan, sabes que puedes confiar en mi.
-Lo sé, es solo que tú...Me gustas desde hace tiempo y no sabía cómo decírtelo.
Mi amiga se quedó congelada, la expresión de su cara indicaba que se acababa de quedar sin palabras.
-Dilan, yo...O sea, tú...Me refiero a que somos amigos y...
-Vale, no hace falta que digas más, lo entiendo, yo tambien me rechazaría.
-Dilan, no es eso, es...complicado
-No importa, no te preocupes, somos amigos, eso es más importante.
Me puse a andar y me fui escaleras abajo, no podía seguir con la conversación, no iba a dejar que me viera...Así. Preferí despedirme y decirle que hablaríamos pronto. -Era de esperar, un tío como yo. Agaché la cabeza y baje las escaleras.*Evelyn*
En cuanto ví alejarse a Dilan el alma se me fue a los pies. Solo quería tumbarme y morirme allí mismo. Vi que la sala de dibujo estaba abierta, así que entré cerrando la puerta para que nadie me viera. Me colé dentro y sentada en el suelo con la cabeza en mis rodillas no pude evitar soltar unas lágrimas.-¡No es justo! Odio esto, ¿por qué a mí?- Alcé la mano y se envolvió en llamas. Cerré el puño y se extinguió la llama.
-Dilan....Tú....Me gustas también, mucho más de lo que imaginas.- No podía evitar llorar. Las lágrimas brotaban de mis ojos sin parar, la tristeza era demasiado intensa en mi. -Dios...Me quiero morir. No puedo estar contigo...¿No lo entiendes? Soy peligrosa...No quiero....No quiero hacerte daño- Ya no podía más, solo quería que todo esto fuera un sueño. Que me despertara y todo hubiera sido otro sueño producto de mi imaginación, pero no...Aquello era real.Un intenso olor a quemado me empezó a llegar de los pasillos. Abrí la puerta y salí a comprobarlo. Horrorizada pude comprobar que toda la planta inferior a la mía estaba siendo envuelta en llamas. Las pancartas estaban ya chamuscadas y el fuego se propagaba hacia la sala de tecnología.
-¿Un incendio?- Estaba atónita. Tenía que salir de allí pero las llamas me bloqueaban la salida.
Alcé las manos tratando de usar mis poderes para extinguir las llamas. Nada. ¿Nada? Esto no puede ser. Traté de tocar una llama cercana y me retorcí de dolor por la quemadura. ¿Me están fallando los poderes? Pero...¿Por qué?No había tiempo de hacer preguntas, el fuego se iba propagando hacia arriba y yo estaba completamente atrapada sin posibilidad de salir de allí.
Dios....Ahora sí que desearía que todo fuera un sueño.
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H de Justicia (Editando)
Teen FictionVíctor es como cualquier adolescente normal. Tiene su cuarto desordenado, pasa la mayor parte del tiempo con los videojuegos, se acuesta tarde hablando con sus amigos y esta locamente enamorado de una chica. Pero su vida dará un giro inesperado cuan...