*Víctor*
Las calles parecían estar vacías. "Normal, a estas horas..., no sé ni por qué hago caso a Dilan la verdad". Caminaba tranquilo pero con un paso firme y sin detenerme. En ese instante estaba pasando junto a la biblioteca del pueblo. "Cerrada, vaya, será verdad que no tengo ni idea de los horarios de este sitio, en fin".- pensé para mi mismo mientras seguía caminando.
Cuando estaba a punto de girar la esquina una figura desconocida chocó contra mi.
-Hey! Cuidado hombre.- me dijo con brusquedad.
-Oye no era mi...un momento, yo a ti te conozco.- Observé con detenimiento a la chica que tenía delante.
-Eres la chica que estaba el otro día en el callejón, la que me dió aquel susto.
-Escucha Víctor, no sé de que me estas hablando pero deberías andar con cuidado. No sabes que es peligroso ir solo por la calle a estas de la noche ? .- me dijo en un tono que daba la sención de echarme una bronca maternal.
-Si, la verdad es que....Eh! Un momento!, de entrada acabas de decir mi nombre, y además como....?.- Un grito se escuchó al otro lado del callejón y me corto la frase.
-Te reclaman, Héroe.- Me dijo la chica sonriendo maliciosamente.
-Como sabes..., es igual, debo irme.- Esta situación cada vez me tenía más confundido.
-Sara, por si lo habías olvidado, ese es mi nombre. Siento tener encuentros tan....'Especiales' contigo, la próxima vez será mejor.
-Escuchame Sara, no...- Me giré, pero ella había desaparecido. Otra vez me encontraba hablando solo en mitad de la calle. "Fantastico".- Pensé.Salí corriendo al callejón. Iba en linea recta siguiendo los gritos de la persona que pedía ayuda a lo lejos.
A medida que me acercaba su silueta se me hacía mas familiar.
Era Maya, estaba siendo rodeada por dos brabucones y parecia que iban a atracarla.
"No puedo permitirlo".- Dije mientras me quitaba la chaqueta y me ponía las gafas especiales y la capucha.-Eh! Vosotros!.- Les grité mientras me acercaba.- Meteos con alguien de vuestro tamaño.
-¿Qué dice este idiota?.- Dijo uno de los matones.
-Ni idea, pero vamos a por él.- los dos vinieron a intentar darme un puñetazo, esquive los golpes con agilidad y les di un par de puñetazos en el estomago a cada uno. Aproveché la confusión para ponerme al lado de Maya. Cuando vi que volvían hacia nosotros, saqué los spray de pintura que llevaba en la sudadera y les apunté a la cara, dejandolos aturdidos. Cogí a Maya de la mano y echamos a correr calle abajo. Iba obdervando los portales hasta encontrar uno abierto. Nos metimos corriendo y cerré la puerta tras de mi.
A traves de los critales opacos vimos a los dos chicos pasar de largo corriendo.
-Uuuf, eso ha estado cerca.- dije aliviado.
-Me has...salvado la vida.- le costaba hablar por la falta de aire.
-Respira, Tranquila, ya estas a salvo.
-¿Quien eres?.- me dijo sin apartar su mirada de mi.
Me quité la capucha y las gafas, dejando mi cara al descubierto. Maya se llevó las manos a la boca y contuvo el aliento.
-Víctor....pero tu....-no le salian las palabras.
-Es una larga historia, lo importante ahora es que estes bien Maya.
-Víctor....yo.- Sus manos empezaban a temblar.
Le cogí de la mano y le mire a los ojos.
-Te prometo, que no volveré a dejarte sola, por nada del mundo.- el tono de mi voz se habia puesto serio pero firme. Casi no parecía yo.
Maya parecía estar un poco sonrojada. Su cabeza empezó a acercarse lentamente hacia la mia.
Hice lo mismo. Poco a poco, fuimos cerrando los ojos, teníamos nuestras manos cogidas con fuerza.
Notaba su calido aliento muy cerca de mi boca, nuestros labios estaban a punto de rozarse...*Pluuum*
El ruido me sacó de mi aturdimiento. Levanté la cabeza de la mesa y observe al profesor con su carpeta en la mano mirandome con cara de rabia.
-Señor Ruiz, me tiene usted harto, ¿es que no duerme por las noches lo suficiente?
-¿Es una pregunta retórica señor?.- dije con duda.
Toda la clase estalló en carcajadas.
-¡Silencio!.- El profesor parecía estar poseido por un demonio.*Riiiing*
El sonido clásico del timbre del instituto marcó el final de la jornada y todos se levantaron de sus sitios.
-Salvado por la campana, esta vez..., espero que su actitud mejore señor Ruiz.- me dijo el profesor.- Es usted un buen alumno, no se eche a perder.
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H de Justicia (Editando)
Teen FictionVíctor es como cualquier adolescente normal. Tiene su cuarto desordenado, pasa la mayor parte del tiempo con los videojuegos, se acuesta tarde hablando con sus amigos y esta locamente enamorado de una chica. Pero su vida dará un giro inesperado cuan...