Capítulo XXVI. Entrañable Abrazo.

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Canción: Sorry (Lo Siento) by Justin Bieber.

"―Significa que el amor no tiene que ver con tener miedo a que te lo arrebaten. El amor tiene que ver con encontrar a la persona que te llene el corazón, que te hace ser una persona mejor de lo que nunca soñaste ser. Tiene que ver con mirar a tu mujer a los ojos y estar convencido hasta lo más hondo de que ella es sencillamente la mejor persona que has conocido―."

Anthony

Dom:

Irremediablemente había olvidado esa apuesta. Se supone que Naomi bromeó un millón de veces con eso de acostarse con alguien que forme parte de la tan exclusiva élite londinense, pero jamás llegué a pensar que cumpliría hasta el final su cometido y menos aún que Anne sepa algo de todo esto, es más, ¿qué tiene que ver ella en todo esto?

Naomi no se mueve, está estática. Las dos se miran como si se tratase de unos titanes en plena acción listos para batallar.

Mi madre estás dos señoritas poseen un carácter de los mil demonios, pienso.

―Habla Naomi, ¿dime qué se siente? ―espeta Anne con un tono de voz tan firme que intimida.

―A ver Anne ¿Qué tienes que ver con eso? ―hablo mientras la observo, ella ni siquiera me ve, no sé si me está prestando atención a lo que acabo de preguntarle―. Naomi ―gira su cabeza y me observa― ¿En serio cumpliste con esa tonta apuesta?

Naomi se encoge de hombros como restándole importancia al asunto y a su vez sonríe con prepotencia.

―Eres un zorra ―susurra Anne y en cuestión de segundos se lanza a ella. Quizá Naomi se descuidó un poco ya que Anne logra agarrarla por un mechón de cabello y lo hala con tanta fuerza e ira desbordada que me deja impresionado. Salto casi que por encima del escritorio para agarrar a mi novia, si Naomi le propina un solo golpe será la hecatombe, ella es una luchadora experta y Anne puede salir muy mal parada de esto.

―Suéltame estúpida ―chilla Naomi. Intenta zafarse por todos los medios de Anne pero no puede.

―Anne no ―grito y asumo que el momento de rabia no la deja ni siquiera escucharme. Llego hasta dónde está y la tomo por la cintura. Ella patalea y grita un par de cosas producto de la molestia. La levanto, ya que Naomi cayó en el sofá de la oficina, justo en ese momento Anne le araña el rostro con fuerza. La mirada de Naomi expresa que su cuota de paciencia se agotó y sé que lo único que desea, en este momento, es darle unos buenos golpes a mi novia―. Ni se te ocurra Naomi ―sentencio antes de que intente hacer algo―, lárgate.

―Suéltame Dom ―grita Anne mientras la mantengo sujeta, desde atrás a mí.

Naomi se levanta, toca la herida que tiene en su rostro y señalando con el índice a Anne le dice:

―Sabes que esta me la cobro como sea niña rica ―Anne se retuerce intentando librarse de mi agarre. Tiene fuerza la condenada.

―Termina de irte Naomi ―expreso ya bastante molesto.

Ella hace lo que le pido. Sale del lugar y tira la puerta con fuerza.

―Suéltame Dominik ¡Suéltame! ―Grita de nuevo Anne. Resoplo algo obstinado.

―O te quedas tranquila o no te suelto. Tú decides.

Ella asiente y después de unos leves segundos deja de forcejear, por tal motivo la suelto. Noto como se gira y el próximo es ser atacado soy yo. Anne comienza a propinarme golpes que logro esquivar con habilidad, de nuevo atrapo sus manos y ahora ―con una de las mías― sujeto sus muñecas en la parte final de su espalda. Ella chilla de dolor, no quiero lastimarla, pero hoy está demasiado agresiva. Anne no es así, algo grande pasó que tuvo que haberla sacado de sus casillas.

Tú, Sabes Bien ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora