Terminando de abotonar su camisa, Andy se pasó la mano por el cabello tratando de calmar su ritmo cardiaco, estaba nervioso como un púber en su primera cita y odiaba eso; él ya no era un chiquillo hormonal. Luego de su servicio militar, había ingresado a la universidad acumulándole la edad de veinticinco años.
Tomó las llaves de su coche deportivo y condujo con dirección al restaurant, tenía planeado llegar entre diez y quince minutos antes para poder verle llegar desde otra mesa que había reservado.
No era la primera vez que iba a dicho restaurant, había cenado allí con su viejo amigo Jackson y su esposa Amy, permitiéndole conocer a la perfección la mesa ideal desde donde estaría oculto del perímetro de visión.
Luego de una hora se detuvo frente a la entrada donde el valet parking le abrió la puerta y se detuvo a un costado del auto a la espera de las llaves que a regañadientes entregó advirtiéndole con la mirada de que no rayara su flamante coche negro.
-Buenas noches, caballero ¿Tiene reservación? -una mujer pelirroja vestida con falda tubo gris y blusa de manga larga blanca le saludó al cruzar una de las puertas dobles.
-Sí, a nombre de Andy Biersack.
-Sígame, por favor -ella le señaló el camino.
Caminó detrás de la mujer entre el espacio vacío de las mesas hasta llegar a una vacía con dos sillas a sus costados.
-En un momento vendrá una mesera -él asintió mirando a su alrededor de la misma forma que lo haría alguien que está a punto de hacer algo prohibido.
Con dichas palabras la mujer se marchó dejándolo solo con su consciencia que le gritaba lo mal que estaba haciendo las cosas. No solo le preocupaba que Izz fuese una adolescente menor de edad que por tan solo escribirle podrían enviarlo a la cárcel, sino también estaba su ética profesional que quedaría destruida si los descubrían.
-Buenas noches, mi nombre es Bianca -levantó la vista hacia la mesera que le miraba con lujuria- y esta noche seré su mesera -sus labios exageradamente llenos se abrieron en una sonrisa sugestiva-. ¿Desea ordenar algo mientras espera?
-Un whisky doble... -llenó sus pulmones y expulsó el aire con lentitud por la boca- Doble, por favor.
-En un momento se lo traigo -la miró alejarse bamboleando las caderas exageradamente.
Rió y se centró nuevamente en sus pensamientos mientras el murmullo de los otros comensales le rodeaba. No fue consciente de en qué momento la mujer que lo atendió trajo su trago; su discusión interna lo tenía tan cegado que parecía estar en otro planeta.
De pronto el teléfono vibró en su bolsillo, con la respiración contenida lo sacó esperando que hubiera una cancelación de aquella cita.
Izz:¿Ya estás allí? -quería lanzar el móvil contra el suelo. Estaba enloqueciendo con eso.
DEC: No te lo diré.
Izz:Eres muy malo conmigo -le envió una caritatriste-.Sin embargo, yo sí te diré que estoy en la entrada.
Al leer aquello se quedó frío por un instante, para luego coger el vaso y beber un trago largo del líquido ambarino que le quemó la garganta.
Instintivamente giró el rostro y miró por la gran ventana, observando a una hermosa mujer de cabellos rojos bajarse de un taxi. Cuando la vio de pie frente a la puerta, la boca le pareció un desierto en pleno verano. Izz estaba hermosa, incluso no parecía ser una niña, sino toda una mujer con un vestido de gasa color rojo que se amoldaba hasta las caderas y suelto con un corte diagonal mostrando la mitad de un muslo, el escote era un deleite para los ojos, el corte en V permitiría observarle los pechos, y los zapatos negro de tacón de aguja hacían ver sus piernas torneadas y cremosas ideales para acariciar.
Sus ojos siguieron cada uno de sus pasos detrás de la mujer que lo recibió en la entrada; el balancear del vestido le hacía querer desnudarla en frente de todos y mostrar su perfecta figura.
Ella se sentó en una mesa diagonal a la suya y luego sacó lo que parecía ser su teléfono de una pequeña cartera de mano. A los segundos el suyo empezó a vibrar.
Izz: ¿No me digas que eres tú el que se va a arrepentir? Ya estoy aquí.-con un setenta y cinco por ciento de cobardía y el resto de deseo, se instó en continuar con lo que ya había comenzado.
DEC: Me acercaré si no gritas o sales corriendo.
Izz: Palabra de exploradora.
DEC: Tengo la sensación de que nunca fuiste exploradora.
Levantó la vista y la miró sonreír.
Bebiéndose el resto de su trago se dio ánimos a sí mismo, lo peor que podría hacer es salir corriendo.
Caminó lentamente hasta detenerse a su lado y le tocó el hombro con dos dedos.
ESTÁS LEYENDO
Hojas en Blanco [Andy Biersack] Hot/romantica ©
FanfictionUn Dom experimentado y una sumisa novata obtienen una relación perfecta. ¿Qué pasaría si ella pierde la memoria? LIBRO ADAPTADO. Créditos a D.A Bueno como ya vieron esta novela la saque de la pagina de Facebook: https://www.facebook.com/Novelas-de...