Después de haber verificado que efectivamente mis padres no estaban, me fui de la casa sin desayunar. Si de por sí iba tarde, si decidía sentarme a desayunar iba a perder el preciado tiempo que tenía para llegar al colegio. La verdad tampoco es como si me importara mucho, realmente no me gustaba desayunar mucho. Sé que es la comida más importante del día, pero realmente me interesaba más llegar temprano a mis clases. Empecé a caminar hasta el colegio, ya que no podía tomar un taxi porque no tenía dinero suficiente; quisiera poder un auto propio, pero mis padres dicen que cuando salga del colegio decidirán ayudarme con un auto. Mientras caminaba decidí colocarme los auriculares con mi lista de canciones favoritas aleatoriamente.
Había pasado ya un año de lo sucedido y actualmente tengo 18, muy pronto cumpliré los 19 años y ya todos sabemos qué pasará. Ahora que lo pienso es una total estupidez. Hay muchas formas de hacer arreglos, acuerdos y beneficios para las empresas. Es una estupidez pensar que por arreglar un matrimonio con sus hijos todos los problemas quedan solucionados de por vida. No es nada seguro esto de los matrimonios, y actualmente no sé qué tan bien sería casarme con Diego. Quiero pensar que no le hice caso a las palabras de Emily, pero la verdad es que en estos momentos me siento muy poca cosa para Diego. Él es un chico tan bueno y amable; y ni pensar en lo bonito que es. Lástima que yo no crea sentir lo mismo que siente él por mí. Lamentablemente creo muy dentro de mí que no es mi culpa y es culpa de su hermana, pero la verdad creo que me siento más cómoda echándome la culpa a mí misma por no ser lo suficientemente bonita, ni con autoridad para defenderme. Al estar llegando casi a la entrada del colegio me entra un poco de inseguridad pensar que Emily y su séquito de seguidoras estarán esperando en la entrada solo para burlarse de mí como cada día. A veces me dan ganas de abofetearme por no ser fuerte y enfrentarme a ellas, son menores que yo por Dios.
Sin darme cuenta, lágrimas empiezan a caer por mis mejillas. Rápidamente las limpio antes de que las chicas se den cuenta que andaba llorando y tengan otra razón para burlarse de mí. Al levantar la vista me encuentro con mi mejor amigo, Kevin. Era la mejor persona que me he podido haber encontrado en mi vida. Es un chico muy cariñoso y tierno, a pesar de estar pasando cosas muy complicadas con su familia. Él era lo que se podía decir un chico igual que "yo", con problemas familiares y emocionales. Él fue quien me ayudó con técnicas para ocultar mis sentimientos, me había enseñado a escapar de mi mundo. Él al verme corrió a abrazarme y preguntarme cómo estaba.
—Dani, ¿cómo estás?, ¿estás bien? —preguntaba mientras me abrazaba y acariciaba mi cabello.
—¿Crees que estoy bien? —le pregunté de vuelta sin contestar ninguna de sus preguntas.
—Dani, tranquila, sabes que siempre estaré aquí a tu lado para lo que sea que necesites.
—Lo sé Kevin, discúlpame por tratarte de esa manera. No es mi intención, solo que a veces, no sé. A veces no quisiera ser tan débil como soy. —Mi voz se quebró al final de la oración a la vez que soltaba una última lágrima.
—¿Dani? —me separó de su pecho—. No llores Dani, sé que esto que estás pasando es muy malo para ti, pero relájate; piensa que es solo una etapa de tu vida. Tranquila, siempre estaré para ti. —Me abrazó otra vez mientras yo lloraba en silencio. A lo que me calmaba, se escucha la voz de Emily acercandose.
—Miren chicas, los pobres niños depresivos abrazaditos. Son tal para cual, no sé por qué en vez de casarte con mi hermano no te casas con él. Básicamente es como si estuvieses engañando a mi hermano, y ni siquiera se han casado. Es increíble chicas, ¿quién de ustedes no quisiera estar con mi hermano? Y en cambio esta... —decía mientras miraba por encima del hombro a sus amigas y se reía con ellas—. Ay, qué lástima que esta llorando la pobre de Daniela, pobrecita.
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La Chica "Emo" (Editando)
Teen FictionMi nombre es Daniela Farré, soy hija de uno se los empresarios más importantes de mi país. Desde que tengo memoria han querido que tenga una apariencia perfecta. Yo realmente no tenía problema en obedecerles, pero especialmente en mis días escolares...