Tú, Sabes Bien ©

Capítulo XII. Quédate...

Canción: "Stay" (Quédate) de Rihanna ft. Mikky Ekko

"Los que mueren de verdad son los que no viven.  Los que se reprimen porque los asusta el qué dirán.  Los que hacen descuentos a la felicidad.  Los que se comportan siempre de la misma forma pensando que no se puede hacer nada diferente,  los que piensan que amar es como una jaula, los que nunca comenten pequeñas locuras para reírse de sí mismos o de los demás.  Mueren los que no saben pedir ni ofrecer ayuda"

Federico Moccia.

Dom:

Escuché a Savannah decir que Anne cumpliría diecinueve años en dos días.  Como no ha surgido nada de contacto entre los dos, pensé que Sann ―a través de Xanthus― me podía ayudar para darle una sorpresa diferente a ella.

Anne es difícil.  No es una mujer abierta a sentimientos ―o bueno eso es lo que pienso― quizá esté equivocado, y de verdad espero que sea así.

Ella me gusta y mucho, el detalle es que no sé cómo darle la vuelta a todo esto.  Sumado a ello me impidió que le enviara mensajes, no puedo llamarla, no puedo buscarla y mucho menos besarla ―cosa que no me agrada para nada― y para terminar de completar mi embrollo mental, Sann tampoco puede enterarse de nada, porque Anne como que le remuerde la conciencia su prima o qué coño sé yo cuál es la bendita causa por la que no puedo decirle nada a ella.  Cosa que esta noche le preguntaré a Anne sin ningún tapujo.

Es bastante tarde, antes de salir me despido de mi bella Mady, jurándole que solo serán unas pocas horas ausente, beso su frente y con un Ti amu por parte de mi hermana me retiro de la habitación.

Bajo las escaleras y le explicó a papá que llegaré en pocas horas.  Yo calculo que en dos o tres estaré de vuelta, todo depende de Anne y su carácter.  Capaz me corre de su casa en diez minutos, espero que no sea así.

Salgo de mi casa y me subo al todo terreno de Xanthus, para lo que vamos a hacer necesitamos la camioneta, así que no llevo mi moto, según Xanthus, él irá a la casa de los Truswell para traerme de vuelta a la mía.

―¿Preparado idiota? ―Pregunta mi amigo cuando me subo al auto.

―Sí, imbécil ―le respondo a la vez que le doy un palmetazo en el cuello.  Xanthus se masajea y frunce el ceño producto del golpe que le di.

Miro hacia la parte trasera del vehículo y deduzco que todo lo que necesito ―y que le pedí a mi amigo― si está aquí.

Bien, el plan fue el siguiente.  Hablé con Xanthus y le comenté lo que pensaba, le dije que hablara con Sann ―como si todo hubiese sido idea de él―, y con el objetivo de no levantar sospechas de lo que quería hacer.

Ella bastante emocionada aceptó la idea, dijo que sacaría a Anne de la casa y le entregó a mi amigo un control bien particular  ―que tiene su papá, el tío de Anne― para accesar al estacionamiento de la mansión. 

Xanthus le pidió que de igual forma sacara a los gemelos de la mansión, ya que no somos de su agrado, además que vamos a hacer algo que está en contra de la ley.  Entraremos a una casa, en medio de la noche para decorar la habitación de una señorita que es más difícil de ablandar que un caldo de hierro.

Sann nos dijo que si llegase a pasar algo ―fuera de los planes― marquemos su número y que ella hablaba con sus tíos y aclaraba la situación.  Además que ella piensa que solo será cuestión de minutos, cosa que hasta ahora no lo sé.

Xanthus y yo estamos estacionados a unos metros de la mansión, esperando que Anne y sus hermanos salgan de la casa y dando tiempo para que todo quede en silencio y poder abrir la verja eléctrica.