Tú, Sabes Bien ©

Capítulo XXII. Mía

Canción: "Kiss me" (Bésame) by Ed Sheeran

"Te quiero como se quiere una mañana fresca de verano, con anhelo porque el sol y el frescor del viento toque sutilmente mi cara.

Te quiero como se espera la llegada de un regalo prometido y deseado por mucho tiempo.

Te quiero, no con esa sensación de mariposas en el estómago, sino con la descarga de adrenalina que embarga mi pecho, corre por mis venas, nubla mi mente y acelera los latidos de un corazón que está vivo y quiere salir por algún poro de mi cuerpo cada vez que te veo o siento que tus manos recorren mi cuerpo, con la locura y pasión que despertaste en mi ser.

Te deseo cada día con más y más empeño...

De forma irracional y paradójica, con la Impaciencia de una niña, con la virtud de ser mujer, con la certeza de que somos perfectamente imperfectos, con la esperanza de que viviremos muchas mañanas y noches juntos, el inquebrantable concepto de que me encantas, la profunda evidencia de que esto no es juego, la desmedida ilusión de que algún día te abrirás a mí y me demostrarás que todo esto que siento , es recíproco, maravilloso, insuperable y demás está decir, que compartimos un sentimiento muy intenso...

En una frase: Te quiero porque jamás pensé que se podía querer así como hoy te quiero."

Anne Lyse Elizabeth Truswell Sharman

Dom:

―¡Naomi! ―Ella gira y me observa con mirada asesina― No sé que te pasa, pero estás golpeando esa mierda extremadamente mal.

Naomi rueda los ojos y se enfrasca de nuevo en su entrenamiento. Estamos en el gimnasio ―que está a pocas cuadras de mi casa―. Se supone que Naomi se enfrentará de nuevo a "La Barbie" dentro de un mes, por tal motivo ella me pidió que la ayudara en el entrenamiento ―cosa que hago desde hace años―, lo cierto es que ―a mi parecer― todo lo está haciendo mal o quizá soy yo el que ve todo mal.

O mejor dicho estoy de mal humor porque no veo a mi novia desde hace varios días.

Sí, tengo cuatro días sin verla. Solo hablamos por el móvil y una que otra vez la consigo conectada a alguna red social, eso sucede bastante entrada la noche. No es algo que me agrade, sin embargo, lo tolero porque todo gira en torno a más de una diligencia que Anne ha tenido que hacer para ingresar a la Universidad. Que si exámenes médicos, que si evaluaciones psicológicas, que si entrevista con un montón de personas y otras tantas mierdas más que no entiendo para qué sirven, igual ella estudiará en una Universidad privada elitista así que no comprendo por qué tanto protocolo, se supone que si pagas la matrícula, más el monto anual y vas a clase, sacas buenas notas, te mantienes con una buena conducta y haces lo que dicen pues no necesitas de más nada ¿No es así?

Observo a Naomi y no logro determinar porque está tan desastrosa el día de hoy, de ser así la rubia la noqueará en medio minuto cuando esté sobre el cuadrilátero.

Me levanto de la silla, en la que tengo más de media hora sentado y camino en dirección a la salida. Quiero hablar con Anne.

Pulso el número que me comunicará con ella. El móvil suena varias veces, ya como en el sexto repique mi pelirroja contesta.

―Hola ―su voz es apagada. Qué extraño, pienso. O estaba dormida y, la desperté o le pasa algo.

―Hola bella ¿Te pasa algo? ―Pregunto intrigado.

―No... ¿Por qué lo dices?

―No sé tienes la voz extraña. ¿Estabas dormida?

―Ah, ¿Es eso? Sí, estoy media dormida o media despierta. ¿Cómo estás? ¿Dónde estás? ―Su voz ha cambiado, esa sí es mi chica.