Kyle nunca fue bueno haciendo amigos, pero tras mudarse a Everless se encontrará con muchas personas que le cambiarán la vida. En especial uno, Alex.
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La infancia traumática que tuvo Kyle lo dejó con una marca de por vida, un trastorno de ansied...
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Brookelle y yo caminamos juntos sin rumbo alguno, ella me sonrió dulcemente y se pegó más a mi brazo.
—Pareces un chico genuinamente lindo, Kyle. —me dijo ella mientras me miraba con sus grandes ojos azules.
—¿De verdad lo crees? —pregunté sonrojado.
—Sí, me parece extraño que seas amigo de un idiota de primera como lo es Alex.
—No es tan malo.
—¿No? —Brookelle se rió irónica—. Eso crees tú ahora, pero pregúntale a cualquiera de la escuela y te podrá confirmar que Alex es todo un patán. No lo conoces, Kyle.
—Bueno... —me encogí de hombros—. Yo sé que no es la persona más amable del mundo, solo creó que su comportamiento de idiota puede ser porque aún sufre mucho, tú sabes, por lo que le pasó a su hermana.
Brokelle se paró en seco y se volvió a mirarme atónita. ¿Había dicho algo malo?
—¿Cómo sabes eso?
No creí que fuera un secreto. Alex me había contado que el incidente fue bastante sonado.
—Él me lo contó —contesté, casi inseguro por la actitud que Brookelle había tomado tan repentinamente—. ¿Estás bien, Brookelle?
—Sí, sí... —agitó la cabeza como si tratara de sacudirse las ideas—. Solo estoy... algo confundida, mejor dicho, sorprendida.
—¿De qué?
—Es que, Alex es muy reservado. No le gusta compartir sus emociones, mucho menos cosas de su vida privada. Por eso me sorprende que a ti te lo haya contado. Digo, porque llevan tan poco tiempo conociéndose.
—¿Está mal?
De repente lo hacía sonar como si fuera algo malo.
—No claro que no. En realidad, me alegra que Alex tenga un amigo en quien pueda confiar —sonrió—, tal vez luego pueda cambiar su forma de ser. A mi me gustaría tener a alguien como tú en mi vida, para Alex eres un amigo incondicional, pero me gustaría algún día conseguir a alguien como tú que pudiera... ser más que un amigo para mí.
Me puso nervioso de nuevo, el calor de la sangre se me subió a las mejillas. Quise decirle «¡estoy disponible!», pero los nervios no me dejaron, solo me quedé ahí parado mientras la miraba sonriendo como idiota.
—Vámonos, Kyle —tomó mi mano y me llevó junto con ella.
Su mirada era tan linda, estaba llena de inocencia y tenía un brillo único en sus ojos que eran como un hermoso mar. Dirigió su sonrisa a mi de nuevo, el cabello se movía pegándole en el rostro mientras iba corriendo.
Me adentré con ella a un lugar lleno de árboles, ahí me di cuenta que Everless era una ciudad bastante verde, tenían parques por doquier. Este no quedaba muy lejos de la biblioteca.
