Izz había perdido el conocimiento unos segundos antes que los paramédicos entraran a la casa.
Todo había pasado tan pronto que parecía solo haber sido una alucinación, un momento de desconcierto. Andy iba en la parte trasera de la ambulancia con ella, con las imágenes golpeándole como meteoritos cegándolo con cada nuevo recuerdo.
Él había ido a casa de Izz con intenciones de decirle que todo terminaba allí, que no quería ilusionarla con sentimientos que no podría tener por ella, cuando algo cayó desde el interior de la casa alertándolo de movimientos inusuales; se asomó un poco por la ventana y pudo observar a través de las cortinas de encaje la silueta masculina detrás de ella sujetándole del cuello.
En ese momento todo perdió lógica, solo actuó por actuar.
Corrió al auto y sacó la pistola semiautomática que guardaba en la guantera. Marcó el número de Jackson, su amigo de Seattle PD.
-¿Andy? -le respondió el hombre al otro lado de la línea.
-Necesito que grabes lo que te diré.
-Espérame un segundo -el movimiento de algunos objetos se filtró por el auricular-. Empieza.
-Soy Andy Biersack, me encuentro en 2nd Avenue frente a la casa de Izz Campbell, un hombre ha irrumpido en el interior y como militar retirado tengo la obligación de actuar y si es necesario herir con el arma que poseo.
Terminó la llamada y tiró el teléfono al interior del coche, rastrilló el arma y caminó de espaldas contra la pared empuñándola entre sus manos.
La mantuvo a bajo perfil, no deseaba alterar algún transeúnte que lo dejara al descubierto, se acercó silenciosamente a la puerta y de una sola patada logró abrirla. Izz le miraba con los ojos abiertos como platos, su mejilla sangraba y la sudadera estaba rota y manchada.
Apuntó a su objetivo detrás de ella, había pocos puntos a los cuales disparar, no sin antes herirla, pero debía lograr un tiro perfecto. Como todo ex soldado tenía que advertir que la soltara para dar oportunidad al enemigo de rendirse, pero el atacante solo se mofó.
No quería darle oportunidad de hacer algo estúpido, presionó el gatillo apuntándole una pierna. Él fue rápido mientras accionaba el arma y vio como la hoja afilada del cuchillo era enterrado en el abdomen de Izz. Cuando la bala atravesó la piel, él gritó y sacó el cuchillo del abdomen de ella con intenciones de herirla nuevamente. Accionó nuevamente el gatillo apuntando el hombro libre y el sonido del cañón fue seguido por el hueso de la clavícula destrozándose.
El imbécil la dejó caer al suelo.
Luchando con la idea de darle un tiro entre ceja y ceja se le acercó y pateó el arma blanca lanzándola lejos.
Acortó distancia y se arrodilló al lado de Izz, levantándola un poco, rodeándola con su brazo y haciendo presión sobre la herida.
El sonido de las puertas al abrirse lo sacó de sus pensamientos, encontrándose con un Josh observándolo espantado que articuló un "¿Estás bien?" moviendo los labios. Le asintió. La sangre sobre la ropa no le pertenecía.
Al bajar unos policías lo interceptaron acompañado de Jackson.
-¿Estás bien? -le preguntó el moreno de su amigo.
-Sí, él la tenía con un arma blanca -se sentó en una de las sillas en la sala de espera. La realidad lo mareó.
-¿Conoces a la muchacha? -el hombre mayor de bigote preguntó sentándose a su lado.
-Sí, somos... amigos -mintió.
-¿Dónde serviste?
-En las fuerzas especiales en Inglaterra por un par de años, tengo permiso para portar un arma como protección personal.
-¿Qué hacías en la casa de Izz Campbell?
-Necesitaba hablar con ella y vi a través de la ventana que él la tenía sujeta del cuello asfixiándola. Al entrar le advertí que la liberara pero no lo hizo. Para cuando accioné el arma, ya la había herido.
-Gracias por tu declaración, con eso tendremos como meterlo en la cárcel.
-Pero solo si él no sale bajo fianza -Jackson acotó.
-Igual tendrá una orden de restricción -aseguró el policía del bigote.
-Será mejor que vayas a casa y te cambies de ropa, estás asustando a la gente -Jackson le palmeó la espalda dejando su papel de policía, convirtiéndose en su amigo-. Josh llamará si algo sucede.
-Debo... -negó con la cabeza. Había sido su culpa que todo haya pasado, si no la hubiera llevado a casa.
-Te daré un aventón.
ESTÁS LEYENDO
Hojas en Blanco [Andy Biersack] Hot/romantica ©
FanfictionUn Dom experimentado y una sumisa novata obtienen una relación perfecta. ¿Qué pasaría si ella pierde la memoria? LIBRO ADAPTADO. Créditos a D.A Bueno como ya vieron esta novela la saque de la pagina de Facebook: https://www.facebook.com/Novelas-de...