Capitulo 27

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*Víctor*
Me estremecí en el sitio. Los fuertes brazos que me agarraban no me daban la oportunidad de moverme demasiado. Mis piernas estaban casi sin vida, luchando por manterme de pie. El segundo puñetazo hizo que mi cara se girara un poco hacia la derecha. Notaba el dolor bajo mi mascara. Iba vestido con ropa normal, sin embargo llevaba mi mascara de Hache puesta. Lo único que quedaba de lo que un día fué mi uniforme. Los dos chicos me sujetaban con fuerza mientras el tercero no dejaba de darme golpes. Yo estaba empezando a dejar se sentir dolor y empezaba a darme igual todo. "¿Para qué luchar?, ¿Qué sentido tiene?". El chico dejó de golpearme y se acercó a mi.
-Veamos quien hay tras la máscara.
La escena se difuminó de nuevo. Esta vez notaba como si me ahogara, me faltaba el aire, no podía respirar. Mis pies dejaron de tocar el suelo y todo a mi alrededor estaba oscuro. Nadé como pude hacia la superficie. ¿Agua?, ¿Me he caido al barranco?. Trepé por el terraplen como pude y volví a subir a la zona alta al otro lado de la vaya de madera. A lo lejos divise la figura de una chica. Me acerqué corriendo a ella. A medida que lo hacía su imagen se iba aclarando hasta hacerse más y más clara. Era Maya. Me miraba con cara de preocupación.

Intenté acercarme con la mano en alto. Tenia que tocarla, tenía que.- Me quedé quieto.- El suelo empezó a temblar bajo mis pies. Una enorme grieta empezó a parecer separando todo el terreno en dos. Maya cayó dentro del hoyo, movida por la sacudida. Grité su nombre, o al menos lo intenté, pero de mi boca no surgió ningún sonido. Mi corazón latía con fuerza. Sentí entonces una mano en mi hombro izquierdo. Al girarme comprobé como una chica de pelo rosado me miraba con preocupación.

-Víctor, despierta.- me susurro antes de que el agujero bajo mis pies se hiciera mas grande, arrastrandome a su oscuro fondo.

-¡Aaaah!, ¡Aaah!, ah....- me desperté con un grito en mi cama. Sentía un gran dolor de cabeza. Me llevé mi mano derecha a la sien. Con delicadeza aparté un poco el pelo de mi cara.
-Otra vez el sueño.- Suspiré.- Ya ha pasado.- Miré el teléfono móvil. Había recibido mensajes de buenos días de mi madre, alguno de Dilan. Pero ninguno de Maya. Habían pasado casi tres semanas desde el incidente del baile, y a pesar de que la había visto en clase y habíamos seguido hablando, las cosas no eran igual entre nosotros. Volví a suspirar, esta vez con desanimo. Mire la hora en la pantalla ~8:35~.- Genial, he vuelto a dormirme.- dije en alto, a pesar de que no había nadie en casa que pudiera escucharme. Me levanté y fuí corriendo al cuarto de baño para lavarme la cara antes de vestirme. Mi reflejo en el espejo era todo un poema. Mis ojos estaban rojos he irritados, mi pelo había crecido y estaba desaliñado y me habían salido ojeras de pasarme noches en vela por culpa de las pesadillas. Eso cuando no me quedaba simplemente despierto lamentando mi triste existencia.

Sin darme cuenta me había vuelto emo, solo que sin esa pasión por escuchar música deprimente. Prefería torturarme con canciones de amor. Me moje la cara y corri a cambiarme. Desayuné rapido y sali corriendo por la puerta de casa con la mochila a cuestas.

La parada del bus estaba a pocos metros de casa asique no me costaría mas de un cuarto de hora llegar a clase.
Sara estaba esperandome en la esquina. Llevaba acompañandome a clase desde que pasó lo del baile, no se si por pena o por una especie de compasión extraña.

-¿Otra vez te has dormido?.- Empezó a caminar a mi lado.- Dios, que pintas llevas.
-Sara, no es el momento, ¿vale?, me he dormido o mejor dicho, no he dormido bien.- le dije mientras sacaba el ticket de la cartera antes de entrar en el bus.
-Si, ya lo veo.- dijo observandome con detenimiento.
Una vez entramos en el bus nos sentamos en la parte de atrás. No había nadie asique no ibamos a tener problema para buscar sitio. Apoyé mi cabeza sobre el respaldo de la silla.

-Una vez sentado suspire.- Necesito un respiro.
-Venga, animate, queda solo una semana y media de clase, luego te graduas.- me sonrió.- ademas los examenes finales no te han ido mal.
-He tenido que ir a la repesca en dos de ellos, pero si, al menos he aprobado. Me ha costado la vida eso seguro.- gire la cabeza hacia Sara.
-Eres un buen chico Víctor, solo que, un poco despistado y te falta centrarte más en las cosas.- me dijo apoyando su mano en mi hombro.- Y reflexionar más sobre muchas cosas, y pensar bien lo que vas a decir antes de hablar.- Hizo una pausa.- Y no comerte tanto la cabeza por cosas que aún ni han pasado.- Continuó enumerando.
-Sara.- La interrumpí.- ¿Se supone que me estas animando?.- Le dirigi una mirada seria.
-Animandote y dejandote claros los puntos Víctor. Llevas mucho tiempo vagando por ahí como un alma en pena y me preocupo por ti.- Su tono parecía sincero, aún así seguía sin comprender en que me iba a animar todo aquello.

H de Justicia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora