-¡Solo habrá paz en la tierra cuando aprendamos que no importa nuestra procedencia!- exclamé, poniéndome en pie- ¿¡Por que debe ser esto asi!? ¿¡Por que tanta muerte, mentira y destruccion indiscriminada sin motivo alguno!? ¿¡Por que debe influir quienes han sido nuestros padres!? ¡Es su pasado! ¡No el nuestro! Estoy orgullosa de portar el apellido Newgate, y no me lamento de haber nacido siendo su hija, al igual que Luffy no se arrepiente de haber nacido como hijo de Dragon, ni Ace de ser hijo de Roger- poco a poco me fui poniendo en pie, obviando mis heridas, obviando la sangre que me cubría, pero atenta a la guerra que se desarrollaba a mi alrededor- ¡Estais podridos! ¡Pensais que teneis el poder, pero aun siendo asi no sabeis que carga debemos soportar al ser perseguidos solo por no agachar la cabeza, solamente por levantarnos en vez de rendir pleitesia ante unas personas que no muestran el mas minimo respeto por la vida humana!- la crítica a los Tenryubitos era obvia, y sentí las miradas incrédulas de los tres almirantes- ¿¡Que mas da quienes han sido nuestros padres o madres!? ¡Lo que importa es lo que hagamos o dejemos de hacer, no nuestra sangre!- esquivé como pude los ataques.
Akainu me miraba con evidente odio, y siguió atacandome, tratando de silenciarme.
-¡Callate, mocosa! ¡Tú no sabes nada!-
-¡He estado en ambos lados, se que se siente al ver al otro como rival!- contesté, molesta- Puedo comprenderos a todos y cada uno de vosotros, porque al igual que soy pirata, fui agente del Gobierno ¿¡Por que permitir tal masacre!? ¿Por que acabamos los unos con los otros en una guerra sin sentido?- me detuve, alejada del almirante, con los nervios destrozados- ¡Decídmelo! Somos seres humanos, nosotros tenemos tanto derecho como vosotros a vivir. A vivir sin temor a ser perseguidos, a vivir sin miedo a ser atrapados y torturados sólo por ser lo que somos, por lo que perseguimos- exigí. Haberme convertido en pirata gracias a los Mugiwara me había abierto los ojos a la oscuridad y maldad del mundo.
-Eso es Justicia absoluta, mocosa- gruño Akainu.
-¿Justicia absoluta? ¿Acaso la Marina y el Gobierno piensan que ejecutar sólo por quienes son nuestros padres esta justificado? ¡No me hagáis reír! Este mundo esta podrido, todo es un juego de los Nobles, que nos ven como simples marionetas para amenizar su aburrimiento ¿y sólo por que nosotros preferimos alzar la cabeza, no agacharemos a su paso, deben exterminarnos? ¡Prefiero morir de pie que vivir de rodillas! ¡Prefiero morir protegiendo a los míos, a los que no dudan en aceptarme aún con mi pasado, que esconderme tras unos muros impenetrables! ¡No importa las veces que caiga, me levantare para defender mis ideales y aceptare la muerte cuando venga a buscarme! ¡Moriré de pie, sin haber dado la espalda a los enemigos, tal y como ha hecho mi padre!- exclamé, derribandole.
June Newgate, 16 años, One Piece
