*Víctor*
Salí corriendo disparado como una flecha. Mis 5 sentidos se habían puesto alerta. En realidad, y según me lo había estado planteando estos días, ni siquiera sabía si quería hacerlo otra vez. Pero en el momento de la verdad, y aunque me duela admitirlo, mi estupido cerebro lleno de la imagen de los Superheroes que tanto me gustaban, acaba por traicionarme solo porque es lo correcto.-¡Odio correr!, ¿Vale? Haz el favor de parar o al menos soltar el bolso.- Le grité al ladrón sin dejar de perseguirlo.
Si, estaba envuelto en otro asunto que requería un héroe de la vida real. Pero esta vez sin mi traje ni mi mascara. Solo yo, Víctor Ruíz Leal, vestido con mi ropa de calle persiguiendo a un delicuente que acaba de robar un bolso a una madre en la puerta de mi instituto.-¡No te metas en asuntos que no te importan, a Alexis no le gustan los criajos!.- Me devolvió el grito sin dejar de correr.
Su voz me sonaba. ¿No era él el mismo tio que detuve cuando se dedicaba a robar en un patín electrico?. En fin, a este paso no lo voy a alcanzar nunca. Quizas debería rendirme.
Ya empezaba a cansarme de tanto esfuerzo. El delincuente empezaba a tomarme ventaja y yo sentía que ya no podía más. Lo intentaste Víc, al menos no te has quedado quieto mirando.- Pensé antes de dejar de correr y agarrarme a una farola para recuperar el aliento. Ya estaba a punto de alejarse por completo y perderse en la calle, cuando de repente vi que tropezaba y caía al suelo a unos metros de distancia. Recuperé mi aliento y me acerqué a él lo más rápido que pude. Le quité el bolso y me quedé a una distancia prudencial observandolo con detenimiento.
No había tropezado, sino que sus piernas estaban atadas con una cuerda cuyos estremos tenían dos bolas plateadas enganchadas. Parecía como si alguien muy hábil se las hubiera lanzado y lo hubiera cazado en plena carrera.-¡Maldito seas criajo!, primero ese friki gilipollas de Hache, y ahora un crio cualquiera me hace caer y me jode el robo.- Me maldecía mientras forcejeaba con la cuerda que tenía atada a sus piernas, pero no lograba liberarse. Yo no le dije nada, simplemente esperé a que la policía llegara a la zona.
Los agentes bajaron del coche patrulla y metieron a Alexis despues de soltarle. Uno de ellos se acercó a mi.
-Has sido muy valiente, pero muy temerario, ve con mas cuidado la próxima vez.- Me tendió la mano sujetando la cuerda con las bolas. Debia pensar que yo fuí quien las lanzó.
-Solo cumplia con mi deber agente, pero si, iré con mas cuidado la próxima vez.- Le devolví el bolso y empecé a caminar de nuevo hacia el instituto.Mientras andaba miré con detenimiento el artefacto casero que había apresado al delincuente. Está pegado con cinta.- Pensé mientras lo examinaba. Rasgando un poco vi que solo eran dos bolas pequeñas de petanca unidas a una cuerda y cubiertas con cinta adesiva.
-¿Te gusta?, lo he hecho yo misma.- Una voz detrás de mi me asustó haciendome dar un pequeño salto en el sitio. Me giré para ver quien era. Una chica, casi de mi altura, me miraba atraves de una mascarilla de tela, con el dibujo del hozico de un panda. Se quitó la capucha y dejó al descubierto su melena, que ahora en vez de rosada como de de costumbre tenía un tono mas apagado y rojizo.
-Sabes Sara, cambias más de color de pelo que yo de ropa a la semana.- me reí.
-Y no me digas que no te gusta.- Hizo un gesto de diva agitando su pelo.
-Me encanta el color que tienes ahora, podrías dejartelo.- me acerqué mas a ella, ahora mas relajado.
-No se, puede que si pruebe a dejarmelo un tiempo.- Dijo cogiendo un mechón de pelo y juguetenado con él.- Por cierto devuelveme mi lanzador.- Me cogió las bolas con cuerda y se las metió en una pequeña mochila rosa, cubierta de parches de todo tipo que llevaba a su espalda.
-¿Como puede ser que lleves una mochila rosa y a la vez parches de ACDC y los Rolling Stones?.- Dije riendome mientras echaba a andar junto a ella.
-Pues porque tengo buen gusto.- se rió
-Ya ¿y el unicornio?.
-¡Dejamé!.- me contesto haciendose la indignada.- Y por cierto, muy bonito, adjudicarte mi logro por atrapar a ese tio.
-¿Perdona? Lo tenía todo controlado antes de que llegaras.
-Umjuumm.- Me miró sarcastica.
-Además nadie puede conmigo.- Alcé el puño en señal de fuerza.- ¡El gran Hache! Héroe del pueblo, defensor del ciudadano.- Me quedé con los brazos en las caderas en pose heroica, mientras Sara me miraba conteniendo la risa.
-Vaya telix.- solto una carcajada.
Me acerqué a ella y la golpeé suave en el hombro.
-Eres la peor.- le dije indignado.
-Seh, la peor de todas.- dijo sonriendo orgullosa.
-¿Y tu qué?.- Le pregunté intrigado mientras seguí con la marcha al instituto.- ¿Ahora te ha dado por ser una justiciera callejera?. ¿Me esta usted imitando?.- Fingi estar ofendido bromeando.
ESTÁS LEYENDO
H de Justicia (Editando)
Teen FictionVíctor es como cualquier adolescente normal. Tiene su cuarto desordenado, pasa la mayor parte del tiempo con los videojuegos, se acuesta tarde hablando con sus amigos y esta locamente enamorado de una chica. Pero su vida dará un giro inesperado cuan...