Capitulo 35

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*Víctor*
-¿Dilan, estás bien?.- Él no contestó. Observé desde mi asiento como agarraba a Evelyn de los brazos y se lanzaba junto a ella al suelo del autobus.

-Vic ¿que está...?.- Antes de que Maya pudiera acabar la frase un pequeño objeto rompió un cristal situado a medias entre nuestro asiento y el de Dilan y Evelyn. El objeto emitió un pitido leve, seguido de un rápido destello de luz blanca que nos dejó aturdidos.

Sin saber que estaba pasando me cubrí los ojos con el brazo y traté de caminar hasta la puerta agarrandome de la barra de hierro como podía.

-¡¡Aaaaah!!.- Maya gritó detrás mia. No sabía lo que estaba pasando. Traté de darme la vuelta para asegurarme de que estuviera bien cuando sentí un fuerte golpe en la boca del estomago. Caí casi sin aliento al suelo. De rodillas. Sentí un dolor punzante en mi cabeza. Noté como una mano me agarraba y me levantaba del suelo a la fuerza.

-¡Vamos ponte en pie! No tengo todo el día.- Su voz era grabe he irreconocible. La presión en mi cabeza era cada vez más y más fuerte. El chico que me sujetaba empezaba a ponerse nervioso.
-Abre los ojos, quiero que todos puedan ver bien tu cara.- Me agarró del pelo tirando con fuerza mi cabeza hacia atrás. Gemí de dolor tratando de liberarme de su agarre pero fué un intento en vano. El dolor de mi cabeza era cada vez más y más intenso...Abrí los ojos en ese instante. El chico se me quedó mirando fijamente. Tenía el pelo oscuro y me miraba con asombro arqueando las cejas.
-¿Pero que....?.- Antes de que terminara la frase una fuerte luz verde iluminó todo a mi alrededor. De pronto noté como la mano que me sujetaba el pelo desaparecía. Todo el dolor que sentía en ese momento se había esfumado. Como si nunca me hubieran dado ningún golpe. Mi corazón empezó a latir con calma, como si estuviera otra vez sentado en mi asiento, antes de que todo sucediera. Notaba la calidez de la mano de Maya acariciando la mia. Veía sus preciosos ojos, escuchaba su voz...

-Vic.- Pasó su mano por mi mejilla. Cerré los ojos un instante para sentir su tacto, era tan real...
-¡Vic!.- Alzó su voz y me sacó de mi letargo.- Espabila que te me duermes.- Se rió.
Me quedé alucinado mirando a mi alrededor. Estaba sentado en mi asiento del autobus, con Maya delante mio mirandome con una sonrisa inocente. No había ni cristales rotos, ni ruidos, ni gritos, ni asientos de plastico rotos. Un par de filas más adelante se encontraban Dilan y Evelyn sentados hablando con normalidad y el conductor del autobus conducía tranquilo tarareando una canción que sonaba en la radio.

-¿Estas bien?.- Me giré para mirar a Maya.- Te noto nervioso.- dijo acercando su mano a mi mejilla.
-Estoy...Bien, eso creo.- dudé por un segundo.- ¿Qué ha pasado?
-Te estaba diciendo que Dilan se ha levantado y ha ido a hablar con Evelyn, creo que nuestro plan a funcionado.- Me sonrió entusiasta.
-Nuestro plan...- Iba a decirle algo más a Maya cuando un pequeño bache de la carretera hizo dar un ligero salto en el autobus. En ese instante mi cerebro se activó como un resorte.

-Tenemos que salir del autobus.- Dije incorporandome para ponerme en pie.- ¿Donde esta mi máscara?.- Mire hacia el asiento de al lado buscando mi mochila. Antes de que pudiera abrirla Maya me cogió del brazo.
-Víctor relajate, ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué tenemos que...?.
-No hay tiempo Maya, ponte el antifaz, ¡rápido!.- Exclamé nervioso.- Antes de que...- Me giré y vi a Dilan sujetando a Evelyn de los brazos.
-O no...no hay tiempo.- Fué lo último dije. Antes de poder reaccionar Dilan había tirado a Evelyn al suelo y se había puesto encima de ella cubriendola con su cuerpo. Me giré hacia Maya, la cual me miraba desde su asiento a pocos centimetros de mi. Apenas di un paso cuando uno de los cristales se rompió tras de mi. Escuché los trozos caer al suelo junto con un pequeño objeto metálico que había entrado en el autobus.

-¡Cubrete!.- Quise gritarle a Maya al tiempo que le lanzaba la mochila pero solo pude emitir un grito ahogado que apenas se entendió. Luego un destello blanco lo cubrió todo cegandome la vista de nuevo.

H de Justicia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora