Capítulo 39

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*Evelyn*
Respira hondo....- Tome aire hasta llenarme completamente los pulmones.- Sueltalo.- Lo deje salir lentamente.

-Bien Eve, puedes hacerlo, no es tan dificil, ¿te has enfrentado a cosas peores no?. Tu puedes con ello.- Señalé con el dedo al espejo frente a mi, apuntandome a la cara. El reflejo me devolvía los gestos lo cual pensaba que me haría concentrarme. Agaché la cabeza en dirección a la pila del cuarto de baño y volví a revisar los papeles que tenía sobre mis manos.

-Dios, en que mal momento me ofrecí a dar el discurso de despedida del curso.- forcé la garganta y gruñi un poco para aclarar la voz. Tome aire otra vez lentamente y volvi a mirarme al espejo.

-Pensabamos que nunca llegaría, pero al fin ha llegado, nuestro último...

*Toc Toc Toc* alguien estaba llamando a la puerta del baño.

-¿Evelyn? ¿Estas ahí dentro cielo?.- La voz de mi madre me distrajo completamente de mi discurso. Salvada por la campana supongo.

-Si, puedes entrar Mama, no pasa nada.- volví a dejar los papeles sobre la pila y recogí un poco el baño. Había estado dandome una ducha y planchandome el pelo para la ceremonia. Dentro de unas horas ibamos a ser oficialmente unos alumnos de cuarto graduados. El mundo se abría a nosotros y las posibilidades eran ahora infinitas.

Mi madre entro por la puerta dejandola abierta tras de si. Al principio no dijo nada. Solo se llevo las manos a la boca en una especie de exagerada exaltación.

-Estas guapisima hija.- Me miro de arriba abajo.
-Gracias Mama.- Le sonreí. Ella se acercó a mi y empezó a examinarme lentamente las mejillas.
-Veo que las heridas ya se te han curado. Se nota que la crema va haciendo su efecto.
-Si, ya casi ni se notan, aunque pensaba ponerme algo de maquillaje de todas formas, al final no se gradua uno todos los días.- Trate de disimular. Mi madre pensaba que todas las heridas que me había hecho habían sido culpa de los disturbios que hubo cuando Jason casi destrulle el pueblo. Muchas personas acabaron teniendo que ir al hospital por haber tenido peleas contra algunos de sus secuaces o simplemente habían sido daños colaterales. Si mi madre supiera de verdad como me hice las heridas...simplemente le daría un ataque. Por suerte para mi desde "el accidente" mi cuerpo cura mis heridas con más rapidez que la habitual. El "efecto teen wolf" como lo llamaría Víctor.

-Estas guapisima, con o sin maquillaje. Pero si quieres ponerte un poco adelante.- Me señaló el cajón de las pinturas. Yo asentí y empecé a repasarme la base de la cara con el pincel.

-Por cierto hija, hay una cosa de la que llevo tiempo queriendo hablarte.

Eso fué raro, su tono de voz era mas bajo de lo habitual.

-¿Ocurré algo?.- Mi instinto me decía que algo no iba bien. Sus manos estaban entrelazadas como si estuviera nerviosa y me esquivaba la mirada de los ojos.

-No es nada en realidad es solo...Bueno, se que han pasado muchos años pero...se que a tu padre le hubiera hecho muchisima ilusión verte graduandote hoy. Y yo...bueno yo....- Los ojos de mi madre empezaron a ponerse llorosos. Yo me acerqué corriendo a ella y la abracé.

No dijimos nada, no hacía falta. Las dos sabíamos que este momento era nuestro. Durante unos segundos sobraban las palabras.

-Él estaría muy orgolloso de ti, de la mujer en que te has convertido.- El abrazó se tornó más cálido.
-Seguro que lo esta, este donde este, lo sabe y lo esta. Y seguro que esta descansando tranquilo porque sabe que tengo a mi lado a la mejor madre del mundo para cuidarme.- Una lagrima cayó por mi mejilla. Al final no pude evitarlo. En casa no solemos hablar mucho de mi padre pero cuando lo hacemos es algo asolador para las dos. Ambas lo echamos mucho de menos.
-Te quiero, mi pequeña naranjita.- Me abrazó con mas fuerza
-Y yo a ti, mami gruñona.- le correspondi. De pronto todos mis nervios se esfumaron, podría dar el discurso delante de cien personas, ya nada podría distraerme. Había encontrado la forma de mantener a mi mente firme y en ordén. Porque cuando estuviera subida al escenario hablandole al microfono, bastaría con buscar la cara de mi madre entre el público para saber que todo iba salir bien.

H de Justicia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora