Mi clase favorita es Educación Física. Pero no porque me guste el deporte. Es más, lo aborrezco. Pero me gusta la clase de Educación Física porque puedo evitarla, con alguna justificación, y pasear por el instituto.
Me gusta el lugar, aunque no me terminan de gustar los compañeros. Alguna que otra me mira por encima del hombro, otras con envidia, y se que muchos chicos lo hacen con lascivia. Siempre que veo eso, procuro taparme, y pasar rápido.
Por eso odio los deportes. Porque se que me van a mirar más. Mi madre me ha ayudado con ello y ha conseguido justificar mis faltas, así que no me preocupa.
Cuando paseo, me imagino mil escenarios diferentes que se puedan desarrollar. Parejas uniéndose o rompiendo. Amogas chismorreando. Gente jugando al ajedrez, al fútbol o al baloncesto. Yo prefiero imaginarme en la azotea, observando la extensa ciudad. Me imagino graduándome, lanzando el birrete. Me imagino entrando a la Academia de Policía.
Mi padre fue policía, pero falleció en servicio, por eso mi madre procura quitarme la idea de la cabeza, pero yo deseo seguir sus pasos, ayudar a las víctimas y lograr que así descansen en paz.
Mavis Hawthorne, 16 años