Capítulo 28: Reencuentro de una amistad fallída

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Cuando se trata de mí la primera palabra que se le viene a las personas a la cabeza es una sola: malo

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Cuando se trata de mí la primera palabra que se le viene a las personas a la cabeza es una sola: malo.

«Alex es un tipo malo»

Y quizás no estén tan errados en pensar así.

Hace mucho tiempo que las personas me dejaron de importar. Luego de la terrible muerte de mi hermana mucha de mi humanidad se había ido con ella, y las drogas se estaban llevando la poca que me quedaba.

Hacía muchas cosas malas por impulso, sin pensar el daño que podía causar antes, o las consecuencias que traería, y la verdad, seguía haciendo cosas malas sin pensar. Como robarme el diario de Greg.

¿Por qué lo hice?

Quien sabe, solo fue una idea que se me vino a la cabeza en medio de un viaje, no estaba pensando claro e hice una de las cosas más estúpidas y sin sentido que pude haber hecho, pero no la peor.

No siempre fui un maldito que iba por ahí haciendo daño sin tener remordimiento alguno ni una pizca de empatía, tampoco nací siendo un psicópata.

Lo más extraño de todo... esta era la primera vez que sentía culpa. Tenía una culpa tan grande que sentí la urgencia de redimirme con cualquier cosa.

Y por eso iba camino al hospital ahora mismo.

Me enteré por la red social azul donde todo el mundo andaba de chismoso que Brookelle se puso mal en las clases y tuvieron que llevársela.

Incluso aunque ella se haya comportado mal en el pasado no significaba que quería verla así. De verdad me preocupaba por ella porque entendía que su enfermedad se la estaba llevando a la tumba, y no quería ignorarla en sus peores momentos. Iría todavía a sabiendas que sería un caos el que yo me apareciera ahí con sus padres que me odiaban.

Iba distraído con mis pensamientos, pero cuando estuve a unos metros de entrar al hospital me detuve en seco.
Kyle iba saliendo de ahí, él también se detuvo al pie de la entrada.

No lo habría reconocido tan fácilmente de no haberle visto la cara, se veía tan... normal.

¿Por qué estaba vestido así?

No traía su gorra y llevaba el rostro totalmente descubierto cuando días atrás me estaba soltando arañazos para que no le quitara el fleco de los ojos en el parque de Skate.

Era como estar viendo un marciano.

Mierda, casi se me olvidaba, él debía estar molesto porque yo robé el diario de Greg. Definitivamente estaba molesto, su mirada de hámster con el ceño fruncido me lo dejó muy claro.

¿Qué hago para cortar la tensión?

«Di algo chistoso, tal vez así se le pase».

—¿Qué te pasó?, ¿te perdiste en el armario de tu tío? —me reí—. Te diré la verdad, la normalidad no te queda, prefiero al niño emo raro.

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