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Nada más terminar la ceremonia el presidente Snow en persona hace su aparición, se acerca a nosotros con una sonrisa en sus hinchados labios.

- Mi más sincera enhorabuena Peeta y Katniss Mellark – dice resaltando mi nombre. Tendré que acostumbrarme a como suena.

Los invitados esperan pacientemente a que terminemos de hablar con él para felicitarnos. Mi sonrisa se hace verdadera al ver a Prim con mi madre. Ambas llevan unos preciosos vestidos hechos por Cinna. Tras ellas está la familia de Peeta, su padre nos da un caluroso abrazo a cada uno. Enseguida pierdo a todos de vista. Haymitch consigue colarse entre la gente para saludarnos con un abrazo.

- Enhorabuena chicos – dice antes de desaparecer. Effie va como loca de una lado a otro presentándonos gente, diciéndonos dónde colocarnos y qué hacer.

Vemos a varios mentores, como Finnick, Johanna y Beetee entre otros.

Nos sacan un montón de fotos. A nosotros solos, con los invitados, en la ceremonia, durante la cena, en el baile, ...

Para después del banquete Cinna me ha preparado un vestido mucho más ligero y cómodo.

Después de saludar a infinidad de personas logro escaparme con Peeta a una mesa llena de dulces. En medio hay una preciosa tarta verde. Tiene dibujado un bosque y en la parte de arriba un lago. Me giro hacia Peeta quien me mira muy sonriente.

- ¿Las has hecho tú? - él asiente – es preciosa, pero ¿cuándo? Hemos estado juntos todos estos días.

- Ayer por la noche, no podía dormir así que vine aquí y hable con los pasteleros. Me dejaron usar todos los ingredientes y utensilios que quise.

- Gracias – digo abrazándole.

Enseguida vienen a por nosotros para el baile nupcial. Peeta y yo nos colocamos en medio de la pista de baile y nos movemos al son de una lenta canción. Poco a poco se va uniendo gente a bailar, cuando la pista está llena intentamos huir sin éxito. Mucha gente quiere bailar con nosotros así que vamos pasando de mano en mano. La fiesta se alarga hasta muy tarde. No siento los pies y me duele la cara de tanto sonreír. Finalmente Effie nos dice que podemos retirarnos. Cuando estamos yendo a los apartamentos escuchamos a Haymitch llamarnos.

- ¿A dónde se supone que vais? - nos dice cuando nos acercamos a él.

- A dormir, Effie nos ha dado permiso – reclamo en tono lastimero.

- No digo que no, pero os acabáis de casar, ¿vais a dormir cada uno con vuestras familias? ... Por vuestras caras veo que ni siquiera lo habíais pensado. Venir conmigo.

Subimos al ascensor con él y pulsa el botón del último piso, allí nos conduce por el pasillo hasta la única puerta que hay.

- La suite nupcial – nos anuncia – que lo paséis bien.

Tras guiñarle el ojo a Peeta se gira y desaparece en el ascensor.

Peeta y yo nos miramos. Cuando noto que mis mejillas se están poniendo rojas bajo la mirada, al ver mis pies recuerdo el daño que me están causando los zapatos y me los quito.

- Estos zapatos me están matando, creo que no puedo dar ni un solo paso más.

- Eso lo puedo solucionar – dice Peeta alzándome en brazos. Abre la puerta y me deja sobre la gigantesca y mullida cama.

Después de cerrar la puerta abre varios armarios y descubrimos que han llevado toda la ropa que teníamos tanto en el apartamento que usamos los primeros días como en el que ocupábamos con nuestras familias unos pisos más abajo. Peeta saca un pijama para él y otro para mi. Me mira mientras me lo enseña, esperando mi aprobación, asiento y me lo acerca.

Aliados, amigos, mentores, prometidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora