"Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que esa otra persona es única..."
Jorge Luis Borges
Dom.
―Nik. Despierta. Katy llegó y no me quiero comer esa comida.
Mierda es cierto. No recordaba que papá trabajaba hoy por tal motivo Katy llegaría en la mañana y que mi hermana ―mientras yo esté― no come nada de lo que ella haga. Suspiro profundo. Siento como Mady se sienta en la cama y antes de que haga algo que no me gusta para nada abro uno de mis ojos y la observo. Noto como ríe y aplaude emocionada.
Antes Mady ―cuando no despertaba―, producto de los trasnochos y algunas veces ebrio a más no poder, llegaba a mi habitación, se acercaba a mi cama y como no reaccionaba me abría los ojos a la fuerza. Eso me hacía enojar muchísimo, sin embargo, jamás llegué a llamarle la atención por ello, ni mucho menos a regañarla. Comprendí y entendí que si acudía a nosotros ―mi padre o a mí― era porque nos necesitaba, además, él y yo somos su única familia por ello, antes que meta uno de sus regordetes dedos en mis ojos yo los abro de inmediato.
―Hola Mady― digo mientras restriego mis ojos y me estiro un poco.
―Nik, afuera está Xantú. Está molestando a Katy ―sonrío, de verdad que Xanthus es feliz haciendo enojar a las personas, es bromista a más no poder. Ya quisiera ver cuando alguien se enoje como es debido y le propine una buena bofetada―. ¿No te vas a levantar?
―Si princesa, dame unos segundos.
No he terminado de hablar cuando mi amigo entra y tira la puerta. Mady corre riendo a carcajadas y se esconde tras mi cuerpo cubriéndose de él.
―No podrás escapar de mí malvada princesa ―Le dice mi amigo con voz maquiavélica a una Mady que ríe eufórica y a la vez aterrada por lo que él le piensa hacer. No puedo negar que me hacen reír.
Digamos que siempre es lo mismo. Mi amigo llega e inmediatamente juega con mi hermana hasta que la hace botar las tripas ―producto de la risa― y ella se agota. Para salir de él, o le propina un par de palmetazos en cualquier parte de su cuerpo o en su defecto ella se enoja y Xanthus al ver su cara la deja quieta. Bueno eso es precisamente lo que está ocurriendo en este momento. Mady grita fuerte y Xanthus le hace cosquillas mientras los dos me mantienen atrapado y aplastado en el colchón de mi cama.
―Será... Qué... Me... Pueden dejar salir ―pregunto con voz entrecortada ya que la bestia de mi amigo como que no cae en cuenta que pesa bastante―. Xanthus quítate y deja a Mady quieta ―él me observa, frunce el ceño y responde:
―¿No deberías estar ligero como pluma idiota?
―Pues te equivocas imbécil. No lo estoy, así que dame permiso.
Él se aparta, por tal motivo me bajo de la cama y de inmediato voy al baño. Hago mis necesidades y cuando vuelvo a la habitación veo que los dos están enganchados a los videojuegos.
―Nik ¿Quieres jugar? ―Niego, de verdad que no tengo muchas ganas de hacerlo.
―Tranquila princesa. Juega con Xanthus. Yo iré a prepararte el desayuno.
―Claro Mady ―interrumpe mi amigo―, yo juego mejor que tu hermano.
―Eso no es cierto ―dice Mady algo seria―. Nik hace todo bien ―termina de hablar y retoma su videojuego fijando su vista en la televisión.
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Tú, Sabes Bien ©
Teen Fiction¿Qué sucede cuándo el amor no es el problema? ¿Qué pasa cuándo el sentir te doblega? ¿Qué ocurre cuándo desafías las reglas? Soy Anne Lyse Elizabeth Truswell Sharman, nací en la tan renombrada Élite Inglesa, aquí todo funciona por medio de reglas, p...